Hoy vamos a hablar sobre los SÍNTOMAS DE ELIMINACIÓN de toxinas que desencadena el organismo cuando el paciente mejora su dieta:
¿Cuál es la relación entre la calidad de los alimentos que consumimos y la recuperación de la salud? Vayamos al grano, cuanto mayor sea la calidad del alimento que consumamos más rápido nos recuperaremos de la enfermedad si se respeta la combinación correcta de los distintos alimentos, el orden especifico (comer en primer lugar los alimentos de digestión fácil, en segundo lugar los de digestión compleja y en último lugar los alimentos más concentrados o cocinados). También es muy importante que escuchemos a nuestro cuerpo, pues hay que darle los alimentos cuando está preparado para recibirlos, cuando pueda digerirlos correctamente y asimilarlos; y esto se logra consumiendo los alimentos cuando hay hambre REAL y no comer por los horarios del reloj. SI observásemos más la naturaleza nos daríamos cuenta de que los animales no poseen reloj y, por lo tanto, no comen porque sea una hora determinada, sino cuando realmente tienen hambre.
Cuando la dieta mejora hechos notables empiezan a suceder, el ciclo es así de simple cuando la calidad del alimento que se introduce en el cuerpo es de calidad superior a los tejidos actuales del organismo. El cuerpo comienza un proceso intenso de eliminación de toxinas que están acumuladas en nuestro cuerpo por multitud de años de hábitos de vida insanos. El cuerpo hace un hueco para almacenar estos maravillosos alimentos de calidad superior con los que formará tejidos nuevos más sanos y más fuertes. La naturaleza de nuestro cuerpo está enfocada a una evolución y crecimiento constante y es muy selectiva. Cuando se mejora la dieta el cuerpo inicia un proceso de purificación y regeneración muy intenso al haber más aporte energético en el organismo y menos toxinas.
Una de las consecuencias más incomprendidas por muchas personas es por qué la nueva dieta (basada en frutas y verduras crudas principalmente bien combinadas) sienten que los hace sentir mal y débiles con malestares de todo tipo como vómitos, diarrea, fiebre, dolores de cabeza, lengua pastosa, nervios, depresión, intranquilidad, fatiga aguda o crónica, disminución en los esfuerzos físicos y con menos energía para realizar distintas actividades musculares y articulares, etc. No comprenden que todos estos síntomas son producidos por la acción purificadora del cuerpo, todo ello son síntomas de desintoxicación y no hay que interrumpirlos. Con una dieta alta en frutas frescas y verduras crudas la energía vital aumenta pero el organismo razona en ese momento que es más importante enfocar toda esta nueva energía y de buena calidad en procesos purificadores y regenerativos para reemplazar millones de células y multitud de tejidos por otros nuevos más sanos y de mejor calidad y mucho más duraderos. Cuando estamos enfermos por acumulación de toxinas u otro tipo de enfermedades, el cuerpo resta la energía vital de otras funciones para dirigir toda la energía posible a los procesos de desintoxicación para recuperarse.
Comentemos los síntomas presentes cuando una persona deja de consumir alimentos animales.
Cuando una persona deja de consumir alimentos de origen animal el cuerpo hace sus esfuerzos para recuperar su condición natural alcalina. La condición natural alcalina se refiere al estado natural alcalino del cuerpo en el que el Ph (peróxido de hidrógeno) en los órganos es alto. Lo que significa que si el Ph de los órganos es alto hay una buena oxigenación en la sangre. Si hay una buena oxigenación en la sangre no hay lugar para una enfermedad ya que todos los órganos funcionan correctamente y se mantienen estables porque no se ven sobrecargados por elementos patógenos. La debilidad que se siente cuando la persona deja de consumir alimentos de origen animal la relacionan con déficit proteico (falta de proteína). Pero esto no es así, esa debilidad que se siente es porque al dejar de consumir la proteína animal ácida (que es una carga tóxica muy grande para el organismo), toda la energía nueva y de buena calidad que es generada por la introducción de alimentos superiores es dirigida por el organismo hacia la eliminación de las proteínas ácidas y se resta de otras funciones que el organismo considera que no son de tanta importancia como por ejemplo los esfuerzos musculares.
Aparte de mejorar nuestra dieta podemos ayudar en este proceso de desintoxicación con el ayuno y el descanso principalmente; el ejercicio moderado también es beneficioso si las fuerzas nos lo permiten, dormir y estar libres de estrés lo máximo que se pueda es vital; sol y aire fresco también ayudaran a la desintoxicación. Es importante que cultivemos un pensamiento positivo sobre lo que estamos haciendo y no pensar que nos estamos castigando o haciendo grandes sacrificios. Estamos recobrando nuestra salud y esa es la recompensa más grande que se puede esperar. Los síntomas o trastornos que soportamos ahora significan una ausencia de sufrimiento más tarde. Nos estamos curando a nosotros mismos con valor y sabiduría. ¡Tenemos que alegrarnos mucho!
El metabolismo del organismo se compone de tres fases: cuando el cuerpo inicia los procesos de purificación y regeneración celular, elimina toxinas acumuladas, elimina multitud de tejidos enfermos y de mala calidad y reemplaza millones de células por otras células mucho más eficientes; esta fase llamada “fase de catabolismo” se traduce en una pérdida de peso drástica ya que el cuerpo reúne todo lo que considera como basura o de mala calidad y lo envía a los órganos de eliminación. Esta pérdida de peso tan drástica se produce porque cuando se introducen al cuerpo alimentos de calidad superior el organismo elige construir una nueva salud con estos alimentos y desecha todo lo que detecta de calidad inferior. Cuando ya se elimina gran cantidad de toxinas el cuerpo entra en una “fase de estabilización” en la cual las toxinas que elimina son iguales o casi iguales a los tejidos nuevos duraderos que genera con los nuevos alimentos. En esta fase el peso puede variar, pero muy poco, porqué lo que se elimina es igual a lo que se construye en nuevos tejidos sanos y más efectivos. La última fase se llama “fase de anabolismo”, en la cual el cuerpo considera que se han eliminado todas las toxinas del cuerpo y empieza a ganar masa muscular de mayor calidad. Este maravilloso y divino proceso es como derribar un edificio viejo para construir uno nuevo con mejores materiales. Alegrémonos por ello!