Se acaba enero…. ¿Qué tal eso de los cambios que nos propusimos a final de diciembre?
Esos nuevos comienzos
¿Siguen presentes o ya los hemos olvidado? ¿Y si siguen? Estás activa, te cuesta….?
¿Es posible que la euforia de las fiestas nos pusiera las pilas? Y luego, al meternos de nuevo en el día a día. Nos hallamos dejado llevar por las costumbres que ya teníamos, no dejando sitio a los nuevos planes…… A los cambios.
Personalmente, te confieso que yo nunca consigo hacer nuevos cambios en este mes de enero.
El invierno tiene una energía de introspección. De Encontrarte contigo mismo. Te ayuda a valorar qué falta o que sobra. Que precisas.
Así que durante esa temporada yo me dedico más que nada a confeccionar ” El plan.” Luego, pequeños pinitos.(Prueba y error) y ya para el solsticio de primavera, más menos.” Ir al baile.”
Esta energía sí es un empuje a la acción. Para mí.
Si eres como yo, es posible que Andes por ahí dando vueltas sin llegar a hacer nada. Lo único., No te contraríes contigo. Puedes darte permiso y darte el tiempo que necesites para dar forma y sitio a esos ajustes o grandes cambios que deseas hacer en tu vida.
El peligro: y por eso estamos aquí, que nos olvidemos de los sueños, deseos, necesidades. Que nos olvidemos de nosotros mismos, dejándonos llevar.
Así que hagamos un repaso de lo hecho hasta ahora:
¿Qué te planteaste modificar?
Recuerda no cometer el mismo error de retomar inicios que otros años que no resultaron. Intentando sacar adelante lo que durante ¿11 años? al menos no has conseguido. Es un camino que te lleva directo a la frustración.
Nuevos inicios no significa empezar siempre lo mismo.
Si queremos resultados diferentes en nuestra vida, solo lo podremos conseguir realizando lo que nunca hemos hecho.
No te engañes, eres tú quien tiene que hacer los cambios. Quien tiene que hacerlo por TI
Sí ya sabes más o menos qué deseas hacer. Llega el momento de planificar.
Para cambiar, iniciar un cambio, deberíamos empezar por el principio. Por lo obvio. Crear un plan de acción.
La mayoría de las veces fracasamos porque lo único que tenemos es un deseo de cómo queremos llegar a sentirnos. Un sueño de que al cruzar la meta, nuestra vida va a cambiar. Aunque si sucede, siempre nos sorprenderemos con los resultados. Nos proyectamos en la meta, pero no nos colocamos que somos nosotros los que vamos a transitar. No preparamos. Ni observamos, no estamos pendientes por si hay que realizar cambios o repostajes en el trayecto.
Como si el proceso se hiciera solo y lo único que tenemos que hacer es recoger los frutos.
Te invito a dar ese primer paso, el plan de acción.
- Lo primero. Papel y boli. Para plasmar nuestras ideas y el proceso. Y además, de forma literal, una de las cosas que se han descubierto son los beneficios de escribir de forma manual. Se fijan mejor las ideas y se desarrollan mejor.
- ¿Dónde quiero ir? ¿Dónde quiero llegar?
¿Esto, qué beneficios tiene para mí y para los míos? Para los que me rodean. Cuántos más seamos los beneficiados, más fuerza habrá.
Ejemplo, quieres aprender o mejorar un idioma Esto no solo te repercutirá a ti, ya que a las personas de tu entorno Les repercute, cómo te encuentras, O se benefician de tus logros, por ejemplo, tu familia de un aumento de sueldo.
- Ver qué es lo que quiero soltar, qué me obstaculiza que me impide
¿Qué ajustes hay que hacer?
El día tiene un número de horas. ¿De dónde vas a quitar el tiempo para el nuevo proyecto?
Y no te engañes, con que lo vas a hacer en un tiempo muerto que tienes por ahí. Porque ese tiempo a TI te sirve para algo.
Y para terminar.: Valorarlo. ¿Te merece la pena dejar lo que tienes hoy para invertir? A fin de recoger el resultado.
Si esi adelante.
Si no. Repasa porque tal vez ese no sea el camino.
Indispensable para un buen resultado
Para poder realizar cambios positivos, lo primordial. Es que estemos positivos nosotros mismos.
Que queramos y veamos factible realizar algunos cambios. Es decir, subir nuestra vibración. Porque si no, tendremos la sensación de que todo es muy difícil e inaccesible.
Hay pautas a las que no damos valor y que, sin embargo, sin ellas nuestro humor y predisposición salud, vibración disminuye considerablemente.
Se trata de querernos y no estar todo el día enfadados.
1 sonríete. Sobre todo delante del espejo. Tengas o no tengas motivo. Graba esa sensación y esa imagen en tu mente y en todo tu cuerpo.
2 Deja de quejarte: Si te auto colocas en el trono de las víctimas. Nunca saldrás de ahí.
3 Haz ejercicio, vete a andar, a bailar, a correr o nadar. Oxigena tu cuerpo y hazlo porque te apetece estar mejor. Y lo comprobarás al terminar..
Y NO OLVIDES ..