Hoy quiero compartir una historia que además de ser inspiradora, nos recuerda el increíble poder de nuestra mente en el proceso de sanación.
Es la historia de Norman Cousins, un periodista estadounidense, que «se rió a carcajadas hasta sanarse».
En los años 60, le diagnosticaron una enfermedad degenerativa e incapacitante, espondilitis anquilosante.
Los médicos le dijeron que no había cura y que le quedaban pocos meses de vida.
Como los tratamientos médicos no le funcionaban y sus dolores eran terribles, decidió tomar las riendas de su vida y su salud, ¡se recetó una dosis diaria de comedias y buen humor!
Cousins creía firmemente en el poder de la risa y el pensamiento positivo para mejorar su condición.
Como sus carcajadas alteraban la «paz hospitalaria», dejó el hospital y se instaló en el hotel de enfrente, donde vivía el médico que le acompañó en este periplo, y siguió con su tratamiento de películas cómicas más altas dosis de vitamina C.
¿Y sabes qué?
¡Funcionó su tratamiento alternativo!
La risa, esa medicina gratuita y sin efectos secundarios, resultó ser una herramienta poderosa en su recuperación.
Cousins se curó por completo de su enfermedad, escribió un libro sobre su experiencia titulado «Anatomía de una Enfermedad o la Voluntad de Vivir», y fundó la Clínica de la Risa.
Te cuento la historia de Coussins en el siguiente vídeo:
Esta historia no solo nos enseña sobre la importancia de una mente positiva y el poder de la risa, sino que también nos inspira a tomar las riendas de nuestra salud.
Así que, la próxima vez que no te sientas bien, ¡te ves una buena comedia, te ríes hasta que te duela la barriga y recuerda a Norman Cousins!
Llénate de energía positiva, rodéate de cosas que te hagan feliz y nunca subestimes el poder de tu voluntad para sanar.
A veces, un cambio de perspectiva y unas buenas carcajadas pueden ser el primer paso hacia la recuperación.