¿Cuándo dialogas con alguien que piensa diferente de ti es fácil acabar en una discusión? ¿Por qué sucede esto? ¿Podemos hacer algo para evitarlo? Veamos primero cómo funciona el acto de comunicar. Cuando explicamos nuestro punto de vista a alguien queremos comunicar un contenido concreto. Pero eso es solo una parte del acto de comunicar. También esperamos que el otro nos escuche, nos comprenda y valore nuestra percepción de la situación. Y me atrevería a decir que esa valoración de nuestro punto de vista también es un respaldo a nuestra personalidad y a la percepción de nuestra valía. Si valoras mi percepción y mis pensamientos me valoras a mí mismo, me validas como persona.
En cambio en numerosas interacciones no obtenemos mucho de esto. Quizás podamos comunicar el contenido, quizás el otro nos escuche pacientemente, pero es posible que no recibamos validación. Es frecuente que, mientras nos escuche, esté ya pensando en cómo replicarnos y dar su versión de la situación tan pronto como acabamos de hablar o en medio de una pausa. O es posible que tras escucharnos nos suelte un directo “yo no lo veo así” que comunica, por un lado, que no comparte el contenido, pero por otro que no nos valida como persona. ¿Te suena esto?
¿Y que ocurre cuando no nos sentimos validados? En ese caso no conectamos con nuestro interlocutor, nos falta conexión. Al contrario, nos sentimos distanciados y molestos. Y esos sentimientos harán muy difícil que nos pongamos de acuerdo. ¿No crees?
Aquí te voy a explicar una técnica para que se dé una gran conexión en nuestras conversaciones y para que nos sintamos validados, la llamo la técnica de los cinco acuerdos. Esta técnica consiste en manifestar al otro, que de alguna manera, estamos de acuerdo con él. Es decir que, diga lo que diga, le comunicamos que estamos de acuerdo con él en alguna cosa. Y a partir de aquí añadimos nuestro punto de vista como una nueva hipótesis a tener en consideración. Está técnica se puede usar en cualquier conversación y es especialmente útil cuando eres criticado.
La técnica se denomina de los cinco acuerdos porque son cinco maneras de manifestar nuestro acuerdo donde el nivel de acuerdo puede ser más grande o más pequeño pero siempre habrá un acuerdo para conseguir esa conexión y validación de nuestro interlocutor. Y si nuestro oponente se siente conectado y validado es posible que nos pague con la misma moneda y recibamos también conexión y validación. Por descontado el tono de nuestras respuestas debería ser en todo caso amable y respetuoso para conseguir el objetivo de conectar y validar, aunque el otro use un tono despectivo. Veamos pues los cinco acuerdos.
1.-Mostrar un acuerdo total. En ocasiones nuestro interlocutor nos puede decir algo, un contenido, que consideremos completamente verdadero, con el que estemos totalmente de acuerdo, aunque el tono no sea el que nos gustaría. Por ejemplo hemos llegado con retraso al trabajo y un compañero nos dice con retintín y alzando un poco la voz: “Joder has llegado tarde”. Si estás de acuerdo que has llegado tarde tienes la opción de manifestar tu total acuerdo. “Sí Lucas, he llegado tarde”, con un tono tranquilo, sosegado, sin emplear el mismo tono que él. Y ya está. Lucas no tiene porqué sentirse mal contigo por esta conversación. Es muy posible que se sienta bien. Le has reconocido que has llegado tarde, se los ha dicho con buen tono. Es probable que se tranquilice un poco y se olvide. Tras tu acuerdo, puedes complementarlo con: “lo siento”, si lo consideras oportuno.
2.-Mostrar un acuerdo parcial. A veces no estarás de acuerdo con todo el contenido. El tono sigue sin importarnos demasiado. Si Lucas te dice “Siempre llegas tarde”, puedes responderle, “Sí Lucas he llegado tarde”. Estás de acuerdo con que hoy has llegado tarde. Pero evitas posteriormente rectificarle o reñirle, eso invalidaría el efecto positivo que estás buscando, producir conexión y validación.
3.-Mostrar que estás de acuerdo en la posibilidad. Imagina que un amigo te espeta “Te has equivocado”. Tú puedes responderle: “Es posible, vamos a verlo”. Y junto a él compruebas si es cierto o no. Si tu pareja te dice: “Qué desordenado eres”, le puedes contestar: “Estoy de acuerdo en que “podría ser” más ordenado”.
4.-Comunicar que tiene el derecho a pensar lo que quiera. En caso de que nos diga una crítica exagerada “Eres un gandul”, podemos responderle en un tono neutro “Entiendo que tú lo veas así”.
5.-Mostrar acuerdo en un principio general. Si nuestra querida madre nos dice: “Que mal vestido que vas últimamente, así no tendrás pareja nunca”, le puedes responder: “Tienes razón mamá cuando uno va mejor vestido está más guapo”, o “si vas mejor vestido puedes ligar más”.
Otra manera de verlo es que con los cinco acuerdos evitas la confrontación sin sentido y los conflictos en espiral. Detienes posibles desencuentros al no entrar en el juego, pacificas la situación. Pruébalo y cuéntame cómo te ha ido.