No todo el conocimiento de la vida se encuentra en libros o museos, hay cosas que solo se pueden aprender viviéndolas.
En el mundo en el que vivimos se cometen atrocidades diarias y no hay nada que podamos hacer para evitarlas. Talvez muy en el fondo tampoco nos importen realmente, debido a que no nos afectan directamente.
Lo que sucede es que no comprendemos lo que es un secuestro sin haberlo vivido o un huracán sin haberlo sufrido. Cada persona se forja por sus experiencias personales, buenas o malas.
Se puede aprender mucho más de una persona por lo que está en su corazón y alma, que por lo que está en su mente.