De los regalos que me ha dado la vida, ha sido el tener curiosidad y hacerme preguntas que no sé la respuesta en la gran inmensa mayoría de veces pero que me han hecho tener un abierta actitud de gratitud al sentirme vivo.
Tras una experiencia cercana a la muerte y de distintas crisis vitales, la visión de lo que me rodea me ha cambiado descentrandome en ese individuo en ese pequeño pálido punto azul que decia Carl Sagan al girar y fotografiar la sonda espacial Voyager I en su viaje por Neptuno antes de salir del Sistema Solar, La Tierra, un pequeño pixel flotando en medio del vacio cósmico, a comprender y sentir (no se puede dar lo uno sin lo otro) en lo relacionado que estamos y como todos de alguna manera reflejamos la misma historia de querer tener significado para otros (y para uno en ese reflejo que se retroalimenta) y como la soledad y el dolor es la desvinculación de ello (pero también una invitación a abrirse y querer a través del coraje porque la mayoria de veces el malestar psicológico es miedo a….)
Como Marco Aurelio que cuenta en su aprendizaje del llegar ser quien fue mediante la gratitud por el linaje tenido de la gente encontrada en su camino y le ha dejado marcada, yo contaría aquello a lo que le debo en mi trabajos tenidos
En relación a trabajar en una fundación donde se me ha permitido estar con familiares y reclusos en las dos cárceles en Gran Canaria viendo lo que es un trauma complejo donde las relaciones personales han herido profundamente los cimientos de la confianza en la otra persona en la que cabe solo defenderse en un atomatismo biológico y un dolor que se acalla con drogas o actitudes violentas para aparentar una imagen que nos aliena de nuestro ser (pensando a veces que el mundo no responderá) He aprendido a no juzgar
En relación a trabajar con deudos tras la muerte de un ser querido, que la muerte está presente y que amar cambia de forma pero no de contenido y que en esa ausencia hay un tesoro que espera ser abierto en forma de mensajes a través de recuerdos, valores y formas de entender la vida de una manera más profunda.
A familiares en terapia terapia familiar en que los desencuentros son formas de pedir una comunicación más sana si nos damos permiso para no entender sólo una forma de realidad y negociar con ella en un bien mayor que es como nos demostramos comprensión y amor (aunque cada uno tiene su manera por historia intra e intergeneracional)
A las personas desesperadas que me han llegado cuando el dolor no daba una tregua y hemos compartido un camino desbrozando desesperanzas porque la esperanza es ver con voluntad que hay un mañana diferente de un presente y que todo cambia cuando el enfoque difiere y en eso hay una libertad en ver nuestros traumas como oportunidades para abrazar nuestras historias rotas e incompletas y quererlas porque es lo que necesitan de nosotros (a veces albergamos una resiliencia que nos espera con los brazos abiertos)
A personas con enfermedad mental en las que en un centro de dia me enseñaron lo importante el tener un lugar donde arraigar y pertenecer al ser reconocido y reconocerse y lo frágil que es la linea divisoria que separa un diagnostico pero bonito el reconocer esa singularidad irrepetible.