Hoy en día vivimos en una sociedad en la cual reina la inmediatez, el avance de la tecnología, el bombardeo de información a través de las redes sociales, los ritmos de trabajo acelerados, la cantidad de actividades que hacemos en la semana hacen que vivamos con prisa, desconectándonos así de nuestra capacidad de esperar.
¿Qué es la paciencia?
La paciencia es la capacidad que tenemos las personas de soportar, de esperar y tolerar determinadas situaciones desde la calma y la tranquilidad, sin que nuestro estado emocional y de ánimo se vea afectado.
¿Qué es la impaciencia?
Cuando nos sentimos impacientes, sentimos un apego a un resultado específico, de una manera y en un tiempo determinados. Cuando esto no sucede sentimos que no tenemos el control de la situación lo cual puede generar mucho malestar, frustración y un choque en las expectativas. Lamentablemente hay muchas situaciones en las que no todo depende de nosotros, los demás tienen ritmos diferentes y tenemos que aprender a respetar el ritmo de los procesos para alcanzar ciertos resultados u objetivos.
Detrás de cada situación de éxito, logro o hábito está la paciencia, por eso aprender a cultivarla en nuestro día a día, ya sea en el trabajo, en las relaciones y en nosotros mismos será esencial para vivir los procesos de manera serena, sin estrés o ansiedad.
A continuación te comparto 5 pasos basados en Mindfulness que te ayudarán a ser paciente y a ser más consciente de ti mismo/a en aquellos momentos en los que te cuesta esperar:
5 pasos para cultivar la paciencia:
1) Identifica las situaciones que te generan impaciencia:
Identifica y escribe una lista de todas las situaciones que te están generando impaciencia en este momento. Después escoge la situación que tenga más fuerza en ti. Cierra un momento los ojos, y visualiza que estás parado frente a esa situación y pregúntate: ¿Qué sientes en tu cuerpo? ¿Qué emociones están presentes? ¿Qué pensamientos o creencias llegan a ti sobre ti o sobre los otros? ¿Emites algún juicio? ¿Qué factores contribuyen a tu impaciencia? ¿Qué consecuencias te trae el ser impaciente (para ti y para los otros)?
Escribe las sensaciones.
2) Conecta con tu momento presente:
En este momento, qué podrías hacer que está en tus manos para mejorar la situación. ¿Qué depende de ti? ¿Qué no depende de ti? Identifica y ocúpate de lo que puedes hacer, lo que no suéltalo, libérate de querer controlar la situación y también del apego al resultado.
3) Inversión:
Ahora visualiza cómo sería ser paciente en esta situación. Si se te dificulta visualizarlo, trae a tu mente alguna persona de tu entorno que consideres que es paciente y pregúntate cómo actuaría esta persona. ¿Qué habilidades o estrategias pondría en marcha?
4) Confía y Suelta:
Fluir, no forzar el ritmo de las situaciones es esencial para saber esperar desde la calma. Confiar y aceptar el ritmo natural de los procesos, es algo que debemos aprender a poner en práctica. Si después de realizar los pasos anteriores aún así sientes impaciencia, te propongo un sencillo ejercicio:
Cierra los ojos, trae a tu mente la situación que te genera impaciencia, al inhalar repite interiormente «Confío» y al exhalar repite interiormente » Suelto». Repite este ejercicio durante 5 minutos y nota las sensaciones en ti.
De esta manera confías plenamente en que lo que es es lo que tiene que ser y no puede ser de otra manera, y suelta todo aquello que no depende de ti, lo que no está en tus manos.
5) Practica el Slow doing:
Para cultivar la paciencia en tu día a día y reducir la sensación de inmediatez, puedes:
- Escoger una actividad de tu rutina y hacerla muy despacio, con mucha consciencia, notando cada sensación que vaya surgiendo.
- También puedes esperar unos segundos antes de contestar una llamada o unos minutos para contestar un mensaje o un email.
- Antes de ingresar a una reunión o al cambiar de actividad puedes tomar tres respiraciones profundas y así no encadenarlas desde el piloto automático.
- Cuando estés en el supermercado, en vez de escoger la fila más corta, elige la más larga, y en vez de mirar el móvil, simplemente espera, observando todo lo que hay a tu alrededor.
La paciencia comienza reconociendo plenamente las situaciones tal y como son. Cuando te das una pausa y eres consciente de todo lo que sucede en ti en los momentos de espera, ganas la libertad de poder responder asertivamente a esta situación en vez de reaccionar impulsivamente desde la emoción.
La práctica diaria de Mindfulness nos brinda herramientas poderosas para poder cultivar la paciencia en tu día a día. Puedes leer en este artículo cómo puedes comenzar a practicarlo y así gozar de todos sus beneficios.