Qué son las relaciones tóxicas, quizás te preguntaras, o quizás estás viviendo en alguna relación tóxica en estos momentos de tu vida. Vamos a indagar un poquito más sobre este tema, de manera que podamos abrir una ventana a nuevas preguntas, nuevos planteamientos. Si sientes que este es un tema que te ocupa en este momento vital, te invito a que puedas reflexionar y preguntarte para qué estás pasando por eso, qué aprendizajes puedes sacar de la experiencia, y lo más importante…
¿Cómo salir de relaciones tóxicas?
Hay personas que se encuentran inmersas en relaciones tóxicas, muchas veces de pareja, otras veces de padres e hijos. ¿Y esto por qué crees que pasa? Cuál es el motivo para llegar a crear una relación dañina e insana. Bien, pues nos tendremos que retrotraer a esa época de la niñez en dónde se crearon las primeras relaciones. De los 0 a los 7 años es el tiempo más importante en la construcción de lo que será nuestra personalidad futura, o al menos esa base con la que nos moveremos de mayores. Salvo que nos atrevamos a modificar y sanar esos patrones o creencias.
Las primeras personas con las que creamos los primeros lazos de amor y vínculo son los padres, en especial la madre. Posteriormente, quizás haya hermanos, hermanas que sean nuestros primeros vínculos cercanos y de importancia. Y es aquí donde se van a forjar lo primeros aprendizajes, nuestros padres o referentes fueron los primeros modelos en los cuales nos fijamos para empezar a caminar. Fue el lugar en donde aprendimos a relacionarnos e interactuar. Desde la corriente sistémica tendemos siempre a preguntar e indagar en el pasado de la persona, de manera que ahí vamos a encontrar muchas respuestas, o sea, las caucas de las consecuencias que estamos viviendo hoy en día. Recuerda que no hay nada que pase por casualidad, ni hay nada que se genere en el vacío, todo tiene un por qué y un motivo de ser y viene de nuestro pasado, te diría que incluso de nuestra alma.
Pongamos un ejemplo…
Imaginaros una niña nacida en un entorno conflictivo, con dificultades económicas que llevan a que la relación de pareja sea difícil, tensa y caótica. Esa niña no tiene aún capacidad de razonar y filtrar aquello que hay a su alrededor, sólo es piel, sentir y emoción. Debido a estos factores, va a vivir la energía de conflicto y agresividad de los adultos. Sus padres no saben comunicarse desde la calma, sino que se comunican a gritos, con reproches, peleas y negatividad. Por lo tanto, sus primeros modelos son esos, y al no poder reflexionar ni pensar en cuanto a que esta no es la única manera de comunicación, aprenderá de dicho modelo y en su vida lo va a reproducir allá donde vaya.
Esta niña se va haciendo mayor, empieza a tener amistades; por su forma de hacer atrae adolescentes que también se mueven desde el conflicto y la dificultad. Por lo que reproduce la energía vivida en casa. Más adelante tiene un novio, y con este novio reproduce sin darse cuenta y de manera inconsciente la misma forma de relacionarse que tiene su madre con su padre. Y así se perpetúa una forma de hacer conocida, que mantiene a esta chica en la zona de conocida y medio segura de conflicto que le es cercana y donde se mueve bien.
Esta historia podría seguir, sólo es un ejemplo de algunos casos que he atendido, en donde la mujer necesitaba encontrar nuevas formas de vivir, de relacionarse más sanas, más tranquilas y amorosas.
Algunos tips:
1. Obsérvate.
Busca momentos de calma en donde puedas parar, respirar y observar cómo te sientes. Esto es básico para cualquier situación. Esto te permitirá mirar un poco hacia adentro y escuchar que hay. Quizás esto te de un poco de miedo, pero como dicen “el que algo quiere, algo le cuesta”. Sería como empezar a limpiar la casa, que cuando te pones te da mucha pereza, pero cuando has terminado…. ¿Y lo bien que te sientes????
2. Observa los paralelismos.
¿Actualmente tienes alguna relación que tenga semejanzas o paralelismos con relaciones que tuviste de niña? Estoy segura que, si estás viviendo alguna relación tóxica, puede haber alguna relación similar de cuando eras pequeña que estás reproduciendo sin darte cuenta. Poner luz sobre esto hace: 1. Que vayas del inconsciente al consciente, que pongas luz sobre aquellas partes oscuras de tu vida, y Cuando podemos luz, podemos hacer algo con eso, se puede generar el cambio.
Imagina que vas por la calle y ves que todo el mundo te mira: te miran porque has salido a la calle con el pijama, pero tú no te has dado cuenta, estabas tan dormida que no has parado atención en eso. Bien, pues sólo poniendo consciencia podrás empezar a poner soluciones a eso, y ¿Qué pensarás? <Tengo que volver a casa, cambiarme y ponerme ropa de calle y volver a salir>. Sería una situación un poco cómica, pero es para que entiendas que si pones luz ahí, puedes ver lo que te está pasando, actuar en consecuencia y cambiar la situación.
3. El no puedo no existe.
Tal cual; el no puedo no existe. En el momento que decimos “no puedo” estamos poniendo barreras a nuestro propio camino de sanción en la vida, se trata de barreras mentales que bloquean y limitan.
Si puedes, todo es posible y el cambio es posible, y te lo dice alguien que ha recorrido un camino con muchas piedras y muchos escollos, y aquí estoy, tratando de ayudar a encender velas y linternas en el camino de otras mujeres que, como yo, lo pasaron o lo están pasando duro. ¡Sí puedes y lo vas a hacer, vas a ser feliz por ti!
4. Toda relación trae un aprendizaje.
Por dura que sea una relación, por difícil que parezca una situación, siempre, siempre… hay un aprendizaje que extraer. ¿Cuál es el problema? que cuando nos duele algo, cuando sufrimos, no somos capaces de poder ver el pozo en donde estamos metidas y ahí es interesante dejarse ayudar; para tomar distancia, para ver el problema desde diferentes perspectivas, poder sacar ese aprendizaje profundo de alma que siempre está, sólo que a veces cuesta un poquito verlo, pero es posible y se puede ver si pones la intención.
5. El poder está dentro de ti.
No dejes que nadie te diga “va con esta edad para que cambiar, para qué hacer nada…” nunca es tarde si la dicha es buena. Recupera el poder inmenso que está dentro de ti, recupera tu responsabilidad sobre tu propio proceso y sobre tu vida. No esperes que venga alguien de fuera a solucionar lo que debes hacer por ti misma. Y no digo que no puedas ir a hacer alguna terapia, yo acompaño a muchas mujeres en su proceso de sanación. Lo que digo es que TÚ debes hacer los pasos y el camino, las terapias están para acompañarte en ese camino pero la vida pasa fuera de la sesión, la sesión solo abre puertas que tú debes atravesar por ti misma con tu poder interno, el de tu alma y el del Universo que está ahí para ayudarte. Como dijo Paolo Cohello en su libro El Alquimista “Cuando quieres algo, el Universo se confabula para ayudarte a conseguirlo”.
Como ves, la vida está llena de posibilidades y de regalos si estás dispuesta a mirarlos, cogerlos y abrirlos. Están ahí para ti, porque el Mundo es maravilloso y está esperando a que le des alas a tu imaginación. Sé amor en acción.