El camí en tu

Clara Arnedo

Tocando los cincuenta, me doy cuenta que mi trayectoria vital me convierte en una mujer que tiene mucho para aportar a los demás, y que este aportar tiene que ver con todo aquello que he aprendido, especialmente los últimos 15 años de mi vida. Quizá fue la muerte de mi padre el detonante, o quizá simplemente una crisis interna, una crisi que tocaba el vacío existencia y me hacía emprender con curiosidad un viaje por el mundo del yoga y la meditación. El viaje interno era también externo, y aquí recolecté experiencias mientras transitaba por caminos de peregrinaje, conociendo la India con una mochila en la espalda, apasionándome por el Vipassana y decidiendo hacer una formación de yoga que transformó mi vida en todos los sentidos. Del yoga y la conexión con el cuerpo pasé al baile y al movimiento más libre, y degusté el tantra en pequeñas dosis. El cuerpo y la sexualidad consciente me enseñaron que también era necesario excavar dentro de la historia de vida y el carácter para entenderme mejor, y hacer que la luz iluminara la sombra. De hecho poner foco en las heridas ha sido el tránsito más complicado y trasformador de todos los que he vivido; la formación en Gestalt, el programa SAT de Claudio Naranjo y la terapia individual me han ayudado a bajar a la tierra las fantasías que la mal entendida espiritualidad me había despertado más allá de lo real y tangente.

Ahora me encuentro en este cruce de caminos, con títulos y formaciones colgando de mi ser y una fuerte necesidad de compartir lo aprendido y ponerme al servicio de los otros y otras, Con El Camí en tu me dispongo a acercarme a los demás con esa mirada que traspasa el ego para tocar el alma.

Marta Guinjoan

Desde bien joven que soy curiosa y he tratado de buscar respuestas para comprender la vida y su sentido.

La religión católica me generó conflictos importantes relacionados con mi espiritualidad y sexualidad, y fué cuando  inicié la formación de profesora de yoga, que descubrí  otra forma distinta de vivirlas, mucho más natural y alineada conmigo misma, el entorno y los demás.

Esta inquietud se ha seguido manifestando adquiriendo conocimientos, formaciones y prácticas que han ido desde el Hinduismo y Budismo hasta la cultura ancestral de los Incas.

También he realizado formaciones de Tantra, Advaita, Taoísmo,  aunque  ha sido la propia experiencia vital a través de procesos cíclicos de vida, muerte y sufrimiento, que me ha hecho aprender y crecer más y más.

Experiencias especialmente difíciles fueron  la separación de mi pareja y padre de mis hijos, así como  la muerte de mi hermano, una persona que sufrió muchísimo durante casi toda su vida, tanto a nivel mental como emocional, a quien estuve acompañando de bien cerca. Finalmente decidió marchar por voluntad propia, ya que no encontraba sentido a su vida.

Estas experiencias me han marcado intensamente, y han sido maestras de vida y gracias a ellas he podido y sigo explorando este viaje de la vida, así como de la muerte.

Todo ello, me llevó a formarme como Experta en el acompañamiento del proceso de morir, con la Fundación Metta Hospice, para seguir este camino. Negar la muerte es negar la vida.

Esto me ha abierto todavía más a la vida, y a materializar este proyecto que ya hacía años que se estaba gestando, creando en primer lugar y esculpiendo a través de un trabajo profundo con mi misma, este mapa de vida y muerte, que ahora quiero compartir.