- Por el “poder curativo de la naturaleza” no me refiero a una entidad específica encargada de la curación, sino a una capacidad que reside en todos los seres vivos para curarse y mantener un estado estable.
- La meta de la vida es mantener la vida, y el cuerpo siempre se esfuerza por estar sano, a pesar de que lo maltratamos continuamente alimentándonos de manera incorrecta con alimentos tóxicos, malas combinaciones, pensamientos irracionales y emociones mal canalizadas.
- Los problemas surgen cuando el camino que conduce a la curación está plagado de obstáculos (“venenos” que ingerimos día tras día pensando que son alimentos sanos, y no es así).
- El papel del profesional higienista es quitar de en medio esos obstáculos enseñando a sus pacientes cómo corregir ese estilo de vida erróneo causante de la enfermedad y asegurarse que se proporciona al cuerpo todos los requisitos para estar sanos en cantidades apropiadas.
- Es importante que todos estos requisitos estén presentes al mismo tiempo, ya que se hace más complejo alcanzar la salud si falta alguno de ellos. Estos requisitos incluyen: alimento adecuado, aire puro, agua pura, sol, descanso y sueño, ejercicio y equilibrio emocional.
- El cuerpo entonces se convierte en la fuerza curativa de la que antes hablamos.
- ES LA ENERGÍA QUE HABITA DENTRO DE NOSOTROS LA QUE NOS CURA CUANDO SE LO PERMITIMOS. Nada ni nadie allí afuera nos puede curar, sino nosotros a nosotros mismos respetando las leyes de la naturaleza, conectándonos con nuestra higiene vital.
- Si necesitas asesoramiento me puedes escribir desde el apartado CONTACTO.
- VEHYS