Las adicciones de todo tipo son un problema en la salud mental en nuestra sociedad. Por norma general, se le ha dado mayor importancia a aquellas adicciones que tienen que ver con sustancias (alcohol y otras drogas). Sin embargo, en los últimos años han aumentado las adicciones a ciertas conductas como a los videojuegos, a las nuevas tecnologías o a la pornografía.
La incidencia del trastorno por adicción es bastante alta y el mayor problema es que mucha gente no reconoce que sufre una adicción. En el artículo de hoy os quiero explicar qué es una adicción, cuáles son sus principales síntomas y cómo se genera, para ayudarte a saber si tienes una adicción.
¿Qué es una adicción?
Para mí, lo que mejor define una adicción es cuando se consume una sustancia o se lleva a cabo una determinada conducta adictiva no por buscar placer, sino por quitar el malestar que produce no consumir o no llevar a cabo algo. Por ejemplo, una persona fumadora ya no fuma por placer, sino por eliminar el mono que le provoca no hacerlo. Por otro lado, una persona con adicción al sexo buscará las relaciones sexuales para no sufrir el malestar psicológico que le genera no tenerlo.
Por lo tanto, una adicción es una conducta sobre la que hemos perdido el control y que realizamos de manera compulsiva, incluso aunque dicha conducta sea perjudicial. Además, puede ser perjudicial no solo para la salud sino a otros muchos niveles. Una adicción afecta, sobre todo, a tus relaciones familiares, sociales y románticas, además de otras áreas como la laboral y la personal.
Si tienes una adicción tienes un deseo muy fuerte por consumir. Si no puedes hacerlo, sufres los síntomas típicos del síndrome de abstinencia. Estos síntomas dependerán del tipo de sustancia que consumas, pero, por lo general, suelen ser los efectos contrarios a los que la sustancia produce. En caso de que la adicción sea a una conducta la abstinencia suele manifestarse en forma de ansiedad. Cuando estos síntomas se hacen patentes es cuando podemos decir que tenemos una adicción.
¿Cómo se genera una adicción?
La adicción se va generando cuando necesitas de ciertos estímulos para tener una sensación de bienestar (aunque este se consiga a través de la evitación del malestar). Cuando esto ocurre, se genera una dependencia a la sustancia y/o conducta. Cuando se adquiere una adicción es porque se ha pasado por cinco fases, que son:
- Uso.
Has consumido alguna vez, has probado una sustancia o has visto pornografía en un momento. Dicho momento fue para ti algo muy placentero, algo que quieres volver a repetir. Por otro lado, puedes empezar por evitar un malestar (ej.: cuando tomas un ansiolítico que rápidamente te quita la ansiedad). Empiezas por diversos motivos: presión social, curiosidad, obtener placer, aliviarte o por aceptación social (como, por ejemplo, el tabaco).
- Abuso.
No es lo mismo uso que abuso. En esta fase, el consumo se vuelve continuado. Lo que antes hacías esporádicamente ahora lo haces de manera habitual. Aún no tienes una adicción, pero te la estás jugando. Comienzas a recurrir a ello porque te alivia el malestar o porque quieres volver a experimentar los efectos una y otra vez.
- Tolerancia.
Este es un punto bastante peligroso: el punto de transición a la dependencia. Desarrollas tolerancia cuando necesitas más dosis de la misma sustancia para conseguir los mismos efectos. Tu cerebro y tu cuerpo están cambiando y, en realidad, lo que hacen es adaptarse a las sustancias. Tus neuronas comienzan a fabricar más receptores de los neurotransmisores que provoca la sustancia o conducta para asimilarlos, con lo cual, puede asimilar más. Por ejemplo, en el caso de la adicción al porno, el visionado de escenas genera dopamina y oxitocina. El cerebro genera más receptores de dichos neurotransmisores y eso generará que el cuerpo te pida cada vez más tiempo de pornografía e, incluso, escenas, cada vez, más explícitas e innovadoras.
- Dependencia.
Esta es la fase en la que, si no consumes, sufres el síndrome de abstinencia. Tus receptores neuronales están pidiendo a gritos y, cuando no reciben, el cerebro te manda señales desagradables al cuerpo para que consumas y esos receptores, digamos, se queden tranquilos. Cuando esto ocurre, consumes no para estar bien, sino para dejar de estar mal. Puede que la droga, el porno o el juego ni te gusten a estas alturas, pero consumir es lo único que puedes hacer para equilibrarte de nuevo. Es decir, ya tienes una adicción.
- Adicción.
El consumo tiene consecuencias muy negativas en tu vida. Lo ves, pero no sabes cómo solucionarlo. Has intentado dejarlo varias veces, pero no encuentras el modo. Mientras tanto, sigues consumiendo y ves cómo empieza a afectar a casi todas o todas las áreas de tu vida: a tu trabajo, a tus metas, a tus relaciones, etc. Además, intentas negarlo u ocultarlo a quienes te rodean. Aun así, te refugias en la negación y en excusas infinitas del tipo, “no es para tanto”, “de vez en cuando no pasa nada”, “hoy consumo, que he tenido un mal día” o “hoy consumo, que he tenido un buen día”, “ya lo dejaré”, …
Conclusiones.
Como psicóloga que se ha dedicado a atender todo tipo de adicciones, he visto cómo las personas con este tipo de problema tienen tendencia a tener una conducta adictiva para todo o casi todo. Además, las adicciones graves suelen ir de la mano de otras dificultades psicológicas como la ansiedad, la depresión o el trauma.
El tratamiento de una adicción no es nada fácil. Se trata de un proceso largo y complejo, no es cuestión de unas pocas sesiones de psicoterapia y adquirir unas herramientas para no consumir. La persona adicta consume porque está tapando algo que no sabe manejar y que ha aprendido a gestionar a través de la adicción. Por lo tanto, es necesario hacer una buena evaluación para descubrir qué es aquello que estás tapando y trabajar para aprender a manejar de otra manera, aceptando los baches que hay en el camino y cambiando los hábitos que tengas que cambiar.
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Referencias bibliográficas
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Prado Ortiz de Zúñiga, F. D. (2022). Psicofisiología de las adicciones y procesos cognitivos subyacentes.
