La dependencia del otro para vivir, es necesaria en cierto grado, pero por otra parte puede llegar a convertir dichas relaciones, en relaciones de poder. Históricamente la mujer ha dependido del hombre por motivos culturales, sociales y políticos diversos, también por motivos biológicos, ya que la mujer se ha encargado de la reproducción y el cuidado de los niños, dependiendo del sustento económico ofrecido por el hombre, en el modelo tradicional de pareja.
Estas circunstancias históricas y culturales, han facilitado el convertir estas relaciones en relaciones de resignación hacía el maltrato, la denigración y la humillación femenina, cuando nos creemos culpables de no amar a quien nos hace daño.
A menudo cómo mujeres perdonamos al hombre su crueldad o su apatía, sintiendo que somos todo para él, lo cual nos ofrece una identidad valiosa. También frecuentemente, la mujer cree que podrá cambiar al hombre con su amor en el futuro, una ilusión de control, basada en el efecto Zeigarnik, (la búsqueda de un final feliz a una situación del pasado vivida desde la frustración y el dolor, posiblemente una relación parental vivida en la infancia).
El hombre, también es víctima de estos modelos y de su propia infancia, pues se vuelve violento o solitario, al reconocerse vulnerable en su necesidad de depender de la mujer, puesto que toda persona necesita de la asistencia ajena. El modelo masculino ha promovido en el hombre el valor de la autosuficiencia por encima del de compartir, necesitar, dar y recibir, más considerado como tradicionalmente femenino.
Tomar la vida como un pulso con el poder impide amar. Sólo podemos hablar de amor cuando este se nutre del respeto a la alteridad y esto exige soportar la soledad y la pérdida. También será necesario para aprender a amar, analizar las heridas del pasado, entendiendo así nuestros modos de vincularnos con los demás (conocimiento relacional implícito y explicito).
La mujer de hoy puede construir una identidad valiosa en sí misma a través del autoconocimiento, el análisis de su familia de origen y su rol dentro de la misma, la exploración de sus relaciones con otras mujeres y con los hombres, sus relaciones de pareja, su sexualidad y el sentido de su vida (formación, trabajos y crecimiento personal a través de compromisos, pasiones y deseos personales, que no siempre son satisfechos).
Las mujeres podemos explorar de un modo crítico de dónde venimos, qué nos ha ido pasando por el camino y hacía donde queremos ir. A menudo el deseo de la mujer de ser salvada, el ideal romántico de que un hombre las va a proteger y valorar, convierte a las mujeres en víctimas de su propio deseo de amor, un amor ilógico, irresponsable e inmaduro, que ocasiona infelicidad tanto en hombres, como en mujeres.
La pintora Frida Kahlo, es un ejemplo de lucha por la autonomía afectiva. Ella fue una mujer valiente, original y creativa, que expreso en sus cuadros, todas las contradicciones y dificultades de vivirse como mujer, algo que ella logro realizar, sobreviviendo a enfermedades (32 operaciones tras el atropello de un autobús a los 18 años y poliomelitis a los 6 años), accidentes, abortos e infidelidades de su pareja. Lo logro a través de dibujos, pinturas y autorretratos, en los cuales podía integrar aquello que le originaba sufrimiento, salió adelante gracias a su pasión por la pintura y por la vida.
Otra forma de vivirse en posible si se descubren todos estos aspectos sociales, culturales y generacionales, muchas veces aprendidos de forma inconsciente y que están a la base de todo el malestar y la problemática femenina que va desde la violencia de género, hasta la autocompasión por ser mujer. La autodeterminación y la voluntad para reaprender a vivir es una puerta que ofrece el psicoanálisis a través de una experiencia emocional correctiva con otro ser humano, que escucha, comprende, valida y orienta.
Como dijo Frida: «Recuerda que cada tic, tac, es un segundo de la vida que pasa y que no se repite, hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que el único problema es el de saberla vivir. Que cada un@, lo resuelva como pueda».