Las diferencias culturales pueden suponer un gran reto
Desde hace 15 años, vivo en un contexto cultural diferente al mío, lo que me ha permitido experimentar en carne propia cómo las diferencias culturales pueden influir en nuestras emociones, nuestra forma de pensar y, sobre todo, en nuestras relaciones de pareja.
Mi enfoque está orientado a entender cómo la cultura afecta nuestra percepción de nosotros mismos, nuestras expectativas y la manera en que nos relacionamos con los demás. A través de esta experiencia personal y profesional, me dedico a ayudar tanto a individuos como a parejas a superar los desafíos que pueden surgir debido a diferencias culturales, estrés por adaptación o cambios importantes en la vida.
Trabajo con una amplia variedad de problemas, desde la ansiedad y el estrés, hasta dificultades en la comunicación, conflictos de pareja, y la gestión de diferencias culturales en relaciones interculturales. También acompaño a quienes buscan desarrollar un mayor autoconocimiento, mejorar su autoestima, o fortalecer su capacidad para gestionar las emociones y el estrés, especialmente en entornos culturales distintos.