Quería compartir con vosotras unas reflexiones que me han surgido en esta tarde de domingo.
Ayer estaba haciendo un estudio de Cábala para una persona. ¿Y qué es un estudio de Cábala?, es un mapa de ruta que nos dice a qué hemos venido, cuáles son nuestros aprendizajes profundos, cuál es nuestra misión de vida y qué sentido tiene nuestra vida en esta encarnación. Nada más y nada menos…
Reflexiones…
Y me surgía la reflexión de cuántas veces nos perdemos y sólo ponemos el foco en cosas como: el trabajo y los conflictos que tengo con el jefe o con un compañero o compañera, en las próximas vacaciones, en si me compro un pantalón o me cambio el móvil, etc. En definitiva, objetivos superficiales que ocupan el tiempo y nos entretienen de lo importante. Algo así como estar haciendo una carrera universitaria y en vez de dedicar parte del tiempo al estudio, solo nos dedicamos a otras cosas que nada tienen que ver con sacarnos la carrera ¿te imaginas? Pues un poco eso es lo que hacemos aquí, entretenemos con cosas banales que nos desvían del verdadero camino del alma. Sin embargo, también necesitamos mirar las cosas pequeñas porque vivimos en la materia y en ella nos movemos, y es ahí donde también de da aprendizaje.
Pero que no te entretenga sólo lo pequeño, hay mucho más, es como ir en carretera con luces cortas y luces largas. Habitualmente iré con las luces cortas, pero también será necesario que en algún momento vaya poniendo las luces largas para ver un poco más allá en el camino.
Pensamos que la vida es muy larga, que tendremos tiempo para todo, sin embargo, los días pasan, los años pasan y no miramos lo verdaderamente importante. Que es todo aquello en lo que nos enganchamos, todo aquello que nos genera tensión y que muchas veces no queremos mirar. Y sobre todo en cómo me siento, si realmente siento que estoy donde tengo que estar, si realmente hay algo en mí que no está bien. Cuál es mi estado habitual, la calma, la paz… o por el contrario, estoy viviendo continuamente en estrés y ansiedad, porque si es así, hay algo no que no está bien y que sería necesario parar y mirar.
Otro tema importante y delicado es el dinero, a qué le doy valor, cómo empleo mi dinero. En muchas ocasiones me encuentro personas que manifiestan no poder pagar la terapia y solicitan una rebaja, y es ahí donde es necesario preguntarse qué es lo importante para mí, donde pongo la prioridad. Te animo a que revises este tema, puesto que la inversión en tu cuidado interior es una inversión intangible pero duradera, que nunca se pierde.
Como empezar…
Busca un momento tranquilo en tu día, te invito a que revises cómo te sientes, como está tu cuerpo, a escucharte y observar tu estado…a RESPIRAR. Porque es en esa escucha interna donde podrás ver si hay algo que no está bien, si hay algo que necesitas revisar. Es en el presente y en la propia responsabilidad y honestidad para con una misma donde se produce el verdadero crecimiento interior.
Me he pasado muchos años tratando de saber para qué había nacido, para qué estaba en este cuerpo y en esta encarnación, para qué de tanto dolor y sufrimiento de niña, y por fin puedo decir que lo sé, que sé cuál es el sentido de mi vida, de donde vengo y hacia dónde voy. Desde luego no ha sido un camino fácil, no lo he conseguido en dos días, ni en dos años, pero lo mejor es que ya tengo respuestas, esas respuestas que tanto ansiaba, con las que puedo seguir el camino sabiendo el para qué de mi existir. Y eso os aseguro que es muy bonito, me llena de paz y me pone en contacto con mi sabiduría interna. He dejado de poner la palanca fuera para ponerla dentro.
Sin embargo, quiero que sepas que yo también me desvío, me engaño, me escapo, me despisto y necesito anclas que me ayuden a retornar al camino. Quizás te preguntes cuáles son mis anclas o con qué herramientas pongo mis luces largas;
Mis anclas son principalmente:
- La terapia, en donde puedo ser escuchada y observar mis dinámicas internas, sólo se puede cambiar y mejorar aquello que vemos y de lo que somos conscientes,
- Leer textos o libros profundos y nutritivos, que me conectan con la trascendencia del alma,
- Las conversaciones con mi familia, amigas y personas importantes, que son los que me van a decir aquello que necesito escuchar porque me miran desde el amor. El lugar donde me siento segura. También es una forma de expresar hacia afuera los pensamientos, darles forma y darnos cuenta de dónde estamos situadas.
- La meditación, en el silencio y la calma puedo volver a aquietar las aguas, puedo volver a mi centro para simplemente estar aquí y ahora, conectada a mí.
- El Deporte, en el deporte he encontrado un espacio de movimiento y fluir de energía que me permite oxigenar y dedicar un rato al cuidado de mi cuerpo y mi mente.
Si tú también has iniciado ese camino de búsqueda, de no saber el para qué de tus sufrimientos, dudas o malestar, tengo buenas noticias; es posible encontrar respuestas, es posible salir de ese estado de sufrimiento. Por suerte, estamos en un momento en el que existen muchas personas las cuales acompañamos procesos. Podemos poner el GPS y descubrir hacía dónde necesitas ir, algo así como “tú conduces, yo soy tu copiloto”.
Tiempo atrás yo también tuve copilotos que me acompañaron en el camino, y aún hoy sigo recurriendo a mis anclas, que me ayudan a interpretar el mapa y me ayudan a transitarlo. Y que bien… que bien que nos ayudemos unos a otros para alcanzar ese crecimiento interno. De manera que no sea solamente caminar por caminar, sinó que tu caminar te lleve a un destino, a un para qué…
Si todo esto te parece muy abstracto, sitúate en algo que te esté sucediendo o afectando en este momento de tu vida, ya que sólo desde lo concreto, desde la vida real, podrás llegar al sentido profundo de la misma. Lo más probable es que tú sola no sepas ver la correlación de lo que te está pasando, que estés atascada sin ver la solución. Y es ahí donde entra el ancla que pueda ayudarte a traducir, a poner luces largas al asunto para ampliar mirada y perspectiva. De ahí se darán aprendizajes profundos que cambiarán tu presente y tu futuro.
Entonces a qué esperas… eliges salir de la inmovilidad y la apatía, o eliges quedarte donde estás y seguir diciendo que la culpa está afuera. Toma tu responsabilidad como adulta, muévete, actúa.
Y recuerda… SÉ AMOR EN ACCIÓN.
Especialista en: Terapia Sistémica y Constelaciones, Terapia Gestalt, PNL, Psicoterapia Cabalística.