😉 (Añado ejercicio meditativo para aprender a gestionar las emociones)
Hoy quiero hablar sobre las emociones, la idealización que hacemos de ellas, ese devaneo entre lo malo y lo bueno, entre lo correcto y lo incorrecto. Podemos ser sinceros y reconocer que más que nada se diferencian entre lo cómodo y lo incómodo.
Considero necesario “mirar de frente” que ocurre en nosotros, nuestros pensamientos, reacciones, para aprender a aceptar quiénes somos, como somos, aprender a ir quitándonos capas y capas que nos impiden vernos, entendernos, capas que nos impulsan a inventar o crear lo que creemos que debemos ser.
Aprendemos desde pequeños que lo importante
- es sentirse bien,
- que no debemos dejarnos llevar por las emociones,
- que tenemos que controlarlas,
- que no pueden apoderarse de nosotros,
- no podemos perder los papeles
y esta idea nos lleva a controlar, a evitar lo que llamamos las emociones negativas (las incómodas)
En muchas ocasiones para poder evitarlas lo que hacemos erróneamente es luchar contra ellas
Y para ello nos rodemos de “ruido” para no escucharlas: reuniones, televisión, música…. Cualquier cosa que nos aleje de esos pensamientos que nos despiertan esas emociones que no queremos sentir.
Tal vez acudamos al tabaco, al alcohol, a drogas diversas o medicamentos – antidepresivos o ansiolíticos- cualquiera de ellas nos permiten anestesiarnos, auto engañándonos de que no existen. Nos entretenemos con cientos de cosas para no mirar, no ver, no sentir qué hay dentro de nosotros,
Porque esas sensaciones, sentimientos, son las que la mayoría de las personas, la sociedad nos ha enseñado que son malas, que tenemos que estar bien. Se lleva el estar bien y se da la espalda a todo lo contrario. Huimos de ello.
Y nos refugiamos en la comida, en el sexo, en el deporte, en compras sin sentido, buscamos actividades para no enfrentarnos a esas emociones que llamamos negativas
Pero lo cierto es que la emociones no son ni positivas ni negativas, no son ni buenas ni malas.
La ansiedad, el miedo, la depresión, la rabia ….. solo son las demostraciones, alarmas de nuestro ser de cómo nos encontramos y nos señalan que hay algo cambiar en nuestra vida, que hay cosas que nos preocupan o incomodan o …………… y que llenan nuestra mente de pensamientos que nos impiden estar en calma, que nos impiden vivir esta vida en coherencia y amor.
Cuando sientas sufrimiento, no pienses que hay algo en ti que no funciona, o que algo falla.
Cuando el dolor te inunde entrégate al conocimiento, observa…. Sin juicio, sin mente, sin compararte con otras personas.
Y que este conocimiento vaya seguido por la aceptación, Aceptar que lo que sientes dentro de ti es real, que forma parte de ti, que es lo que ahora estás sintiendo, en este momento y no niegues la realidad. Este sentir tiene un origen al que hay que darle cabida, en ese origen tu te quedaste sin reconocer, o sin escuchar, o no te tuvieron en cuenta……………. Y ese vacío reclama ser compensado de alguna forma, pide “ajustar cuentas”. Míralo, abrázalo. , No te resistas.
En la resistencia solo encontrarás más dolor y desesperación. si aceptas que sí, que es tuyo, y que solo tú vas a poder hacer algo por ti. Que ni la tele, ni los dulces van a llevarse ese malestar…. Que como mucho puedes conseguir callarlo durante un tiempo…. pero que luego Volverá, y cada vez más fuerte, más intenso, más irreconocible.
Si te entregas a sentir esa emoción: desaparecerá
Y si lo deseas aqui tienes un ejercicio, una meditación grabada para guiarte en la liberación de las tensiones emocionales
EJERCICIO / MEDITACIÓN GUIADA : GESTIONAR EMOCIONES