“Yo me quería un poco más a mí mismo que al principio del viaje y el mundo, contra toda razón, me pareció benévolo ese día.”
La autoaceptación y la autoestima están entrelazadas de manera íntima en el viaje hacia el amor propio y la plenitud personal. Una no puede existir sin la otra.
La autoaceptación es el acto de reconocer y abrazar todas las partes de uno mismo, tanto las fortalezas como las debilidades, las virtudes y los defectos. Es un proceso profundo de reconocimiento de nuestra humanidad y la aceptación de quiénes somos en nuestra esencia.
La autoestima, por otro lado, se refiere al valor que nos atribuimos a nosotros mismos. Surge de la manera en que percibimos y evaluamos nuestras propias capacidades, logros y valía como individuos. La autoestima saludable se construye sobre una base de autoaceptación sólida.
Cuando nos aceptamos a nosotros mismos incondicionalmente, incluso en nuestras imperfecciones, fortalecemos nuestra autoestima. Nos liberamos del peso de las expectativas irracionales y del autojuicio constante. En lugar de luchar contra nuestras imperfecciones, aprendemos a abrazarlas como parte integral de nuestra identidad.
La autoaceptación nos permite reconocer que somos seres imperfectos, pero igualmente valiosos y merecedores de amor y respeto, tanto de nosotros mismos como de los demás. Nos permite cultivar una relación más compasiva con nosotros mismos, permitiéndonos cometer errores y aprender de ellos sin juzgarnos con dureza.Cuando nos aceptamos a nosotros mismos, también nos volvemos más auténticos en nuestras interacciones con los demás. Ya no nos sentimos obligados a ocultar partes de nosotros mismos por temor al rechazo o la crítica. En cambio, podemos mostrarnos tal como somos, con confianza y autenticidad.
La autoaceptación no implica resignación o complacencia, sino más bien un compromiso consciente con el crecimiento personal y el desarrollo continuo. Nos permite reconocer nuestras áreas de mejora sin que esto afecte nuestra autoestima. En lugar de sentirnos derrotados por nuestros defectos, los vemos como oportunidades para crecer y evolucionar.
¿Qué es realmente la AUTOESTIMA?
¿Sabías que la autoestima es como un músculo y que la puedes entrenar?
LA AUTOESTIMA ES UN SENTIMIENTO VALORATIVO DE NUESTRO SER, DE QUIENES SOMOS, DEL CONJUNTO DE RASGOS FÍSICOS, MENTALES Y ESPIRITUALES QUE CONFIGURAN NUESTRA PERSONALIDAD. ESTA SE APRENDE, CAMBIA Y LA PODEMOS MEJORAR.
Puedes tener un nivel de autoestima sano pero más a menudo de lo que te gustaría, te falla y te abandona. Los sucesos negativos que nos pasan absorben más nuestros sentidos pues son más desagradables que las cosas positivas, por ello les damos más importancia de la que merecen y no nos fijamos en lo bueno con igual intensidad. Todas las personas tenemos cosas positivas y todos cometemos errores o tenemos días fl ojos. La clave está en darle a cada cosa el justo valor que tiene, ver los errores como maneras de aprendizaje y reconocer las cosas buenas que poseemos. También podemos aprender a queremos a nosotros mismos cuidándonos con más mimo y dándonos gustos.
La autoestima es la opinión emocional profunda que cada uno de nosotros tiene de sí mismo y que sobrepasa en sus causas a la racionalización y a la lógica. También se puede expresar como el amor que sentimos por nosotros mismos.
LA FALTA DE AUTOESTIMA SUELE SER EL SÍNTOMA MÁS COMÚN EN LAS NEUROSIS O EN LOS TRASTORNOS EMOCIONALES O CONDUCTUALES, Y ACOSTUMBRA A SER EL PRIMER ASPECTO QUE SE TRABAJA EN LA MAYORÍA DE LOS PROCESOS TERAPÉUTICOS.
La ausencia de autoestima impide la búsqueda del sentido de la vida, genera problemas de identidad y dificultades para conectarse con intereses auténticos. La falta de confianza en uno mismo induce a la necesidad de compararse e identificarse con modelos sociales, e impide comprender que cada persona es única y diferente, y que lo único comparable es nuestro potencial con respecto a nuestro rendimiento.
Por eso el autoconocimiento de nosotros mismos, nos lleva a mirarnos de verdad, sin ocultar nada, aceptarnos tal y como somos. En el momento que nos aceptamos podemos deconstruir las partes que hemos descubierto y que no vibramos en ella, ahí es cuando necesitamos la ayuda externa bien para:
- Sanar Heridas Infantiles
- Creencias Limitantes
- Traumas
De esta manera a la vez que desmontamos el personaje o personajes que hemos llevado vamos construyendo nuestra nueva autoestima, conectados a nuestra esencia a nuestro verdadero potencial.
La persona que se valora es valorada también por los demás, porque estos son el espejo de la propia conducta. Para valorarse hay que respetarse, y para ello es necesaria la unidad de criterio con lo que hacemos, decimos y pensamos. La coherencia interna es la basa más poderosa para comenzar a edifi car la autoestima, porque esto nos permitirá creer en nosotros, tener confi anza en nosotros mismos, querernos, valorarnos y estar orgullosos de nuestro comportamiento. De la misma manera que valoramos a las personas que poseen estas cualidades, también valoraremos a la persona que somos y que aún permanece oculta detrás de la máscara de la baja autoestima.
Tres aspectos básicos de la autoestima
Nuestra forma de percibir el mundo está ligado íntimamente con nuestra forma de percibirnos. Por ello, lo que acabará determinando tener una vida plena y satisfactoria o una llena de penalidades será nuestra capacidad de amarnos a nosotros mismos, por ello si cambio mi percepción y autoconciencia sobre mi, mi mundo exterior también lo percibiré de manera diferente.
Solemos poner fuera de nosotros la referencia de nuestra valía, valemos «lo que nos dicen los demás que valemos». Sin embargo, es necesario recuperar ese poder, ser capaces de desarrollar la capacidad de valorarnos desde dentro de cada uno de nosotros. Para ello empezamos desde tres aspectos básicos:
Toma de conciencia
. La conciencia o autoconciencia es el estado mental en el que nos damos cuenta de cuáles son nuestros pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Como la autoestima es un refl ejo de nuestros pensamientos y de lo que sentimos hacia nosotros mismos, es necesario ser consciente de lo que ocurre en nuestra mente. Cuando nos damos cuenta de que nuestro diálogo interior no deja de juzgarnos por lo que decimos o lo que hacemos, es precisamente el momento en el que podemos hacer algo.
Haz una lista de ese diálogo interior, de esos juicios que haces hacia ti.
Elección
. Aprenderemos a diseñar pensamientos nuevos que refuercen nuestra autoestima y nuestra confianza.
Ahora coge la lista anterior y transforma todos esos juicios negativos en positivo
Cambio
. En esta fase pondremos en práctica los pensamientos que diseñamos con los ejercicios del apartado anterior, transformando tu diálogo interior, tus emociones y tu comportamiento.
Lleva esa lista contigo siempre y cuando te vayas a esos pensamientos negativos, saca tu lista respira y léela, incluso si puedes hazlo en voz alta.
Los 4 pilares de la Autoestima
Hay cuatro pilares fundamentales de la autoestima:
La autoaceptación
La autoconfianza
La autocompasión
La autodeterminación
Cada uno de estos pilares es esencial para tener una visión positiva de uno mismo y para enfrentar la vida de manera saludable.
El primer pilar la AUTOACEPTACIÓN es realmente el que da pie al desarrollo pleno de los otros tres. Como vemos al inicio la autoaceptación es el acto de reconocer y abrazar todas las partes de uno mismo, tanto las fortalezas como las debilidades, las virtudes y los defectos.
Es un proceso profundo de reconocimiento de nuestra humanidad y la aceptación de quiénes somos en nuestra esencia. Para abrazar todas mis partes tengo que desarrollar la AUTOCOMPASIÓN, para poder realmente perdonarme y comenzar a trabajar la AUTOCONFIANZA, desde ese perdón y la AUTODETERMINACIÓN de querer estar mejor conmigo y al estarlo conmigo, lo estaré con los demás.
«La autoestima es el cimiento sobre el cual construimos nuestras fortalezas y superamos nuestros desafíos.»
Mayka Zabala
Terapeuta Holística
Coach – Mentora en Autoestima y Dependencia