Sentir rabia e impotencia al mismo tiempo es algo así como apretar el freno y el acelerador de nuestro coche al unísono…
Mientras que la rabia intenta movilizarnos para defendernos, la impotencia nos paraliza.
¿Puedes imaginarte el desgaste que eso ocasiona en nuestra fisiología?
En nuestros encuentros semanales aprenderás herramientas sencillas para poder regular tu sistema nervioso y gestionar el estrés que ocasionan estas reacciones emocionales en un entorno tranquilo, respetuoso y compasivo.