SEMBRAR LA FELICIDAD Y LA PAZ EN LOS CORAZONES DE LAS PERSONAS, ES MI OBJETIVO COMO POLICÍA DIVULGADORA DE LA FELICIDAD
Ahí fuera hay muchas personas con el alma rota, tristes, que van cabizbajas por la calle. ¡Esto no puede ser! Desde 2017 siento tener la obligación moral de hacer algo para cambiarlo. Durante más 30 años he atendido a los ciudadanos/as con problemas que se acercan diariamente a la Oficina donde trabajo como Policía con la intención de que le ayudemos a solucionarlos, aún cuando a veces la solución no es del cuerpo policial sino de la propia persona. De ahí que mis libros ayudan a aumentar la seguridad en uno/a mismo/a, en la vida y sobre todo a ser feliz diariamente con los acontecimientos que nos toca vivir.
Mis libros hablan a personas que necesiten apoyo anímico, que busquen una guía de cómo afrontar su día, un apoyo espiritual. Como digo yo, personas tristes, sin alegría que tengan el alma rota. Eso sí, me dirijo a las personas creyentes que por algún incidente hayan perdido la fe y la quieran recuperar.