Sobrellevar la pérdida de un ser querido, es el mayor dolor emocional al que nos enfrentamos los seres vivos. El Dolor de la pérdida es muy profundo y rara vez es fácil superarlo.
Podemos ver la pérdida, cómo un proceso natural, cómo algo que forma parte de la vida, pero el dolor intenso emocional que nos produce, es muy difícil de sobrellevar y nos embarga el golpe y la confusión y se nos hace muy difícil superar este proceso.
Cada persona es diferente y en esa diferencia, actuamos de forma diferente ante este dolor. Hay personas que son más resilientes y superen antes estos sentimientos profundos. Otras personas no son tan resilientes y les cuesta mucho más, salir de esta situación.
No existe un tiempo determinado para superar este duelo. Puede ir desde meses hasta años, dependiendo de la persona. Lo que sí es muy importante es tener una red de apoyo importante, donde puedas apoyarte cuando todo se derrumbe.
Es importante que podamos hablar de lo sucedido con personas que también son importantes para nosotr@s y cuidarnos un@s a otr@s. Ayudar a los que nos importan nos ayudará a lidiar y sobrellevar esta pérdida de otra forma.
Contar y compartir con otras personas, anécdotas y situaciones de la persona que nos ha dejado, también nos ayudará a poder recordar todo aquello bonito que hemos vivido con esa persona y alimentarnos de que lo hemos vivido y nos hemos nutrido de esa experiencia. Eso es nuestro, forma parte de nosotr@s. No nos lo quita nadie.
El Duelo como tal pasa por diferentes etapas. No tod@s pasamos por esas etapas en el mismo orden y de la misma manera. Incluso puede ser que no pasemos por todas ellas. Pero en definitiva, este proceso como tal, tiene diferentes etapas.
Podemos hablar de 7 etapas diferentes, que son:
- Negación.
- Confusión.
- Rabia e Ira.
- Dolor y Culpa.
- Tristeza.
- Aceptación.
- Restablecimiento.
La NEGACIÓN, es la primera de ellas. Cuando te enfrentas a ese terrible momento que se produce la pérdida de este ser querido, entras en un estado de schock que te hace pensar que lo que ha ocurrido no es posible y que no ha podido suceder, no es real. Este mecanismo de negación es un sistema de defensa de nuestro cuerpo, que se lanza para contrarestar el dolor y la pérdida y podernos proteger. Pero dura poco. Volvemos a la realidad y vemos que la pérdida es real.
La CONFUSIÓN, viene después. Intentas asumir el golpe, pero afloran emociones y recuerdos que estaban más profundos, y aparecen con mayor fuerza. Se pierde un poco la noción de la realidad y la perspectiva y no sabes que hacer. Aparecen sentimientos de frustración y desengaño y no sabes cómo actuar ante esto.
La RABIA e IRA, aparecen con el ¿PORQUÉ?, ¿Porqué le ha tenido que pasar esto? ¿Porqué ha fallecido? Aparecen reflexiones dolorosas, de lo injusta que es la vida y de lo que no debería haber pasado. Intentas buscar una justificación a esa marcha, algo que te de una explicación de porque ha ocurrido esto. A veces buscamos culpables, para poder asimilar esta pérdida.
El DOLOR y la CULPA , aparecen cuando estamos en esa búsqueda de culpables. ¿Porque no he podido hacer nada por él/ella?, Podía haber pasado más tiempo con él/ella, podia haber hecho algo más…… No asumes lo sucedido y el dolor puede llegar a causarte dolores físicos y generar episodios de angustia y ansiedad. Hay algo que te oprime el pecho y pesa en tu interior.
La TRISTEZA es la siguiente fase y la más peligrosa, ya que si no la llegamos a superar puede volverse crónica y crearnos una depresión profunda. Este es el momento para hacer un punto y aparte de lo que ha sucedido y aceptar las emociones. Esta tristeza no durará siempre y podemos sobrellevarlas con ayuda de los seres queridos o de un profesional.
La ACEPTACIÓN es la siguiente fase. Hemos llegado a un punto donde comenzamos a bajar el proceso traumático. Ya asumes y aceptas la realidad y sabes que esa persona ya no volverá a estar entre nosotr@s. Empiezas a aprender a vivir con esta pérdida. Todavía duele, pero ya menos y puedes volver a tu vida de una forma practicamente normal.
La última fase, el RESTABLECIMIENTO, es cuando comenzamos de nuevo a caminar. Nadie nos va a devolver a nuestro ser querido, pero debemos de aprender a vivir con esa pérdida de la forma más natural posible. El recuerdo y la tristeza por su ausencia, nos acompañará pero no nos producirá ese dolor que teníamos al principio y no veíamos salida. Es hora de nuevos objetivos, de volver a ilusionarnos por algo y de quitar esos sentimientos negativos de nuestra mente.
La ayuda de un profesional es esencial para ayudarte en este proceso. Si ves que no eres capaz de sobrellevarlo, no lo pienses y busca esa ayuda.
El Duelo, es un proceso doloroso, pero no es igual para todo el mundo. Intenta buscar todo aquello que a ti te ayude a transitar ese proceso de la mejor forma posible, cantando, pintando, haciendo deporte, haciendo excursiones,….. lo que necesites para estar en conexión contigo mism@. Y recuerda el apoyo en tus seres queridos, que es un elemento esencial para esta superación.
Alicia Manzano.