En este artículo abordamos un aspecto de nuestra humanidad, que son las emociones, que todos conocemos y experimentamos, aun cuando en muchas ocasiones, no sepamos muy bien qué hacer o cómo tratar con ellas.
Las emociones son sensaciones en el cuerpo físico, apoyadas en pensamientos, y que derivan en estados de ánimo. Además, son una de las expresiones del poder creativo de nuestra consciencia.
Nos condicionan más de lo que pensamos y afectan a nuestro cuerpo físico, influyendo en nuestra salud y bienestar, a través de la capacidad que tienen para ajustar la armonía de nuestros sistemas bioenergéticos.
Podríamos decir que las emociones son vías de comunicación, sutiles pero poderosas, entre el cuerpo y la mente.
El estudio de las emociones y la salud, y la relación entre ellas es un aspecto fascinante de nuestra humanidad y que tiene una gran relevancia.
En la actualidad se empieza a escuchar con más frecuencia el término inteligencia emocional y encontramos herramientas y cursos de gestión de emociones.
Cuando perdemos la Salud aún somos pocos los que nos preguntamos cómo hemos estado emocionalmente.
Muchas personas todavía están desconectadas de sus emociones tal cual son, y las entienden y traducen a pensamientos, generando un diálogo mental reiterativo.
Los estados emocionales pueden influir profundamente en nuestra biología y bienestar, y la comprensión de esta interconexión puede abrir nuevas posibilidades para la sanación y la transformación personal.
Entendamos la naturaleza fundamental de las emociones en sí mismas. Desde una perspectiva cuántica las emociones pueden entenderse como patrones vibratorios de energía e información que surgen de la interacción compleja entre nuestra consciencia, nuestras experiencias y nuestro entorno.
La idea de que las emociones son fenómenos energéticos encuentra apoyo en la creciente disciplina de la psiconeuroendocrinoinmunología que estudia las conexiones entre nuestros sistemas psicológicos, neurológicos, endocrinos e inmunitarios.
Las investigaciones en este campo han demostrado que los estados emocionales pueden desencadenar cascadas de cambios bioquímicos y fisiológicos en el cuerpo, influyendo en la actividad hormonal, la respuesta inmunitaria, la expresión génica y la estructura cerebral.
Por lo tanto, las emociones influyen en la Salud a través de la capacidad para modular la coherencia y la armonía de nuestros sistemas bioenergéticos.
Estados emocionales positivos como amor, alegría, gratitud se asocian con patrones de frecuencia coherentes y armoniosos, y se cree que promueven la comunicación óptima y la coordinación entre las células, los órganos y los sistemas del cuerpo.
Las emociones negativas crónicas como miedo, ira, tristeza se caracterizan por patrones de frecuencia caóticos y discordantes que pueden interrumpir el flujo de información vital y contribuir al desequilibrio, la disfunción y la enfermedad.
Lo puedes observar en ti, cuando tienes uno u otro tipo de emociones ¿cómo se siente tu cuerpo físico?, o lo puedes observar en personas de tu entorno que conoces bien, y que son dadas a tener un tipo de emociones, ¿cómo se encuentran sus cuerpos y cómo está su Salud?.
En América existe el Instituto de las Matemáticas del Corazón, Hearth Maths Institute, donde se realizan investigaciones sobre la coherencia del corazón, un estado de sincronización fisiológica y psicológica que está asociado a numerosos beneficios para la Salud y el bienestar.
Numerosos de sus estudios han demostrado que la generación intencional de estados emocionales positivos, como la alegría, la gratitud y el amor o compasión, pueden dar lugar a patrones más coherentes de variabilidad de la frecuencia cardiaca, que a su vez se correlacionan con una mejor función inmunitaria, una mayor resiliencia al estrés y una mejora general de la Salud física, emocional y mental, y un mayor bienestar integral.