Comienza un nuevo año y con ello nuevos propósitos. Las redes sociales se llenan de vídeos de gente explicando sus deseos y objetivos para el año que entra y de memes y chistes sobre los objetivos que se quedaron sin cumplir. En las celebraciones brindamos y pedimos deseos.
Pero, ¿qué hacemos luego a lo largo del año para que nuestros deseos se cumplan? ¿Por qué fracasamos la mayoría de las veces en la consecución de nuestros objetivos? Nos hacemos diversos propósitos de año nuevo y se van diluyendo según pasan los meses, tanto, que ni te acuerdas de lo que te propusiste.
En estos primeros días del año, queremos escribir sobre los propósitos de año nuevo. Te explicaremos en qué puedes estar fallando y qué criterios debes seguir para lograr, esta vez, tus metas.
¿Por qué fallan los propósitos de año nuevo?
¿Eres de los que se escriben los nuevos propósitos en un papel? El ingrediente principal para no fracasar a la hora de establecer propósitos de año nuevo es el compromiso. Tenerlos escritos, a algunas personas, les hace afianzar dicho compromiso, pero, claro, no es garantía de que tus deseos se cumplan.
Por normal general, estos propósitos se quedan almacenados en algún lugar de nuestra memoria, en una hoja de papel o en notas de nuestro móvil porque son demasiado generales. Al ser demasiado generales, las expectativas pueden ser demasiado altas y no les damos una planificación y, sin planificación, no estamos dando pequeños pasos necesarios para alcanzar el objetivo establecido.
5 pasos para establecer buenos propósitos de año nuevo.
Para establecer buenos propósitos de año nuevo, es decir, propósitos que vayas a cumplir, es necesario que sigas los siguientes cinco criterios:
1. Que sea específico.
Como decíamos, nos solemos proponer cosas muy generales. Por ejemplo, hacer deporte. Es demasiado general. Tendrás que especificar qué deporte quieres hacer, cuántos días a la semana lo quieres practicar, etc. Evita la ambigüedad o las vaguedades (Ej.: ser feliz). Ah, y evita también confundir objetivos con deseos. Que sea algo que pueda tener respuesta a la pregunta: ¿para qué quiero hacer esto? Ej.: para llevar una vida más saludables, para mejorar mi estado de ánimo,…
2. Que sea medible.
Para aumentar la motivación a la hora de lograr un objetivo resulta muy útil que sea algo que podamos medir, contar, registrar,… Siguiendo con el ejemplo del deporte, puedes medirlo por días de la semana que lo practicas o conseguir hacer un ejercicio en concreto, dependiendo cuál sea tu meta a largo plazo. Es decir, algo que una vez logrado puedas marcar un check. Si, por ejemplo, tu propósito es dejar de beber alcohol por completo tendrás que llevar un registro de los días o meses que has cumplido con esto.
3. Que sea alcanzable.
A lo mejor no beber nunca más no es algo realista según el entorno que te rodee o pretender correr una maratón según el tiempo del que dispongas para entrenar, tampoco. Ponte objetivos que sean alcanzables, no pongas las expectativas muy altas. De lo contrario, te frustrarás y desistirás en tu propósito demasiado pronto.
4. Que te suponga un reto.
Por el otro lado, si te pones objetivos muy fáciles de alcanzar (ej.: leer un libro al año), quizás esto no suponga un reto para ti y no tendrás ninguna motivación. El peligro de esto es que lo veas tan fácil que no te pongas a ello nunca. Por ejemplo, si te cuesta sacar tiempo para leer y te gustaría leer más, quizás un objetivo realista y relevante al mismo tiempo sea leer 10 libros al año.
5. Que sea temporal.
Que tengo una fecha de inicio y una fecha de fin. Normalmente, los propósitos de año nuevo comienzan el 1 de enero (aunque hay quien lo retrasa hasta después de las fiestas) y acaban al final de ese mismo año. No tiene porque ser así. Dentro de un periodo puedes meter un objetivo medible, alcanzable y relevante para ti, como, por ejemplo, asistir a clases de bachata antes de abril.
En conclusión…
Estos criterios corresponden a la llamada técnica SMART, que corresponden a la siglas en inglés de: specific, measurable, achievable, relevant y time-bound). Se trata de un método para establecer objetivos claros y realistas. En definitiva, si la mayoría de nuestros propósitos de año nuevo fallan es porque somos demasiado imprecisos y las metas no las tenemos claras. Es importante que tomemos decisiones de manera consciente y que sepamos bien cuáles son nuestros de deseos más genuinos. Aunque no es tarea fácil, esto te ayudará en tu autocuidado y en tu crecimiento personal.
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Referencias bibliográficas.
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Janssen, C. H. C. (2024). La introducción de objetivos SMART en un entorno educativo. Educación Química, 35(2), 100-107.
Hayes, S. C. (2013). Sal de tu mente, entra en tu vida. Desclée de Brouwer.