Todos quieren tener más energía. Adivina ahora qué función del cuerpo humano exige más energía que ninguna otra: la DIGESTIÓN DE LOS ALIMENTOS. ¿No es interesante? ¿Nunca te has sentido con sueño después de una abundante comida? ¿Quién no? Esto sucede porque toda la energía está concentrada en el procesamiento de los alimentos. La digestión consume más energía que correr, nadar o andar en bicicleta. De hecho, no existe nada que exija más energía que la digestión de los alimentos.
Esta energía es decisiva para la importantísima desintoxicación (eliminación de desechos tóxicos) del cuerpo. Si podemos eliminar regularmente los desechos de nuestro cuerpo, perderemos peso regularmente y no volveremos a aumentarlo. Para eliminar se necesita energía, y el ciclo de eliminación es de suma importancia. El cuerpo no puede eliminar los desechos tóxicos sin nuestra cooperación, y la forma en que debemos ayudarle es proporcionándole en forma constante energía fácilmente accesible. Tal es la forma de ser sano y esbelto: poner a disposición del cuerpo una cantidad de energía suficiente para que pueda encargarse de su desintoxicación. Si la digestión de los alimentos consume más energía que ninguna otra función corporal, de ¿dónde te parece que tenemos más probabilidades de liberar algo de energía para usarla en otras cosas? De nuestro aparato digestivo, naturalmente.
Y aquí entra en juego la correcta combinación de los alimentos. Ésta se basa en el descubrimiento de que ciertas combinaciones se digieren con más facilidad y eficacia que otras. Los buenos resultados obtenidos de los principios de combinación de los alimentos se pueden explicar y fundamentar por los hechos de la química fisiológica, y especialmente de la química de la digestión. La energía es la clave, y nada favorece más el proceso de la digestión, llevando la energía a un nivel óptimo, que la adecuada combinación de los alimentos.
Cualquiera que piense que este programa obtiene éxito porque aporta menos calorías que una dieta común ha entendido todo al revés. Con solo disminuir la ingestión de calorías no se logrará la pérdida de peso deseada si las calorías consumidas provienen de alimentos desnaturalizados, mal combinados, tóxicos y obstructivos como, por ejemplo, la proteína animal. Por eso este programa ha tenido tal éxito con tantas personas, muchas de las cuales solían contar religiosamente las calorías: porque es un cambio de estilo de vida que no tiene nada que ver con la estadística de las calorías.
El razonamiento que fundamenta la prescripción de no comer más que fruta por las mañanas se relaciona estrechamente con el funcionamiento eficiente de los ciclos corporales. Y éste es el mejor momento para volver a echar un vistazo a estos ciclos y ver exactamente por qué. Como lo que nos interesa para rebajar de peso es no bloquear el ciclo de eliminación destacaremos su importancia empezando por respetarlo: comer nada más que frutas en la mañana y bien combinadas.