Después de un año de intenso trabajo, cuando empiezan a acercarse los calores del verano, esperamos con ansia las merecidas vacaciones que nos ayudan a desconectar de la rutina y a tomar un respiro de tanta sobreactividad. Al igual que nosotros, nuestros ojos también necesitan vacaciones.
El ritmo frenético de nuestra sociedad, la sobreestimulación visual y el uso abusivo de pantallas sobrecargan nuestros ojos que no fueron diseñados para esto.
Durante todo el día los ojos reciben estímulos constantes y están sometidos a ver material detallado de forma precisa durante horas (conduciendo, leyendo, el móvil, ordenador, publicidad y saturación de colores y luces por todos lados,…)
Así usamos la visión antes y ahora
Hace miles de años no usábamos los ojos de la manera que lo hacemos ahora.
Incluso hace sólo cien años, mucha gente no sabía leer ni escribir. Los estímulos eran mucho más reducidos y los ojos tenían la posibilidad de enfocar lejos y usar la vista periférica fácilmente.
Antes nuestros ojos no estaban condenados a la visión cercana, como hoy en día, que vivimos entre paredes y edificios altos, y pasamos gran parte del día bajo luz artificial y mirando la luz de pantallas.
Nuestros ojos necesitan un descanso de tanta saturación para poder recuperarse, te preguntarás cómo dárselo sin renunciar a nuestro estilo de vida.
Toma nota de estos consejos
Cómo darle unas vacaciones a tus ojos:
- Sal a la naturaleza y al aire libre siempre que tengas ocasión. Es vital para los ojos y para el cuerpo en general. Aprovecha para hacer respiraciones profundas y conscientes, y oxigenar bien los ojos, que son de los órganos que necesitan más oxígeno de todo el cuerpo.
- Dale descanso a tus ojos mirando lejos, por la ventana o al aire libre, pasando la mirada de un punto a otro, sin forzar, aunque veas borroso. Deberíamos hacerlo siempre que hayamos estado mucho rato trabajando con la mirada cerca, para poder relajar los ojos de la tensión que esto comporta.
- Tómate algunos descansos de las gafas. Hay muchas más cosas de las que piensas que puedes hacer sin ellas: comer, pasear por un lugar conocido, ducharte, cocinar… Para conseguirlo tendrás que hacerte amigo de lo borroso durante algún tiempo.
- Duerme completamente a oscuras, para dar a los ojos el reposo que necesitan y que se puedan regenerar las células de la retina. Y durante el día, piensa en parpadear más a menudo y suavemente, hidratarás tus ojos y les darás descanso, ya que tendemos a parpadear mucho menos de lo necesario cuando fijamos la mirada, especialmente cuando estamos delante de las pantallas.
- Prescinde de las gafas de sol, excepto en casos extremos (en la nieve, alta mar, desierto, …). Puedes usar una gorra o visera en su lugar. Las gafas evitan que el ojo se nutra con la luz del sol que es muy necesaria y que el iris cumpla su función, cerrarse cuando hay mucha luz y abrirse para dejar la pupila más grande cuando hay poca. Si se utilizan las gafas de sol a menudo este músculo se va atrofiando y después les cuesta realizar bien su función, dando lugar a la sensibilidad extrema a la luz solar que sufre mucha gente. Por esta misma razón también son muy aconsejables los paseos nocturnos a la luz de la luna.
¿Tus ojos necesitan unas vacaciones?
Puedes unirte a algunas de las vacaciones para los ojos que se realizan en Valencia este mes de agosto o puedes darles vacaciones desde casa con el Taller online especial verano de este mes de julio. Clica los enlaces si quieres ver más información.
2 comentarios
Me ha encantado! Un gran artículo!
Hola María, los temas de retina son más delicados y no te lo puedo asegurar, habría que ver tu caso más de cerca, pero lo que sí que es cierto es que los ejercicios de relajación visual te irían muy bien.