El laberinto de la vida… no tiene puerta de entrada, ni puerta de salida…
porque ya estás dentro.
El laberinto de la vida… no tiene ni anverso, ni reverso… ni tan solo
centro al que ir…
En el laberinto de la vida… todo camino que escojas, no será nunca
el definitivo… porque este siempre… siempre… se bifurcara en otro…
En el laberinto de la vida… tampoco hay caminos correctos o incorrectos…
porque en realidad… no hay ningún lugar al que llegar…
En el laberinto de la vida… recuérdate a cada instante… que el camino…
el camino en si mismo… es ya tu verdadero destino.