Cada vez más personas sufren estados de ansiedad en diferentes manifestaciones o niveles. La forma de vivir que hemos creado en el mundo occidental, supone estar expuestas a altos niveles de estrés y ansiedad, que no facilitan el encuentro con una misma ni la calma interior. Estar sometidas a largas jornadas de trabajo, con muchas responsabilidades y numerosos temas a los que atender, hacen que no tengamos ni un minuto del día para parar y darnos tiempo para escucharnos, respirar calmádamente y ver qué nos está pasando.
Existen diferentes estados de ansiedad
Desde la ansiedad leve o moderada;
Causada por acontecimientos concretos que prevemos van a suceder en un futuro próximo, lo cual nos produce inquietud, incertidumbre, incluso algo de miedo. Por tanto, sería un miedo anticipatorio a algo sobre lo que creemos no tener control. Estamos viviendo en el futuro que ha de venir, pero no en el presente, en el aquí y el ahora.
Pasando por trastornos de ansiedad,
Este estado se ha instalado en nuestro quehacer diario prolongado en el tiempo y ya no podemos definir un único motivo para estar sintiendo ansiedad, sino que queda difuminado en toda nuestra actividad diaria. De manera habitual, se vive en un estado de inquietud y nerviosismo permanente que se normaliza con las consecuencias negativas que esto conlleva.
Hasta llegar a los ataques de pánico,
En donde la persona ha perdido por completo el control sobre sus emociones. Ya no puede mantener un funcionamiento de vida normal. Estos ataques limitan mucho sus relaciones y actividades diarias. En estos casos, es necesario recibir asistencia y tratamiento médico.
Algunos de los síntomas más comunes de la ansiedad son.
- Nerviosismo, agitación o tensión.
- Sensación de peligro inminente.
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Respiración corta y con sensación de falta de aire.
- Sensación de debilidad o cansancio.
- Dificultad para quitar de la mente el tema de preocupación.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Padecer problemas digestivos.
Llegados a este punto, quizá pienses que es suficiente saber los motivos aparentes en relación con los estados de ansiedad, pero a parte de tener la información ¿qué quieres hacer con esto? ¿quieres seguir padeciendo estos estados? O por el contrario ¿quieres ponerte en acción y generar un cambio en tu vida?
Porque recuerda !… no es suficiente tener la información, necesitas dar un paso más y aplicar la información y el conocimiento que adquieres para tu mejora y cambio continuo.
Pues vamos a ello, sígueme y podremos andar un camino diferente juntas.
En nuestro interior somos muchas personas en una: la niña, la hermana, la madre, la mujer trabajadora, la esposa o pareja de…, la amiga, etc. Todas están interconectadas en una única mujer que las contiene a todas. En ocasiones alguna de estas partes entra en conflicto con otra, lo que puede generar bloqueos o dificultades. Sin embargo, todas las demás pueden seguir funcionando de manera sana.
En la técnica de Constelaciones estructurales o desde la Gestalt, buscaremos poner en diálogo a estas dos partes para ver qué está pasando y de qué manera pueden ayudarse y trabajar juntas para el bien común del sistema intrapsíquico.
Nuestra entrada plena en el mundo laboral ha hecho que debamos atender a muchas cosas; muchas más de las que a veces nos sentimos capaces de asumir. Y qué pasa cuando quieres progresar a nivel laboral y eres madre; cómo estas dos partes pueden entrar en conflicto cuando la mujer trabajadora quiere tomar las riendas y la mujer-madre se siente que no está atendiendo a los hijos como se supone que debería, porque quizás no les dedica tiempo. O qué pasa cuando la pareja pide más tiempo y más dedicación del que le estás ofreciendo. Estos son sólo dos ejemplos de los muchos conflictos intrapsíquicos que podemos estar viviendo y que generan estados de ansiedad, por querer llegar a todo y a todos, lo cual es difícil o a veces imposible.
Quizás nunca te has planteado que dentro de ti hay muchas partes de ti misma, o que incluso pueden llegar a estar en conflicto. Pues ya ves, hay todo un mundo interior que necesita ser atendido y escuchado por esa mujer que las integra a todas a modo de muñecas rusas <las matriuscas>.
Los 5 tips para superar los estados de ansiedad.
- Trata de observar de dónde viene la señal de alarma. La ansiedad no es más que una señal de alarma que te está indicando que algo no va bien, que hay algo que no estás mirando ni atendiendo. Por tanto, te invito a que pares y observes; te observes y te escuches. ¿Qué es lo que no va bien? ¿dónde se está dando el desajuste? Este tip es el ABC del autocuidado.
- El NO PUEDO no existe. El no puedo es la barrera mental que te pones para no ir más a fondo, para no mirar más allá en aquello que no va bien. Porque si miras más, puede que este <mirar> genere cambios que te de miedo afrontar. La zona de confort muchas veces es aquel lugar conocido que ya nos está bien, pero que nos impide alcanzar la felicidad.
- Mira a ver qué puedes dejar de hacer. De todo lo que haces ¿hay algo que puedas dejar de hacer? En ocasiones, la ansiedad viene derivada de un exceso de actividad. Prioriza lo importante y date tiempo para parar y atenderte. Esto es algo que, a medida que lo escribo, también me lo digo a mí misma.
- Encuentra espacios en el día para respirar. La respiración es algo que nunca para, siempre está activa y nos mantiene en la vida. Sin embargo, es algo automático a lo que no atendemos ni prestamos atención. ¿Cómo es tu forma de respirar? Si tan sólo te regalas 5 minutos al día de parar y contactar con la respiración, haciendo respiraciones más largas y profundas, con los ojos cerrados, observarás como poco a poco este estado de agitación va bajando y puedes estar en ti.
- Cuando la actividad diaria es una huida hacia delante de ti misma. Muchas veces nos quejamos del exceso de actividad, pero también muchas veces, esta actividad nos mantiene entretenidas para no mirar cosas que no queremos mirar. Somos seres humanos ecológicos, por lo que todo lo que hacemos tiene un significado y un sentido profundo.
Como has podido comprobar a lo largo de todo el artículo, el cuerpo es como un cuadro de luces que se va a ir activando pilotos de colores cuando algo no funcione bien a nivel interno. De hecho, todo síntoma es eso, una señal de alarma de que algo no está bien en ti. El cuerpo es un organismo perfecto que entra en desequilibrio cuando nuestro SER está en desequilibrio. Así que te invito a escuchar al cuerpo y a dejar de pensar que el síntoma o enfermedad es algo fortuito, que nos llega por casualidad o mala suerte.
Otra cosa es que no sepamos interpretar las señales que nos está dando. Pero por suerte, cada vez hay más técnicas que nos van a pistar del desequilibrio para volver a la homeostasis interna.
Y recuerda… sé amor en acción.