La disfunción eréctil es una de las disfunciones sexuales más consultadas en la terapia sexual. Les ocurre a hombres que están con una pareja de larga duración, con relaciones esporádicas, y hombres de todas las edades. En mi consulta he recibido, sobre todo, a muchos hombres solteros y jóvenes preocupados por esto y me suelo encontrar una característica común en todos ellos: la autoexigencia. De esta y otras causas psicológicas hablaremos en este artículo.
¿En qué consiste la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil se puede manifestar de muchas maneras. La conocemos popularmente con el nombre de “impotencia” o “gatillazo”. Esta disfunción sexual consiste en la dificultad a la hora de tener o mantener una erección y la podemos clasificar en diferentes tipos.
Históricamente, se ha medido o diagnosticado la disfunción eréctil en torno al coito, es decir, en si la erección es “apta” para el coito (vaginal), antes y durante. Como siempre, la medida coitocentrista nos persigue, pero se puede diagnosticar una disfunción eréctil sin preguntar por el coito. En base a eso, diré que hay personas que tienen dificultad a la hora de tener una erección antes de iniciar el juego erótico (aunque deseen llevarlo a cabo) y, otras personas, por el contrario, pierden la erección una vez se han iniciado las relaciones sexuales.
También, podemos clasificar la disfunción eréctil según el momento en el que empezó la disfunción. Por un lado, hay personas que la experimentan desde el inicio de su vida sexual y sus primeras experiencias y, por el otro, otras personas lo experimentan desde un momento concreto de su vida.
Las causas pueden ser muy diversas. La edad, el estilo de vida, ciertas enfermedades endocrinas o cardiovasculares, los efectos secundarios de algún medicamento o el consumo de sustancias entran dentro de las causas físicas y médicas. Es importante descartar primero las causas de origen orgánico, aunque son poco frecuentes. Ahora te cuento algunas de las causas psicológicas y que requieren de terapia sexual y psicológica.
Causas de la disfunción eréctil.
Las causas psicológicas más comunes son:
- Creencias erróneas sobre la sexualidad.
Se nos ha inculcado una forma de vivir la sexualidad, una forma que es más “correcta” que otras formas. Esto sucede independientemente del género. En concreto, dentro del concepto de masculinidad encontramos creencias como que tener buenas erecciones te hace más hombre y/o mejor pareja sexual. Se le da mucha importancia a tener erecciones muy fuertes y muy duraderas. Esto es poner el foco en un rendimiento que no depende de ti, sino de otros muchos factores que entran en juego a la hora de tener placer, como lo que hablamos más abajo.
- La anticipación.
Haber tenido una mala experiencia o haber tenido “un gatillazo” puede condicionar futuros encuentros eróticos. Esto ocurre porque tu cabeza empieza a preguntarse si va a volver a pasar o anticipas que te va a volver a pasar. A su vez, esto hace que sientas ansiedad de anticipación, lo cual pone a tu sistema nervioso en alerta. Para que se dé una erección es absolutamente necesario que tu sistema nervioso esté relajado, ya que la erección es un reflejo del cuerpo y los reflejos naturales son incompatibles con la ansiedad.
- La autoexigencia.
Las personas con disfunción eréctil suelen ser hombres muy autoexigentes también en otras áreas de su vida. Ponen su foco en el rendimiento y suelen medir su autoestima en base a sus resultados. Su identidad está basada en aquello que consiguen. Es decir, si no consiguen algo, no son nada. Si no consiguen una erección, no son buenas parejas sexuales. Poner el foco en el rendimiento durante el sexo nos aleja del placer, el disfrute y nos impide darnos al abandono.
- La culpabilidad.
En algunos casos, la culpa mantiene la dificultad a la hora de tener o mantener una erección. Sustentada también en creencias y mitos sobre la masculinidad te puedes estar sintiendo culpable por no satisfacer a tu pareja o no cumplir con lo que se supone que se espera de ti como hombre. La culpa es una emoción muy potente que genera mucho malestar, puede tenerte anclado en pensamientos que, una vez más, impiden que pongas el foco de tu atención en el cuerpo y te dejes llevar.
- Problemas dentro de la pareja.
Si hay un problema dentro de la pareja es muy común que esto afecte a la sexualidad de la pareja. En este caso, la dificultad de la erección solo sería un síntoma o, mejor dicho, un efecto secundario de la problemática que se está dando dentro de la pareja. Es un problema que seha de abordar en equipo, en lugar de echar la culpa al miembro de la pareja que está padeciendo el síntoma. Además, es una tema que no se suele hablar porque genera mucha incomodidad y vergüenza a ambas partes. Esa falta de comunicación hace que el problema se mantenga.
- El estrés.
A lo mejor estás pasando por una mala época de tu vida. El exceso de estrés entorpece muchos aspectos de nuestro bienestar y, uno de ellos, es la sexualidad. Los efectos del estrés, hacen que la persona tenga que estar en una constante alerta, y como decíamos antes, el cuerpo tiene que estar relajado para poder disfrutar y darse al placer. Si en tu cabeza están rondando muchas preocupaciones y ocupaciones es normal que te cueste tener o mantener una erección. La recomendación es que primero aprendas a manejar ese estrés.
Conclusiones.
Toda persona con pene ha sufrido o sufrirá algún gatillazo en algún momento de su vida. El problema es la patologización social que se hace de esto. Si normalizáramos que el sexo no siempre sale bien o que nuestro cuerpo no siempre responde como nos gustaría, no necesitaríamos de la anticipación como estrategia de afrontamiento. Con la anticipación una parte de nosotros cree que cuanto más lo pensemos más preparados estaremos para afrontarlo si ocurre, obteniendo como resultado que, efectivamente, nuestros miedos se cumplan. Por otro lado, la normalización nos ayudaría a tener más comunicación con la pareja o parejas sexuales, pudiendo hablar de como se siente uno, ya que al compartir nuestro cuerpo se relaja. También, la culpa encontraría su lugar.
Como ya hablé en otro artículo (Lo que hay detrás de las disfunciones sexuales), las dificultades a la hora de tener relaciones sexuales, como puede ser la disfunción eréctil, pueden venir de heridas que han ido marcando nuestra personalidad y, por lo tanto, nuestra manera de afrontar los conflictos y el desarrollo de nuestro tipo de apego.
¿Quieres empezar terapia sexual?
Los beneficios de la terapia sexual y de pareja para una relación más satisfactoria.
Si tienes esta u otra dificultad en tus relaciones sexuales, te puedo ayudar. Puedes pedir más información aquí. Te ofrezco una primera llamada gratuita y sin compromiso para que me cuentes tu caso y explicarte como funciona la terapia.
Referencias bibliográficas
Lombardía, A. (2022). Hablando con ellos. La sexualidad de los hombres hetero. Oberon
Apego y psicopatología: La ansiedad y su origen. Conceptualización y tratamiento de las patologías relacionadas con la ansiedad desde una perspectiva integradora (6a edición). (2020). Desclée de Brouwer.
Cabello, F (2010). Manual de sexología y terapia sexual. Síntesis.