¿Notáis que sigue habiendo cierto tabú entorno a esto de ir al psicólogo? Pues imaginaos como debe ser para una pareja. Yo pienso que cada vez menos, pero como experta en terapia sexual y de pareja veo que vienen a consulta cuando ya es tarde. La terapia es el último recurso que ven antes de terminar con la relación. Debido al mito ese de que para ir a terapia hay que estar muy mal, lo cierto es que la terapia es el espacio para desarrollarte y crecer, tanto de manera individual como en pareja.
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Respecto a la terapia sexual y de pareja, como decía, las parejas llegan cuando están ya muy quemadas, el sexo es inexistente o insatisfactorio y la comunicación ya no fluye. Por cierto, se puede hacer terapia sexual sin pareja pero no se puede hacer terapia de pareja sin tener en cuenta la parte sexual. Por eso, es que recomiendo que si empiezas terapia de pareja tu terapeuta sea una psicóloga con formación en sexualidad.
Con esto quiero decir, que no podemos obviar la sexualidad en ningún momento (ni en terapia individual, siquiera), dado que forma parte de nuestra psique. Está ahí, es algo de lo que no te puedes desprender. Pero ya hablaremos de esto en otro artículo. En este, me gustaría aclararte qué podéis conseguir tú y tu pareja haciendo terapia psicológica sexual, ya que esto no queda del todo claro y no sabemos bien qué esperar de la terapia.
¿Cómo funciona la terapia sexual y de pareja?
La terapia sexual tiene como objetivo ayudar a las personas a vivir su sexualidad de la manera en que desean, sin tabúes o miedos, de manera que puedan conseguir la mayor satisfacción y placer de ella. La mayoría de persona que acuden a terapia sexual, tanto a solas como en pareja, es porque tienen alguna dificultad a la hora de tener relaciones sexuales. Vienen valorando su sexualidad en función de su desempeño o rendimiento. Por lo general, si el cuerpo funciona y responde como es lo esperable (hay grandes erecciones, son duraderas, se llega al clímax, etc.) no suelen ver problema. Esto es algo que, a mi parecer, se queda muy corto dentro de lo que se puede explotar la sexualidad, ya que cuando estamos poniendo el foco en nuestro rendimiento lo más probable es que el placer quede en un segundo plano, con lo cual, durante las relaciones sexuales, no estaremos disfrutando, sino pensando en dar la talla.
Independientemente del motivo de consulta, para la terapia psicológica de pareja lo mejor es realizar unas primeras sesiones de manera conjunta donde tengáis ese espacio para contar en detalle qué os llevado a hacer terapia de pareja que cada cual de su versión y escuche a la otra persona y, así mismo, que vuestra terapeuta conozca la historia de vuestra relación, cómo han ido evolucionando los problemas y qué puntos débiles y fuertes podéis tener, entre otras cosas.
Tras estas sesiones, se realizarán una o dos (dependiendo de cada caso) de manera individual. El objetivo de estas sesiones individuales será conoceros de forma individual. Por eso, no se hace en pareja, dado que se preguntarán aspectos que ya conocéis de vuestra pareja (cómo es su familia, su trabajo, circulo social, etc.). A partir de ahí y, si no se detecta ningún problema individual, en el que la terapia de pareja esté contraindicada se continuarán con las sesiones de pareja.
¿Qué beneficios tiene la terapia sexual y de pareja?
La terapia sexual y de pareja es un proceso complejo en el que se requiere la implicación de tres partes: la de cada uno de los miembros de la pareja y la del terapeuta. En mi experiencia, cuando existe el compromiso y, sobre todo, el ver y escuchar al otro, los beneficios pueden ser maravillosos. Aquí te cuento los que he ido detectando yo en mi consulta:
- Puedes hablar sin sentir juicio.
La terapia sexual y de pareja os brindará el espacio para que podáis comunicar lo que nunca os habíais atrevido a decir. Esto puede dar algo de miedo: miedo oír algo que no quieres escuchar, miedo a no saber expresarte. Sin embargo, es trabajo del terapeuta saber guiaros y enseñaros para comunicar sin hacer daño.
- Ves y entiendes cómo se siente tu pareja.
Cuando se abre un espacio seguro donde poder expresaros sin atacaros, empiezas a ver lo que le ocurre a tu pareja, de dónde vienen sus miedos o por qué actúa como actúa. Y eso, lejos de abrir más una herida lo que suele provocar es que tu pareja la cuide y tú cuides las suyas. El objetivo es que esto lo podáis hacer en la vida real.
- Mejora la comunicación.
Sin comunicación o con una mala comunicación es muy difícil resolver los problemas. Por lo tanto, seguramente, en lo que más se centre la terapia es en cambiar la manera en que os comunicáis, ya que como lo venís haciendo hasta ahora no os está funcionando.
- Se aprende la asertividad sexual.
La asertividad sexual es la habilidad para comunicar lo que deseas y tomar la iniciativa en ello, pero también la habilidad para comunicar lo que no deseas y consensuar con la pareja sexual. Esto se trabaja en las sesiones, al principio cuesta porque no se suele tener costumbre de hablar explícitamente de todo ello, nos da pudor. Pero luego, no es raro que este tipo de comunicación empiece a fluir y el sexo sea mucho más divertido.
- Mejora la consciencia corporal.
Como decía antes, la mayoría de personas valoran la calidad de si vida sexual en función de su rendimiento en la cama. Como señalaba, esto es un error porque no nos va a permitir centrarnos en nuestro cuerpo, en las sensaciones placenteras que nos aporta. En resumen, le arrebatamos toda oportunidad de disfrutar. En la terapia sexual y de pareja se os indicarán juegos y ejercicios para que podáis explorar esta parte.
- Conectas más con tu pareja.
Al haber trabajado la comunicación, la asertividad y al hablar de vuestras heridas sientes mucha más intimidad y conexión con la persona que quieres, tanto en la cama como fuera de ella. Este es uno de los beneficios más maravillosos de ver en la terapia.
Conclusiones.
Mucha gente me pregunta si en terapia sexual y de pareja enseño cuáles son las mejores posturas o si enseño “trucos”. Si hago eso es como sugerencia y durará no más de cinco minutos de la sesión. La realidad es que cada cuerpo es distinto y cada cual tiene su forma de vivir el placer. Si invito a la pareja hacer esta o u otra postura no estoy teniendo en cuenta esta realidad; quienes tienen que explorar son ellos o ellas. Cuando se trabaja el autoconocimiento y la asertividad dicha exploración es mucho más fácil y divertida de llevar a cabo.
Otro error muy común a la hora de empezar terapia sexual es que acuda solo la persona que está teniendo la dificultad sexual. Se piensa que, como la dificultad la manifiesta una de las partes, es esa la encargada de ponerle solución. Sin embargo, seguramente lo que esté ocurriendo es que debido a alguna dinámica disfuncional en la pareja (como problemas en la comunicación, resentimientos, falta de cariño, etc.) esto se está reflejando también en la cama. Por eso, realizar la terapia sexual en pareja es tan beneficioso, puesto que se trabajarán también aquellos elementos que estén influyendo en la satisfacción general de la pareja con la relación. Siempre digo que la pareja es un equipo, y como tal, han de resolverse los problemas para que se reme en la misma dirección.
¿Quieres comenzar terapia sexual y de pareja?
Si tu pareja y tú tenéis alguna dificultad en las relaciones sexuales sería muy beneficioso que comenzarais una terapia sexual y de pareja. Los problemas sexuales que se pueden tratar son, entre otros: dificultades en la erección, poco control sobre la eyaculación, dificultades en alcanzar el orgasmo o dolor en la penetración. Ponte en contacto conmigo para reservar una cita y evaluar mejor vuestro caso. Como dijo Havellock Ellis, respecto a la sexualidad hay más cosas cultivables que curables. También, en mi libro “Crecimiento erótico: Guía práctica y rápida para conocerse, aceptarse y satisfacerse” te explico cómo trabajar la asertividad sexual. Puedes adquirirlo haciendo click en el título.