Como ya hablamos en otro artículo, la anorgasmia es la dificultad para alcanzar el orgasmo o no haberlo experimentado nunca. Recapitulando, las principales causas de la anorgasmia son la falta de autoconocimiento, la necesidad de control o miedo al descontrol, una actitud negativa hacia el sexo (erotofobia) o la desconcentración, entre otras.
Aquí te explico más: Anorgasmia: qué es y cuáles son sus causas.
Cuando hay dificultades en llegar al clímax se ve que la persona tiene una parte controladora que no solo se manifiesta en el sexo sino en muchas otras áreas de tu vida. Por eso, en la terapia sexual suelo indagar mucho esta parte y cómo afecta en todos los ámbitos. Como suele ocurrir, al final, de lo que menos hablamos en terapia es de sexo. No lo dejamos de lado, pero sirve para ver que hay otras partes que confluyen unas con otras y la terapia sirve para cada persona de una manera diferente.
Aunque si te cuesta dejarte llevar durante el sexo y/o en general, lo más recomendable es que acudas a terapia, en este artículo, me gustaría darte algunas claves que puedes llevar a cabo para modificar esta parte y que puedas disfrutar mucho más de tu vida sexual.
Cómo llegar al orgasmo: 9 cosas que puedes hacer.
- Infórmate.
Como decíamos una de las causas principales de la anorgasmia es la falta de conocimiento sobre cómo son y cómo funcionan nuestros genitales. Me sorprende y, a la vez no, la cantidad de personas que no conocen su cuerpo y la anatomía exacta de sus genitales. Nunca se los han mirado por diversos motivos. Puedes consultar a profesionales de la sexología para que te lo expliquen o investigar por tu cuenta (asegurándote siempre de que recurres a fuentes fiables).
- Conócete.
Una vez sepas cómo son a nivel teórico tus genitales, cuál es la anatomía de la vulva y de la vagina, coge un espejo de mano y mira tu propia vulva. Hazlo con una mirada amable y sensual. Has de saber que ninguna vulva es igual que otra, al igual que ninguna nariz es igual a la de otra persona. Ninguna vulva es fea, todas son distintas y hay una gran diversidad en las vulvas. Evita las comparaciones.
- Cambia la relación con tus genitales.
Si la mirada que tienes hacia ellos es poco amable y desde el asco o la culpa es muy poco probable que dejes que disfruten y que tú te abandones al placer. Además, me gustaría señalar que los juguetes sexuales pueden generar habituación (como la pornografía). Son maravillosos y nos abren un mundo de posibilidades al placer, pero hacen que nos acostumbremos a una estimulación muy intensa y que además hace que no estemos en contacto con nuestro cuerpo. No abandones la conexión con tu cuerpo y vuelve a tocarte con las manos.
- Evita la pornografía.
Usa tu imaginación en la masturbación. Será más que normal que, al principio, te cueste un poco más llegar al orgasmo cuando te des placer a ti misma o a ti mismo. Pero, como hemos explicado, tu cerebro ya está condicionado a imágenes muy fuertes y ahora toca pavimentar tus conexiones neuronales de otra manera.
- Sé consciente de tu cuerpo.
Vamos en automático a todas partes, con prisas y sin pararnos a pensar en cómo está nuestro cuerpo. En qué posición está, qué sensaciones tiene en este momento o cuál es su temperatura, son cosas que ni se nos pasan por la cabeza preguntarnos. Cuando camines pon la atención en cada pisada, cuando te duches siente las gotas de agua recorriendo tu cuerpo o cuando te tumbes en la cama siente cómo se relajan tus músculos. En general, “¿cómo está mi cuerpo?” es una pregunta que te puedes hacer varias veces a lo largo del día.
- Rodéate de erotofilia.
Puede que hayas crecido y permanecido en un entorno con unas ideas muy rígidas y moralistas sobre la sexualidad. Como no puedes cambiar tu entorno de la noche a la mañana, te puedes informar recurriendo a otras fuentes. Existen cantidad de libros que hablan sobre sexualidad desde un punto de vista erotofílico, es decir, desde un punto de vista positivo del cuerpo, el placer, las vivencias, la intimidad, etc. En mi ebook te hablo más desde esta perspectiva y lo puedes ver aquí.
- No busques el orgasmo.
Ten en cuenta que a más busques el orgasmo, más lo alejas. La presión por llegar hace que a tu cabeza acudan pensamientos del tipo “tengo que llegar”, “si no llego esto me va a saber a poco” o “tengo que llegar para que esta persona se quede satisfecha”. Al tener ahí tu cabeza, tu cuerpo dejará de sentir. En ocasiones, puede ocurrir que la pareja sexual, sin querer, insiste en que llegues y puedes sentir presión por ello. Solución (fácil o difícil, según se mire): háblalo con ella.
- Comunícate.
Cuando la causa en una estimulación inadecuada o que no te está gustando la responsabilidad de comunicarlo es tuya. No puedes hacer responsable a la otra persona de que no sabe hacerlo o que lo hace mal. Cada vulva y cada clítoris se puede estimular de diversas maneras, por lo que esa persona que te quiere dar placer lo hace a través de lo que ya conoce y no tiene por qué coincidir con la manera que te gusta a ti.
- Ve a terapia sexual.
Por regla general, insisto, la mayoría de personas que atiendo con este problema tienen unos patrones de conducta que no solo en su sexualidad, sino en su vida, en general, son disfuncionales. Lo que ocurre es que esos patrones también salen a la luz cuando estamos en la intimidad, tanto a solas como con una pareja sexual. La terapia te ayudará a ver cuáles son esos patrones y empezar a cambiarlos.
Conclusiones.
Para llegar al orgasmo necesitamos dos cosas: una estimulación adecuada y la desinhibición necesaria para abandonarnos al placer. Si estamos en tensión (y esto va también por las personas con pene) o con la cabeza en otra parte, esa desinhibición no se va a dar. Y, normalmente, es aquí donde está la raíz del problema.
Me he enfocado más en las mujeres porque la anorgasmia es más frecuente en ellas. Sin embargo, también ocurre en hombres. En su caso, tiene más que ver con el dejarse llevar y sentir y no tanto por una falta de autoconocimiento. Al fin y al cabo, a las mujeres se nos ha penalizado mucho más el practicar la masturbación desde pequeñas y se nos ha inclinado más a ver nuestros genitales como algo sucio, que no hay que mirar y, mucho menos, amar.
¿Te cuesta llegar al orgasmo?
Si tienes complicaciones para llegar al orgasmo, tanto si eres hombre o mujer, te puedo ayudar. Con la terapia sexual podemos ver cuáles son las causas y cómo podemos trabajar sobre ellas para que disfrutes del sexo más y mejor, así como que te permitas conocerte y satisfacerte. Puedes pedir cita aquí.
Referencias bibliográficas
Cano Arango, D. M., Franco Arango, E. C., & Moreno Gomez, S. M. (2019). Abordajes terapéuticos en mujeres con anorgasmia: Una revisión integrativa.
Fernández-Muñoz, M. C. (2016). Programa de intervención en anorgasmia masculina.
Lombardía, A (2022). Hablando con ellos, la sexualidad de los hombres hetero. Anaya.