Ya puede ser complicado empezar un proceso de terapia para encima elegir en si queremos hacerlo de manera presencial o si, por el contrario, preferimos la terapia online. Hay gente que lo tiene claro, prefiere la presencial. Sin embargo, la terapia online ofrece alguna ventajas que quizás no habías caído.
En el artículo Terapia online: qué es y cómo funciona ya hablamos de las limitaciones y ventajas que tiene este formato. Aquí te queremos hablar de lo que se suele creer sobre la terapia online y que no es cierto o que, hoy día, se puede solucionar fácilmente. Así, podrás hacer un balance en el que puedas determinar si la terapia online es para ti o no.
9 mitos sobre la terapia online.
1. No se conecta igual con el terapeuta en terapia online.
La relación terapéutica no se ve afectada, repetimos, la relación terapéutica en la terapia online no se ve afectada. Este era uno de los principales miedos cuando las psicólogas nos empezamos a adaptar a las ventajas que la tecnología nos ofrecía. Sin embargo, hemos comprobado que se pueden establecer relaciones terapéuticas tan buenas como en las consultas presenciales. La experiencia así nos lo dice. La relación terapéutico no tiene que ver con el formato de la terapia, sino de muchas otras variables.
2. La terapia online no es igual de efectiva.
La efectividad de la terapia tampoco depende de si es presencial u online. Ya hay estudios publicados que demuestran que la terapia online es igual de efectiva que la terapia presencial. Lo dice la ciencia pero, una vez más, nuestra experiencia así lo corrobora.
3. No es segura.
Muchas personas se preocupan por su privacidad. En Vervana Psicología lo primero que recomendamos a nuestros pacientes es elegir un lugar donde haya privacidad y donde sepan que no van a ser interrumpidos. La confidencialidad también es responsabilidad del psicólogo, por supuesto, y debe proporcionártela a través de plataformas online seguras y tomando ciertas medidas, para que la privacidad y la confidencialidad estén garantizadas.
4. Me parece muy impersonal.
Otro temor de los consultantes es la impersonalidad que puede transmitir la terapia online por llevarse a cabo a través de una pantalla. Entendemos este miedo, tenemos asociados los dispositivos a algo poco íntimo y, además, puede haber distracciones. Estas, haciendo caso de las recomendaciones de tu terapeuta online son evitables. Por otro lado, si la implicación del terapeuta y del paciente es la adecuada, la impersonalidad se va perdiendo, aunque pueda parecer raro al principio.
5. Tiene muchas limitaciones respecto a lo que se puede hacer en sesión.
Todo lo contrario. La posibilidad de compartir pantalla da mucho juego a la hora de utilizar recursos y dinámicas en sesión. Además, casi todas las técnicas están ya adaptadas al mundo de la terapia online (como, por ejemplo, el EMDR o la caja de arena). Las limitaciones también se verán ligadas a la creatividad de cada terapeuta, pero lo cierto es que el formato online da mucha más accesibilidad a los recursos.
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6. Es solo para personas jóvenes.
Tenemos asociado la juventud con las habilidades tecnológicas. Estas no son un requisito para hacer terapia online. Se puede acceder fácilmente, ya que solo es necesario un dispositivo y acceder mediante un enlace que te proporciona tu terapeuta. Alguna vez a habido algún inconveniente con personas mayores a la hora de hacer las sesiones de psicoterapia de manera online, pero nada que no se haya podido resolver o adaptar. Se puede pedir ayuda o utilizar la plataforma (siempre que sea segura) más cómoda para la persona.
7. No se puede hacer terapia de pareja.
La terapia online también es para las parejas. De hecho, suele ser el medio más elegido por estas. Al tener diferentes horarios laborales o tener que encargarse de manera conjunta de las mismas responsabilidades (ej.: encargarse de los hijos o las tareas domésticas) la terapia online ofrece la flexibilidad que se necesita, dado que se ahorra tiempo de trasporte. Pueden conectarse ambas partes desde el mismo dispositivo o conectarse cada cual desde un lugar diferente (si no están cohabitando, por ejemplo).
8. Hace que te comprometas menos.
El compromiso en un proceso terapéutico es esencial para al efectividad del tratamiento psicológico sea cual sea su formato. La terapia online se ofrece también porque, para muchas personas, es la única manera que tienen de hacer terapia de manera regular y poder, así, comprometerse. Si tuvieran que invertir tiempo en desplazarse su compromiso se vería limitado por el tiempo.
9. La terapia online no es para problemas graves.
Este tipo de terapia ha demostrado ser eficaz en casos graves de depresión y ansiedad, así como para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático. La terapia online no es solo para casos leves en los que se necesite únicamente un asesoramiento. La terapia también puede ser por videollamada en casos complejos. En cualquier caso, si quieres probar y la terapia online no encaja por tu motivo de consulta o cualquier otra circunstancia tu terapeuta te lo hará saber y te ayudará a buscar alternativas para que puedas seguir tu proceso terapéutico.
Entonces, ¿es para mí la terapia online?
En conclusión, la terapia online ofrece mucha flexibilidad, es eficaz y es muy adaptable para las personas. Aunque puedes pensar que no es el formato de tu preferencia, la gran ventaja es que hace la terapia psicológica más accesible. Incluso, se puede alternar la terapia presencial con la online, si por causas de fuerza mayor (ej.: un viaje de trabajo enfermedad leve), la persona no puede desplazarse.
En el caso de que la terapia online fuera un impedimento para el progreso de la persona el psicólogo nunca debe faltar a su profesionalidad y a su ética y te lo hará saber para que podáis buscar alternativas.
¿Buscas terapia online?
En Vervana Psicología hacemos todo lo posible para adaptarnos a las necesidades de la persona. Por eso, nuestro objetivo es ofrecer terapia en todos los formatos. Si has decidido que la terapia online es para ti puedes ponerte en contacto con nosotras aquí. Pide más información y te explicaremos cómo trabajamos.
Referencias bibliográficas
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