Buscando por internet el significado de la palabra orgullo, me salió esta definición: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que suele conllevar sentimiento de superioridad.
Sobre esta definición me parece interesante abordar su significado:
Cuando tenemos algún conflicto con alguna persona ya sea de nuestro entorno familiar, laboral, social o en cualquier otro contexto, puede ocurrir que una de las cosas que se activan en un primer momento es el sentirnos atacados, nos sentimos ofendidos, lo vivimos como una situación injusta y si la exaltación es muy alta y la resolución del conflicto no es inmediata cerramos la puerta definitivamente del vínculo que se tenia con aquella persona para nunca más volver a hablar.
Sin embargo, esta respuesta acarrea más daños colaterales que benéficos. Por un lado, nuestro ser se llena de pies a cabeza de ese orgullo que nos repite sin parar que no merecíamos esos malos tratos y que la culpa y la responsabilidad es del otro no mía.
De ahí surge un falso empoderamiento disfrazado de dignidad que nos dice que no daremos un paso atrás para solucionar el conflicto.
Y, con el paso del tiempo esa arrogancia se hace crónica, nos intoxica haciendo que la herida se haga cada vez más grande y surge una hostilidad enorme hacia esa persona que para nosotros es el absoluto responsable de mi malestar.
¿Cuántas veces te has sentido presa de una situación parecida?
¿Cuántas relaciones has perdido en el camino por no ir más allá para clarificar o resolver el conflicto?
¿Cuánto dolor albergas en tu cuerpo por rencillas familiares que han originado rupturas en tu círculo familiar?
Toda esta reflexión sobre el orgullo viene para invitarte a contemplarte a ti mismo y con una mirada más compasiva e identificar tu parte de responsabilidad, así como la conciencia de que aún cuando otras personas no han venido a tí, tu también has tomado la decisión de poner distancia y este comportamiento acarrea unas consecuencias que cargan tu sistema nervioso y en muchas ocasiones te enferman.
Te invito a que cuides las decisiones que tomes recordando, que eres responsable de todo lo que hagas y todo lo que no hagas.