La desesperación te hace aprender que todo llega en el momento que tiene que llegar…te
hace aprender que por mucho que insistas y por mucho que te empeñes en que debería de ser
de una determinada manera, todo será como debe de ser…te hace comprender que cuando
simplemente eres y dejas de pensar y empiezas a sentir… solo importa el ahora. Ya que
cuando dejamos fluir…recibimos lo que realmente nos hace feliz. Lo que realmente nuestro ser
necesita. La felicidad no está metida en el control sino en el fluir. Por lo tanto, dejemos de
controlar, y abramos los brazos para todo aquello que el universo nos tiene preparado. Sin
juicios ni prejuicios. Vivir sin más… Eso es la vida…