La adolescencia es una etapa sensible del desarrollo que ocurre entre los 11 y 21 años. En este período de tiempo también surgen cambios biológicos y psicológicos en el ser humano que definirán la posterior etapa de adultez en condiciones adecuadas.
Esta es la razón por la que es sumamente necesario erradicar problemas que se originan en la adolescencia si estos afectan la psicología y las emociones de la persona.
Detectar problemas en los adolescentes
Es importante que los padres estén atentos a todos los cambios que involucren al adolescente como el estado de ánimo y la conducta.
Lógicamente, detectar estos problemas a tiempo requiere un nivel de observación, por lo que se desaconseja permanecer al margen, evitar las quejas del adolescente o evadir sus dudas cuando se presenten. Es necesario acompañar a los hijos en todas sus etapas, en especial en esta que es de alto riesgo y que requiere supervisión constante.
Por supuesto, jamás se debería desatender ninguna inquietud o comportamiento extraño. Captar a tiempo una actitud sospechosa que no es recurrente en el adolescente es clave en la detección. De la observación directa se pueden obtener numerosos datos que permitan detectar problemas mayores y atenderlos en consulta psicológica.
Prestar atención a la tecnología a la que están expuestos también puede ser recomendable, sobre todo si se presentan agresiones o acoso en el ciberespacio que origine depresión, consumo de drogas y otras actitudes fuera de lo ordinario a superar mediante ayuda psicologica.
Señales de alerta para consultar a un psicólogo para adolescentes
Los problemas del adolescente pueden llegar a ser abrumadores y desencadenar algunos signos como los que se detallan aquí:
- Sueño excesivo por depresión o estrés.
- Aislamiento del núcleo familiar y de otros adolescentes.
- Baja autoestima y sentimiento de rechazo hacia su cuerpo. Dismorfia corporal.
- Adicción a las drogas o consumo de sustancias de forma esporádica.
- Intento de suicidio.
- Quejas por bullying y hostigamiento.
- Bajo rendimiento escolar.
- Signos físicos como pérdida de peso.
- Agresividad, falta de control y cambios de humor constantes.
- Desmotivación, desánimo y poco interés en actividades favoritas.
Cómo afectan los cambios en la adolescencia
Lo más natural es que se produzcan cambios tanto físicos como emocionales, cuyas consecuencias son muy variadas.
Los cambios físicos pueden ser determinantes en el estado de la autoestima. Por un lado, pueden influir positivamente al percibirse mejorías corporales y crecimiento en general. Sin embargo, también podrían producirse apreciaciones negativas de la auto imagen causantes de trastornos alimenticios como bulimia y anorexia.
Los cambios físicos corporales tales como crecimiento de vello, aumento de la sudoración, engrosamiento de la voz, menstruación y aumento de los senos, también se relacionan con las emociones, ya que ocurren de manera gradual y pueden causar ansiedad.
Por otra parte, también ocurren otros cambios emocionales que afectan la comunicación del adolescente, especialmente con las figuras de más autoridad, los padres.
Con frecuencia existen preocupaciones que no son infundadas, ya que la exposición gradual a una variedad de cambios llegan a marcar la diferencia en la calidad de vida y en las relaciones interpersonales de los jóvenes. En ese sentido, es crucial mantener una comunicación honesta que termine con las dudas existenciales y mantenga la confianza entre padres e hijos.
Cuando buscar ayuda profesional
Es probable que los signos anteriores sean los que precedan problemas más complejos de salud mental. Por esta razón, es imprescindible atacar todas las señales mencionadas antes de que se produzcan complicaciones remitiendo el caso a un profesional.
Consulta a un profesional de ayuda psicológica cuando el comportamiento del adolescente ponga en peligro su integridad física.