La vía del cuerpo es un gran canal de sanación, es a la vez el receptáculo físico de nuestras emociones, nuestra energía, y la puerta de entrada para sanar nuestros campos sutiles.
Representa el movimiento de dar y recibir contínuo a varios niveles, entre tú y yo durante una sesión, hacia tí mismo, lo que permites recibir a cambio de soltar lo que no te sirve, y hacia los demás, cambiando nuestro estado interno, cambiamos nuestra interacción con el entorno.