Es Normal Sentirte Insegura en una Relación Insegura
A veces, te encuentras preguntándote: “¿Por qué me siento así? ¿Por qué no puedo estar tranquila en esta relación?”. Esa sensación constante de inseguridad, de alerta ante lo que pueda pasar, puede hacerte creer que el problema está en ti. Pero déjame decirte algo que quizás te ayude a verlo desde otra perspectiva: es normal sentirte insegura en un contexto que no es seguro.
¿Por qué aparece la inseguridad?
La inseguridad en una relación de intermitencia no es un defecto personal. No es porque seas demasiado sensible, ni porque te falte confianza o estés exagerando. Esa inseguridad es tu respuesta natural a una situación que no es clara, donde no sabes qué esperar. Cuando las acciones de tu pareja y sus palabras no coinciden, o cuando hay días en los que parece que todo va bien y otros en los que te sientes completamente perdida, tu mente y tu cuerpo entran en modo alerta.
Esta sensación no es más que una forma de intentar adaptarte, una estrategia de tu cerebro para mantenerte a salvo. Es como si estuvieras intentando construir una casa en un terreno que constantemente se mueve. Por mucho que pongas esfuerzo y dedicación, la base no es lo suficientemente estable como para sostener lo que estás construyendo.
No eres tú, es el contexto
Muchas veces, tendemos a mirar hacia dentro y culparnos. Pensamos que, si cambiamos algo en nosotras mismas —ser más confiadas, menos exigentes, más pacientes—, la relación mejorará. Sin embargo, en un contexto inseguro, no importa cuánto cambies o ajustes, la sensación de incertidumbre seguirá presente.
Es como cuidar una planta: puedes elegir el mejor suelo, regarla, cuidarla con todo tu amor y dedicación, pero si las condiciones climáticas no son las adecuadas, la planta no crecerá como esperas. De la misma forma, no puedes construir confianza y estabilidad en una relación que no te ofrece una base sólida.
¿Cómo gestionar esta incertidumbre?
No siempre podemos cambiar el contexto en el que estamos, pero sí podemos elegir cómo actuar dentro de él. Esto pasa por conectar con tus valores y decidir desde ellos. Tus valores son esa brújula interna que te ayuda a tomar decisiones importantes, incluso cuando el terreno es incierto.
- Si valoras el respeto, pregúntate si las dinámicas actuales de la relación lo están fomentando.
- Si valoras la autenticidad, reflexiona sobre si estás pudiendo ser tú misma en esta relación.
- Si valoras la estabilidad, considera si lo que estás viviendo se alinea con esa necesidad.
Actuar desde tus valores no significa que la relación vaya a transformarse mágicamente, pero sí que tú comenzarás a sentirte más coherente contigo misma, lo que reducirá parte del malestar emocional.
Aceptar sin resignarse
Aceptar que la relación puede no ser estable no significa resignarse. Resignarse es dejar de intentar, mientras que aceptar es reconocer la situación tal como es para poder decidir cómo moverte dentro de ella.
En una relación insegura, eso puede significar poner límites, expresar lo que necesitas, o incluso tomar decisiones más grandes si ves que tus valores y tu bienestar no están siendo respetados.
¿Y ahora qué?
Es normal sentirte insegura si la relación no te da estabilidad. Tu inseguridad no es un fallo; es una señal de que algo en el contexto no está funcionando. Escúchala. Reflexiona sobre tus valores y decide cómo moverte desde ellos.
No tienes que tener todas las respuestas hoy. Pero recuerda: no estás rota, no estás exagerando, y no estás sola en esto.