– El ayuno cura muchas enfermedades, purifica la mente y el cuerpo y ayuda al autocontrol y la experiencia mística. El ayuno implica abstenerse de ingerir alimentos durante un tiempo determinado (según el estado de salud del paciente), lo cual provoca un cambio metabólico en las reservas del sujeto, así como activa todos los procesos de eliminación, regeneración, desintoxicación y depuración del organismo.
– SE TRATA DE HACER REPOSAR FISIOLÓGICAMENTE EL CUERPO PARA QUE LA ENERGÍA QUE NORMALMENTE USAMOS EN LOS PROCESOS DIGESTIVOS PUEDA SER DEDICADA A FINES CURATIVOS.
– BENEFICIOS DEL AYUNO:
1. El metabolismo basal (digestión en reposo) disminuye y por tanto las necesidades de todo organismo.
2. Se realizan menos actividades con el consiguiente ahorro de energía.
3. Las reservas orgánicas de nutrientes son economizadas y reequilibradas espontáneamente. Cuando el glucógeno (el combustible del cuerpo) se consume, pasan a quemarse las reservas de grasa o tejido adiposo. Se equilibra así la línea.
4. Se produce un fenómeno de inversión energética: la energía no se dirige a las actividades normales de digestión, sino que se concentra en la eliminación de toxinas y se acelera la regeneración celular o autólisis (los tejidos tienen unas sustancias o enzimas que regeneran ellas solas las células envejecidas o deterioradas).
5. Se invierten las funciones de algunos órganos, como el estómago que en vez de dedicarse a la asimilación de alimentos, se convierte en un sistema de eliminación, ya que las mucosas toman un papel depurativo y limpiador.
6. Se reducen las secreciones orgánicas, como el sudor o la mucosidad. El cuerpo se torna ligero, fresco y sutil.
7. Las constantes vitales, como la respiración y la circulación tienden a suavizarse, aliviarse y relajarse.
8. Se tonifican y revitalizan absolutamente todos los sistemas del cuerpo (nervioso, circulatorio, endocrino, linfático, muscular, etc…), especialmente los de asimilación y almacenamiento (estómago, intestinos, bazo, vesícula biliar etc.., que se limpian de impurezas obstructivas e ineficaces); y los de eliminación (el hígado, riñones, pulmones, piel e intestino, que procesan las reservas pendientes sin tener que recibir un nuevo material de desperdicio).
9. Desaparecen todos los atrofiamientos orgánicos, acumulaciones patológicas, desequilibrios, pequeñas lesiones y disfunciones.
10. Se normaliza el peso.
11. Aumenta la capacidad respiratoria.
12. Las secreciones fisiológicas se normalizan.
13. Se interrumpe el crecimiento de los agentes causantes de la enfermedad o toxemia.
13. Mejora la claridad del pensamiento y fortalecimiento de la mente.
– El ayuno es uno de los grandes secretos, no sólo para purificar el cuerpo y curar muchas enfermedades, sino también para sutilizar la mente y equilibrar el pranah.
– Entre sus múltiples beneficios incrementa el catabolismo (proceso de eliminación o destrucción de células); mejora el funcionamiento de la tiroides; metaboliza reservas orgánicas; beneficia el hígado (consume el glucógeno que es nuestro “combustible”) y las reservas de grasas; cura las úlceras, el estreñimiento y todos los trastornos intestinales.
El ayuno purifica especialmente la sangre y la linfa: Ayunar produce un efecto capital sobre los líquidos vitales, especialmente la sangre y la linfa, ya que los elimina de todas las toxinas superfluas. La linfa es el fluido vital más importante del cuerpo, que purifica la sangre, da combustible de protección al sistema inmunológico, ayuda en la secreción hormonal y da alimento y energía al cerebro.
Una vez nutrido el cerebro, la linfa extra forma espermatozoides y óvulos. El ayuno equilibra la formación de esperma y óvulos y por lo tanto ayuda al control sexual, pero al mismo tiempo revitaliza por completo toda la energía sexual: paradójicamente resulta ser el mejor remedio para la impotencia. La dieta vegetariana con clorofila también ayuda a la purificación de la linfa.
Es normal que durante el ayuno la lengua esté oscurecida o sucia, (también la orina se oscurece), así como se tiene cierta halitosis o aliento desagradable, todos estos efectos son normales y se deben a la eliminación de toxinas. La halitosis está provocada por la degradación de lípidos (grasas) en el estómago y a los intercambios gaseosos y de toxinas en los alvéolos pulmonares.
El ayuno cura y previene muchas enfermedades: El ayuno es ideal para equilibrar el sistema hormonal, para dejar de beber y fumar, para curar el insomnio, la ansiedad y la depresión; purifica la piel y elimina el acné y eccemas; elimina la glotonería; ayuda a adelgazar y mantener la línea, equilibra y sensibiliza el apetito; elimina tumores, tejidos enfermos, inflamaciones, piedras, protuberancias o excrecencias anormales; es un tranquilizador natural y previene las infecciones; mejora la memoria; aumenta el riego sanguíneo al cerebro y favorece la intuición y la claridad mental, aumenta la concentración y la fuerza de voluntad, desapega la mente, te da determinación espiritual, etc…
El ayuno cura enfermedades de tipo crónico, la angina de pecho, asma bronquial, asma cardíaco, alteraciones de la presión sanguínea, alteraciones de la circulación, varices, reumatismo, hemorroides, jaquecas, inflamaciones renales, paradentosis, preeclampsia y eclampsia (convulsiones embarazadas y recién paridos), acorta duración de anginas, gripe y neumonías.
Es bueno para enfermedades de las vías urinarias, asma crónica y transtornos de la menstruación, cefaleas, migrañas, glaucomas (aumento de la presión intraocular), porfiria (erupciones causadas por la exposición al Sol), hepatitis crónicas, transtornos circulatorios, diabetes mellitus, enfermedades dermatológicas crónicas (eczema, psoriasis etc..), obesidades peligrosas, poliglobulías (exceso de hematíes), sobrecargo graso del hígado, trastornos de circulación (arterias coronarias, cerebrales, las de extremidades superiores e inferiores, enfermedades del metabolismo, reumatismos, reumatismo articular y de las partes blandas, deteriores vertebrales (artrosis, osteocondriosis, espondiloartrosis, gota), etc…
Se recomienda el ayuno también para enfermedades ópticas (astigmatismos, miopías, presbicias (Shelton dice que se han curado presuntamente cuasi-cegueras), transtornos auditivos crónicos (hipoacusias, sorderas parciales), en las alteraciones cardiacas y crónicas (angina de pecho, palpitaciones, ataques cardiacos, fermentaciones intestinales agudas, distensiones de estómago, indigestiones agudas), enfermedades del sistema nervioso (parálisis, epilepsia).
Ayuda asímismo en enfermedades agudas en las que hay fiebre, náuseas, vómitos, diarreas, disenterías; es preventiva para enfermedades víricas, en catarros, asma y bronquitis normaliza la secreción de mucosas.
El ayuno es beneficioso tanto para los individuos que tienen alguna enfermedad del metabolismo, como para los individuos que están completamente sanos.
– En realidad, el ayuno no cura, ES EL CUERPO EL QUE SE CURA A SÍ MISMO mientras no comemos. Nuestro propio sistema lo hace todo naturalmente, espontáneamente. Los animales ayunan instintivamente cuando están enfermos. Por eso se trata de una de las terapias naturales más efectivas, un mecanismo perfecto de regeneración del cuerpo y de la mente. El cuerpo se ahorra la tremenda energía que gasta en los procesos de digestión y lo invierte en procesos de eliminación, autocuración e introversión mental.
– Si tienes problemas de salud y necesitas asesoramiento no dudes en contactarme a través de mi página. La terapia higienista es una terapia basada en dejar nuestro cuerpo totalmente libre de tóxicos (esto es, de fármacos y alimentos nocivos) a la vez que le damos el alimento adecuado para que la energía que habita y fluye en nosotros pueda hacer el proceso de sanación.
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