Soy Eva de la Piñera, me denomino experta en superación personal y nuevos comienzos porque es lo que la vida me llevó a experimentar en primera persona y a empezar de cero en más de una ocasión. A a la vez, me mostró el camino para desarrollarme y volcarme en mi aprendizaje como terapeuta, en el que ya llevo 30 años.
Ofrezco y despierto, a través de las diferentes técnicas con las que trabajo, la calma necesaria para que cada persona pueda reconocerse, ver dónde y cómo se encuentra en realidad, para liberarse de lo que no precisa y aprender a dirigir su vida.
Es tu existencia, tu decides. Yo te enseño a liderarla, a liderar tu alma.
“Dios, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que sí puedo y sabiduría para distinguir la diferencia”
Plegaria de la sabiduría de Reinhold Niebuhr.
Fuiste la única superviviente del accidente de coche donde murieron tus padres y abuelo con solo 10 años. ¿Qué reflexión te gustaría compartir después de sentir que lo perdías todo?
Mientras que otras personas han sufrido crisis por la edad, trabajo, matrimonio, u otros motivos, yo tuve esta imposición de vida, tuve que superar la muerte de mis padres y abuelo en un accidente de coche con sólo 10 años.
La llamo imposición de vida porque es una situación de la que tú no eres responsable ni participe en ninguna forma. Aquella situación que la vida te obliga a vivir. Esta situación trajo consigo el “Síndrome del Superviviente”, la culpa del que sigue vivo mientras las personas amadas han muerto, se han ido.
A veces la vida puede ser muy dura, y cuando esto sucede, no deseas vivir, parece que no tiene sentido. Cuando has perdido todo no hay ninguna reflexión. Cuando pierdes todo, no sabes dónde ir, ni qué hacer. Te levantas por inercia y vives porque no sabes qué otra cosa puedes hacer. >En su momento busqué ayuda, pero no conectaba con nadie que me entendiera ni supiera ayudarme.
Pero al cabo del tiempo, me di cuenta que debía elegir: o seguir hundida en la mierda o comenzar a descubrir que tal vez tenía opción de elegir a dónde ir.
Hoy, solo puedo decir que todo aquello me ayudó a ir superándome. Sola fui aprendiendo y practicando diferentes técnicas y esto me impulsó a preocuparme mucho por mi formación como terapeuta, a partir de los 18 años. Y mi salvavidas se convirtió en mi profesión, y en la base de todo lo que ofrezco ahora.
¿Cómo superaste este episodio tan doloroso y lo convertiste en ayuda para ti y para los demás?
Recuerdo con pavor los comentarios o afirmaciones de “te entiendo”, ¿qué entendían? ¿que sabían? ¿Cómo puedes ayudar a alguien que está viviendo algo que desconoces por completo?
Decidí acompañar a los demás en su dolor, no cambiarlo, ni contarles que tenían o no qué hacer. Solo acompañar en sus enfados, lágrimas, angustia.
Por eso elegí técnicas energéticas; la persona se tumba y no tiene que pensar ni enfrentarse abiertamente a ese dolor. Pero poco a poco el dolor se torna en cosas que hacer, en personas con las que disfrutas, hijos que te necesitan. Y tu pérdida, que nunca se supera, pasa a un segundo o tercer plano.
Mi desafío como terapeuta es hacer que en ese proceso las personas encuentren la armonía física, mental y emocional para superarse y comenzar de nuevo con sus objetivos y sueños. Tras experiencias duras, emocionalmente, las personas sufren estrés, depresión, angustia, traumas, duelos y/o desubicación emocional. La mente puede ser muy limitadora, de manera que en mi consulta trabajamos los miedos, resistencias, apertura al cambio y nuevas situaciones. Con mi trabajo terapéutico ayudo también a disminuir dolores físicos en general, además de inflamaciones, infecciones y disfunciones que suelen aparecer como resultado de estas situaciones inesperadas que la vida nos pone delante.
Así que cada día me sumerjo en el dolor con cada uno de mis clientes para tenderles una mano, y les ayudo a calmar el dolor, a tener esperanza o, mejor dicho, ilusión. Les facilito herramientas y les acompaño a volver a empezar. La experiencia me ha enseñado y lo que transmito a los demás través de mi trabajo, es que nada ni nadie puede cambiar lo que ha pasado – ojalá se pudiera – pero lo que sí podemos hacer es aprender a vivir con ello sin dolor, a ver las cosas de otra forma. Hay tantas cosas a nuestro alrededor… y un día descubres que merece la pena seguir con vida, que afortunadamente no te quedaste en el camino.
¿Qué experimenta alguien que se supera personalmente y empieza de nuevo? ¿Hay algún patrón que se repita en personas que han pasado por experiencias similares?
Sorpresa. Todos nos sorprendemos, nos parece mentira que hayamos sido capaces de salir de donde estábamos. Date cuenta de que lo primero que perdemos es la seguridad, ya que nos hemos visto doblegados a la fuerza y no había a quién reclamar. En esa situación descubrimos que no tenemos “poder”, que no somos capaces, que no hay nada que hacer. Durante un tiempo te revelas, pero luego ya te entregas, te rindes. Es como si te arrancaran de cuajo todas las posibilidades, en realidad llegas a sentir que te han arrancado parte de tu ser. Así que cuando nos descubrimos “logrando” superar algo, nos parece mentira. Pero es el gran regalo.
¿Qué es la fuerza interior para ti?
Es esa voz interna que te dice “venga, tú puedes,, no ganamos nada si nos quedamos aquí, esto ya te lo conoces y no te gusta.”
Es difícil ponerle palabras, pero descubres que está ahí porque la sientes. En medio de la desesperación, de estar perdida, algo se enciende dentro que hace, por lo menos a mí, que comience a organizarme y a buscar algunas prácticas que sé que me pueden ayudar. Creo que todos tenemos una gran fuerza interior, pero no todos sabemos hacia donde dirigirnos, no tenemos herramientas a las que agarrarnos para salir de donde estamos. Y ahí es donde pongo luz con mi acompañamiento.
¿Qué beneficios aporta invertir tiempo y dinero en conocernos?
Hagamos esta reflexión: invertimos tiempo y dinero en unos estudios, en una formación para poder trabajar y ganarnos la vida. Invertimos dinero y tiempo en lo que los demás pueden ver a primera vista: gimnasio, ropa, cosmética, y en cosas materiales como coches, teléfonos, ordenadores, casas… Pero se nos olvida invertir dinero y tiempo en lo más importante, en uno mismo: en saber qué nos gusta, qué necesitamos, qué nos hace daño o cómo hacemos daño a las personas que queremos; en darnos cuenta de cómo nos comportamos en la sociedad, en el trabajo…
Sin saber todo esto que nos hace de GPS: ¿Cómo vas a saber dónde estás o hacia dónde ir? ¿Cómo puedes saber en qué puedes mejorar, o qué cambiar para modificar la situación actual?
Si no nos conocemos iremos a remolque de la sociedad de consumo, de los demás. Solo daremos “palos de ciego”, probaremos una y otra vez, nos equivocaremos demasiadas veces y ya cansados de fracasar, nos rendiremos. Cuando nos cansamos, solemos poner el piloto automático.
Por eso si inviertes dinero y tiempo en ti, sabrás quién eres, qué necesitas, qué precisas y hacia dónde quieres ir. Las oportunidades llegan, pero tienes que estar preparado para reconocerlas.
¿Qué servicios ofreces para ayudar a tus clientes?
Ofrezco una atención personalizada en Consulta Individual y Sesiones Grupales a todos y cada uno de mis clientes tanto online como presencialmente en mi centro de Azuqueca de Henares (Guadalajara).
Cada uno tiene sus gustos, sus preferencias. Hay personas, y yo fui una de ellas, que prefieren al principio ir haciendo pequeños pinitos, aprender diferentes técnicas, escuchar, observar- A otras les gusta más compartir en grupo.
A nivel grupal realizo talleres y encuentros en los que aprendemos nuevas herramientas y/o técnicas. Quiero destacar, por el éxito que tienen, los Cursos teórico/prácticos de diferentes Técnicas como Reiki, Autoayuda, Técnicas Energéticas y Sanación. Y dentro de los cursos para el autoconocimiento, la joya de la corona es “Elimina la discordia de tu interior”, un curso que desarrollé este curso con muchísimo cariño donde vuelco todo mi trabajo en que la persona consiga autoconocerse e identificar todo de sí misma para ser libre.
¡Elimina la Discordía de Tu Interior! Qué buen título para tu primer curso de autoconocimiento. ¿Qué aprenden los/las alumnos/as y qué es lo que más valoran al terminarlo?
En el curso aprendemos a gestionar el inconsciente, consciente y supraconsciente. Nuestras creencias y la construcción de la persona que queremos ser para alcanzar triunfos. Se trata de un curso de autoconocimiento donde se refuerza la autoestima y se aprende a poner límites.
“Elimina la discordia de tu interior” es un curso diseñado especialmente para todas aquellas personas que tengan conflictos en sus relaciones, enfrentamientos, falta de comunicación, desavenencias. Allí les enseño a conocer y trabajar con su inconsciente de forma consciente. Al final lo que más valoran es que logran identificar que son ellos/as quienes deciden vivir como viven y que pueden tomar las riendas de sus vidas y de sus actos, sin hacerlo como los demás digan que deben comportarse,y sintiéndose fuertes en cada una de sus decisiones.
Considero necesario que cada persona vaya formándose y aprendiendo herramientas para su autoconocimiento y saber así como gestionar futuras caídas. La vida es muy larga y trae siempre muchos cambios que a veces no sabemos gestionar.
Nuestra responsabilidad es aprender a llevar las riendas de nuestra vida. Saber qué necesitamos y cómo podemos ayudarnos sin rompernos.
¿A quién puedes ayudar con tus servicios?
A personas que estén experimentando conflictos, que no tengan ni idea de qué les pasa pero que quieren salir de esa incómoda situación. A quienes tengan síntomas corporales, los cuales exceden o no tienen causas orgánicas demostrables (somatización) Quienes estén pasando por procesos de cambio o de duelo o pérdida que no saben cómo afrontar. Ayudo también a todas aquellas personas que estén desbordadas por su realidad, que tengan ganas de «tirar la toalla» o incluso que ya la hayan tirado y a quienes tengan sentimientos de fracaso. Tal vez por mi experiencia puedo decir que esta es una de las situaciones más duras por las que pasamos. Cuando la persona ya no tiene un motivo para seguir adelante. ”La persona no fracasa, lo que fracasa es el plan elegido para afrontarlo. así que habrá que hacer otro diseño”.
Te has formado durante 30 años de manera continua. ¿En ese tiempo has explorado muchas técnicas? ¿Hay alguna/s que funcionen mejor para devolver la esperanza a aquellas personas que sienten haberlo perdido todo? ¿Qué técnicas utilizas hoy para ayudar a tus clientes?
Yo siempre defiendo que todas las técnicas son fabulosas, “mágicas”. Pero mi experiencia, es que no todas las técnicas les funcionan a todos por igual ni hay ninguna técnica que supere a otra. Hay técnicas que te hacen reaccionar y otras que no. Si algo he aprendido a lo largo de mi práctica es que todos somos diferentes, no hay una receta única.. Hay generalidades, pero estas no son verdades absolutas. Pocas veces he trabajado sólo una técnica con una persona, vamos cambiando, combinando, ajustando, dependiendo de como esté en ese momento o lo que tengamos que trabajar.
Después de formarme durante 30 años en diversas técnicas. Actualmente en mis sesiones me rijo por cuatro pilares:
- Kinesiología: es una conversación con el cuerpo, él va marcando sus necesidades y prioridades, es la técnica guía para determinar qué es lo urgente en solucionar y cómo.
- Técnicas energéticas varias (como el Reiki o la medicina Tradicional China): el fin es poder eliminar la presión emocional de la persona, liberando de sus cargas sin que ella tenga que ser parte activa.
- Hipnosis: potenciar la proyección, lo que la persona quiere, a dónde quiere dirigirse. con la hipnosis puedo hacer que la persona solo se fije en su objetivo sin que nada la desvíe de su meta.
- Nutrición y los cambios en la alimentación, de forma que la bioenergética de los alimentos ayude a los cambios que se desean realizar, apoyándome también en la Fitoterapia para calmar o animar dichos cambios.
Teniendo en cuenta todo esto, he creado mi propia técnica, LIBALMA, que es un protocolo/método propio, – testado durante más de 10 años, en cientos de pacientes – de diagnóstico y ejecución de diferentes técnicas. Y que ahora ve la luz.
¿Cómo fue que tu separación te ayudó a descubrir las terapias alternativas que experimentaste como cliente y hoy aplicas en consulta?
Yo no conocía las terapias alternativas, por lo que no las buscaba. Un día, en el trabajo, recuerdo que me estaba separando de mi primer marido, esa tarde tenía que ir a firmar al abogado nuestra separación para presentar en el juzgado, y él iba a estar presente. Mi estado era tremendo, estaba angustiada, asustada, y mi cuerpo se paralizó, se colapsó, el dolor era insoportable (después descubrí que eso se llama somatización) . Un compañero me hizo el favor de llevarme de “urgencias” a un físioterapeuta, que poco pudo hacer el hombre, pero algo me ayudó.
En esos días, mi compañero me habló de una mujer que tal vez podría ayudarme. Y tan perdida andaba que ¿por qué no?, y allí me presenté. Me llamó mucho la atención su forma de trabajar, que pudiera poner palabras a emociones y sentimientos que yo no era capaz de estructurar mentalmente. Y la calma llegó Y esa calma, tan desconocida para mí durante tantísimos años, fue la que me hizo no abandonar. ¿Si pude sentirme bien una vez, por que no voy a hacerlo más? ¿Por qué no toda mi vida? Y fui a por ello.
Hablando de separación… Muchos creemos que comenzar de nuevo es dejarlo todo e irnos al otro lado del mundo, o levantarnos después de una crisis. Sin embargo, la apertura al cambio incluye también trabajar las relaciones. ¿Cortar con relaciones tóxicas es también un nuevo comienzo?
Verás, dejarlo todo e irnos es lo peor que podemos hacer. Los problemas no están en los demás, los problemas los llevamos nosotros. Si me voy, me llevaré los problemas conmigo y siempre encontraré a otra persona con la que viviré lo mismo que he dejado atrás. Se repetirá una y otra vez.
Energéticamente yo trabajo ese corte en las relaciones; nuestros comportamientos, miedos, actos generan uniones energéticas, en los que nos unimos de la forma que no queremos con la persona que no queremos. Estos lazos se pueden cortar, de hecho es aconsejable, pero no solo con esa persona sino con todas aquellas con las que nos hemos mostrado como no somos. Dejar de ser, o de mostrarnos como no somos es un buen principio para cambiar.
¿Cuál es tu definición de felicidad?¿Cómo logras serlo en tu día a día?
Elegir, poder elegir, tener la opción de tomar la dirección que desee en cada momento.
Esto no significa que no haya momentos difíciles, e imposiciones, pero si yo elijo como afrontar, cuando llorar o levantarme, ahí logro mi felicidad.
Cuando el ser humano elige cómo vivir, no le importa que su casa sea pequeña, que económicamente no esté en su mejor momento o que tenga que cambiar de puesto de trabajo o de ciudad. Cada día intento ser la parte activa que dirige mi vida. Reconocer dónde estoy, qué me rodea, teniendo siempre claro que estoy donde quiero estar, con quien quiero estar y haciendo lo que más me satisface: tendiendo una mano a todo aquel que lo precise.
Para acabar, y mirando hacia el futuro, ¿cómo te gustaría que fuera el museo de tu vida?
En un museo se muestran las obras de arte, lo excepcional. Yo no creo que mi vida haya sido excepcional, creo que el dolor y el sufrimiento van implícitos en el ser humano. A lo largo de los siglos la mayor preocupación del ser humano ha sido tener la posibilidad de alimentarse.
En esta época que nos ha tocado vivir hemos olvidado todo esto y nos hemos centrado en el disfrute cueste lo que cueste. Vivimos fuera de nosotros.
Creo que mi vida me ha permitido contactar directamente y desde primera hora con la escasez, la soledad y la superación, aprendiendo a dar valor a lo que de verdad importa: Nuestro cuerpo, la decisión de vivir y aprender y la elección de compartir lo aprendido para el beneficio de los demás.
Así que si mi vida fuera un museo, sería un recorrido por diferentes salas:
1ª sala
Mi niñez un Seat 600 aplastado por un autobús, en una carretera secundaria de Granada. Y muerte en su interior
2º sala
La premadurez adulta: un papel, un acta para el juzgado de primera instancia en Madrid, el cual había que firmar para zanjar una relación matrimonial de 6 años y una hija en común. Rabia, miedos, desidia, apatía, crisis. Al final de esa sala, en un rinconcito una terapeuta (a la cual estaré siempre eternamente agradecida) que sin saberlo cambió mi vida, no solo en ese momento sino despertando en mí, abriéndome los ojos hacia el camino a seguir: las terapias alternativas
3º sala
El tornar todas las lágrimas en sonrisas, primero las mías y después las de todas las personas que me han permitido ayudarlas.
Un GRACIAS en mayúsculas (con un mensaje debajo: Si vas, llegas), a todas esas personas que directa o indirectamente forman parte de mi vida hoy, mi plenitud, muchas sonrisas, todas las sonrisas de la gente que han formado parte de mi camino, de las personas que han ido mejorando.y las sonrisas de los míos, de los que disfruto cada día.