El consumo y abuso de sustancias y el hábito en el consumo de conductas como las compras, el juego o el visionado de pornografía tiene consecuencias en nuestras vidas, aunque no seamos del todo conscientes de ello.
En este artículo no me quiero posicionar a favor o en contra del consumo de sustancias o de otras conductas que pueden conducir a una adicción. Mi intención es hablar de las consecuencias que puede tener el abuso y de las adicciones.
Impacto de las adicciones en la salud.
Además de todos los perjuicios obvios que tienen en la salud física el consumo de alcohol, tabaco, marihuana y otras sustancias, no debemos perder de vista que también tienen un impacto en nuestra salud mental. Las drogas (y el alcohol es una de ellas) alteran todo nuestro sistema nervioso, especialmente, en nuestro cerebro. Su principal función es hiperactivar nuestro sistema de recompensa. Este sistema está formado por unas estructuras en nuestro cerebro que se encargan de proporcionar placer cuando llevamos a cabo ciertas conductas como comer, el sexo, etc. con el objetivo de que las repitamos y podamos sobrevivir como seres humanos y como especie. Como las drogas hiperactivan este sistema (es decir, se activa más de lo necesario) es lo que lo convierte en sustancias altamente adictivas.
Pero ojo, las conductas adictivas, tienen el mismo efecto en nuestro cerebro como el consumo de la cocaína, por ejemplo: esa hiperactivación del sistema de recompensa, así como el deterioro del cortex prefrontal, el cual se encarga de las funciones ejecutivas, nuestro control de impulsos, etc. Esto está ya demostrado en el consumo de pornografía. Con lo cual, podemos decir que el porno es una droga más.
Impacto de las adicciones en las relaciones personales.
En mi opinión, en el abuso de sustancias y la adicción a otras conductas (al porno, al juego, al sexo, etc.) lo que más se ve afectado y lo que menos se da la persona cuenta es que cómo está afectando el consumo descontrolado a sus amistades, su familia o su pareja y la manera en que se relaciona con las personas de su alrededor.
El síndrome de abstinencia o la intoxicación (ambas cosas) puede llevar tener ataques de ira, sufrir ansiedad, tener episodios depresivos o no saber socializar si no es a través de las drogas. La persona prioriza el consumo a relacionarse y comienza a descuidar sus vínculos más importantes. Las personas con las que comparte su tiempo son aquellas con las que consume y rechaza a aquellas que no lo hacen. De manera más sutil, la persona deja pasar momentos con las personas con las que convive, llega tarde a casa o cuando hay algún conflicto se evade en el consumo. Y esto es descuidar los vínculos, aunque sea gota a gota.
Me parece importante apuntar también que, en el caso de la adicción a la pornografía, cambio la visión del sexo a una perspectiva más violenta, mecánica y machista. Además, tienen como consecuencia las disfunciones sexuales: incapacidad para eyacular o tener una erección, teniendo que recurrir a fantasías o recuerdos de videos o tener que verlos durante las relaciones sexuales para que no baje el nivel de excitación. Todo esto afecta enormemente a la relación de pareja.
Impacto de las adicciones en la vida diaria.
Por último, como podéis imaginar el consumo de sustancias u otras conductas que se han vuelto adictivas tienen un impacto en la vida diaria. La persona cambia hábitos, cambia aspectos de su rutina diaria que eran funcionales. No solo deja de cuidar su salud física (como los buenos hábitos de hacer ejercicio o comer sano), sino que también deja de tener una rutina en sí. Por ejemplo, cambia sus horarios de sueño por haber pasado la noche consumiendo o consume antes o después del trabajo, lo cual ya le está quitando tiempo. Estos ejemplos pueden parecer nimios, pero realmente son los que, al analizarlos minuciosamente, los que llevan poco a poco al abuso y de ahí a un consumo descontrolado.
En conclusión…
Tenemos en mente que una persona es adicta a algo cuando no puede parar de hacer algo, lo hace de manera muy frecuente o excesiva o lo hace a diario. Sin embargo, hay muchos tipos de adicciones y en cada persona puede funcionar de manera distinta.
En nuestra sociedad, está muy normalizado el consumo de alcohol, tabaco o la pornografía. Esta normalización hace que no le demos la importancia que tiene cuando alguien de verdad tiene un problema y decimos “no es para tanto, todo el mundo bebe o todo el mundo ve porno”. Como consecuencia, la persona no solo no pide ayuda, sino que, además, no se le brinda la ayuda necesaria.
¿Buscas ayuda psicológica para superar una adicción?
Aunque he hablado sobre todo de adicciones, a veces, solo el abuso del consumo puede provocar que una persona sea bastante disfuncional. Aunque no lo sea a nivel laboral o no descuide sus responsabilidades, puede ser muy irresponsable, afectivamente hablando, en sus relaciones familiares o sociales.
Se suele tapar mucho un consumo problemático bajo justificaciones como el “Yo controlo” o “El consumo me deja seguir con mi vida”. Muchas personas no se dan cuenta de lo que ese consumo controla muchos aspectos de su vida y como la adicción lidera más de lo que pensaban. Si crees que puede ser tu caso te recomiendo comenzar una terapia psicológica cuanto antes. Puedes contactar conmigo pinchando aquí.
Referencias bibliográficas
Moya, A. V., & Actis, C. C. (2019). Consequence of pornography use: Brief Report. Psicosomática y psiquiatría, (9).
Moya, A. V. (2023). ¿ POR qué NO?: Cómo prevenir y ayudar en la adicción a la pornografía. Alienta Editorial.
Verdejo-García, A., & Pérez-García, M. (2008). Substance abusers’ self-awareness of the neurobehavioral consequences of addiction. Psychiatry Research, 158(2), 172-180.