La adolescencia es una época en la que nuestros hijos comienzan a desarrollar su personalidad y establecer un círculo social con el que se identifican. Sin embargo, en muchos casos, nuestros hijos no son capaces de socializar, no suelen salir frecuentemente con sus amigos o no interactúan con sus compañeros de clase. Es posible que incluso algunos comuniquen en casa que se sienten solos o que no tienen a nadie con quien jugar en el recreo. De esta forma, es fundamental mantener una actitud comunicativa para que nuestros hijos sientan la libertad de expresar sus dificultades para relacionarse con los demás.
Sin embargo, muchos padres que afirman «mi hijo no tiene amigos» no saben cuáles son los factores de esa situación ni cómo llevarla a cabo para proporcionar todo el apoyo a su hijo.
¿Por qué mi hijo no tiene amigos?
Mi hijo no se identifica con nadie
La creación de un círculo social de semejantes, con el que te puedas identificar, es fundamental durante la etapa de la adolescencia. Es posible que nuestros hijos no tengan el acceso suficiente o desconozcan las modas actuales, o que no interactúen con suficientes personas como para sentirse identificado con alguien.
A mi hijo le cuesta socializar
En ciertos casos, nuestros hijos no demuestran las habilidades sociales básicas para relacionarse con los demás. Es probable que presenten otras formas de comunicación, en ocasiones desarrolladas a partir de comportamientos o influencias que percibe en el hogar, y, en esta situación, es necesaria una intervención psicológica a tiempo.
Mi hijo tiene miedo de relacionarse con los demás
El miedo a relacionarnos con los demás puede desencadenar en ansiedad y en una fobia social. De esta forma, debemos entender que las situaciones de interacción social suponen un esfuerzo para nuestros hijos y, en muchos casos, las inseguridades son un impedimento.
¿Cómo ayudar a tu hijo a hacer amigos?
Si mi hijo no tiene amigos, ¿cómo puedo ayudarle? Existen varias formas en las que los padres pueden convertirse en un apoyo para mejorar la situación social de sus hijos y ayudarles tanto a aumentar su autoestima como favorecer encuentros sociales donde se sientan cómodos y seguros para interactuar con otras personas.
Incentivar los avances
Hay ciertas actitudes por parte de los padres, como influir en sus elecciones o su comportamiento en el momento de relacionarse con otros, que pueden perjudicar la creación de su círculo social y transformar la forma en la que interactúa con los demás. La forma de suponer un apoyo para nuestros hijos es animar e incentivar cualquier tipo de avance que haga, por pequeño que sea, e interesarnos por sus actividades.
Promover actividades sociales
Es fundamental incentivar a nuestros hijos para que salgan y realicen actividades que requieran interactuar con los demás. De esta forma, también aumentamos los círculos sociales con los que se pueden sentir identificados. Algunos ejemplos son asociaciones y grupos específicos, clases particulares grupales, campamentos o deportes en equipo.
Buscar ayuda psicológica
Si mi hijo no tiene amigos y no encuentro ninguna forma de ayudarle o tampoco muestra ninguna actitud receptiva para que le ayude, lo ideal es buscar una ayuda externa por parte de un especialista. De esta forma, al sentirnos incapaces de actuar o ante una falta de comunicación, la intervención psicológica es el mejor paso para evitar empeorar la situación.
En nuestra clínica, ofrecemos diferentes metodologías y terapias para ayudar a tu hijo a relacionarse y que crezca en las mejores condiciones posibles.