DUELO POR RUPTURA DE UNA RELACIÓN SENTIMENTAL
Es normal sentir miedo por todos los cambios que sucederán y por lo que se va a perder (sitios frecuentados habitualmente, como manejar el salir con los amigos que tenemos en común…).
Como todo proceso de duelo, implica pasar por una serie de fases (no siempre suceden todas, ni siempre se suceden en el mismo orden).
En la fase de negación lo más común es hacer como si nada hubiese cambiado. Suele ser una fase de corta duración, ya que tenemos que asimilar los cambios sucedidos.
Llegará la fase de tristeza, melancolía. Los familiares y amigos nos intentarán ayudar con sus consejos y animándonos a salir. Es bueno practicar nuevas actividades agradables placenteras para nosotros. Lo difícil es que nos tiene que apetecer realmente a nosotros, no pueden ser impuestas desde el exterior. Tenemos que sacar fuerzas de donde no hubiésemos imaginado antes para socializar, conocer gente nueva y disfrutar en nuestro día a día.
Nos lo merecemos. La persona más importante eres tú. Te tienes que cuidar y querer.
Nadie nos puede obligar a hacer algo que no nos apetece o para lo que todavía no nos sentimos preparados. Primero tenemos que buscar entre nuestros gustos y aficiones, algo por donde nos gustaría poder empezar. (aquello que siento que me da menos pereza, menos miedo… me siento un poquito más preparado…)
Ir poco a poco. Al principio, no nos apetecerá nada, pero obtendremos beneficios a largo plazo. Puede ser buen momento para retomar actividades que antes nos gustaban, pero que las fuimos dejando (nadar, leer, patinar, pintar, escribir, dibujar, coser, cantar, tocar un instrumento…)
Cuando aparezcan pensamientos negativos intrusivos “y si no encuentro a otra persona… era el amor de mi vida… nadie me va a querer…” debemos identificarlos, detectarlos a tiempo, aceptarlos; pero no seguir una conversación con ellos. No podemos quedar atrapados ahí. Debemos centrarnos en el momento presente. “Estoy pasando un mal momento; pero pasará”
La fase de ira, enfado y rabia nos activa. Salimos de esa apatía en la que permanecíamos inmóviles; pero debemos tener cuidado en no caer en las ganas de venganza. Nos quedaremos anclados y sufriremos más.
La fase de aceptación llegará. Aceptaremos la realidad y empezaremos a pensar en el futuro de manera positiva. Habremos aprendido qué límites poner en próximas relaciones, qué cosas no voy a permitir…
Se recomienda encontrar primero nuestra paz y elaborar nuestra reflexión personal antes de apresurarme a encadenar otra relación sin haber sanado las heridas primero. Es bueno estar solo con nosotros mismos.
Debemos desterrar los mitos del amor romántico. Amor no es aguantar. las relaciones no son eternas. No duran para siempre.
Si estás pasando por un mal momento debido a una relación amorosa, llámame. En mi despacho de psicología de Tudela puedo ayudarte.