Como ya sabemos la eyaculación precoz es la insatisfacción con el tiempo de eyaculación generada por la sensación de descontrol a la hora de eyacular. A la eyaculación le anteceden las sensaciones pre-eyaculatorias. Algunas personas han descrito estas sensaciones como una puerta que se va a abrir, que no se llega a abrir, hasta que se acaba abriendo cuando tiene lugar el orgasmo. Las personas con eyaculación precoz ignoran casi por completo estas sensaciones pre-eyaculatorias o pasan por ellas de una manera muy rápida. Es decir, no tienen un momento de meseta esas sensaciones que se alarguen, puesto que pasan de la excitación al orgasmo muy rápido. Con todo, podemos hablar de distintos tipos de eyaculación precoz. En este artículo me gustaría seguir hablándoos de qué tipos de eyaculación precoz se pueden dar y qué podemos hacer para evitarla.
Tipos de eyaculación precoz.
Los tipos de eyaculación precoz los podemos clasificar en:
- Eyaculación precoz primaria: es aquella que ocurre desde siempre, es decir, desde la primera relación erótica. Lo que suele pasar es que el haber tenido una primera mala experiencia subjetiva en pareja con el control eyaculatorio, condiciona las experiencias venideras. La persona empieza a obsesionarse con la idea de que le va a volver a pasar y no es capaz de salir de ese bucle, lo cual fomenta la ansiedad cada vez que se va a tener un encuentro sexual.
- Eyaculación precoz secundaria: es aquella que se produce desde un momento determinado de la vida sexual hasta el presente. Se ha tenido una experiencia de no controlar la eyaculación y a partir de dicha experiencia se ha generalizado. Hay un momento claro que la persona identifica como la primera vez que ocurrió. Pudiera ser un momento con una causa puntual que podría quedar en anécdota pero que desencadenan los pensamientos intrusivos y rumiativos para los siguientes encuentros sexuales.
Algunos estudios hablan de otros tipos de eyaculación precoz, como, por ejemplo, la eyaculación precoz natural variable. En este tipo, se ha tenido un encuentro sexual en el que la persona considera que “duró poco” pero no lo generaliza. Para mí, esto no es una eyaculación precoz, sino simplemente un episodio meramente anecdótico que le pasa a todo hombre a lo largo de su vida sexual. Sin embargo, a veces, la ciencia se empeña en etiquetar y patologizarlo todo. También se habla de la pseudoeyaculación precoz, que se refiere a las personas que, bajo su criterio, creen que deberían tardar más tiempo en eyacular. Una vez más, se está midiendo la eyaculación en base al tiempo y no en sensaciones preeyaculatorias. Además, esto tiene que ver con las expectativas sobre el cómo se ha de “rendir” en el sexo.
7 claves para evitar la eyaculación precoz.
El tratamiento de la eyaculación precoz va a estar muy enfocado en hacer conscientes las sensaciones pre-eyaculatorias en específico, pero, sobre todo, en trabajar con el cuerpo. Aun así, te dejo aquí algunos consejos que puedes poner en práctica para controlar un poco más la eyaculación y trabajar las sensaciones pre-eyaculatorias.
- Aterriza las expectativas.
Recuerda que durar poco no es eyaculación precoz, sino que tiene más que ver con que te pierdes las sensaciones corporales intermedias entre la excitación y una práctica sexual con más estimulación. Llevar altas expectativas sobre lo que hay que durar te dará mucha presión en tus encuentros sexuales y, por tanto, ansiedad, la cual es incompatible con controlar el reflejo eyaculatorio, como ya expliqué en La eyaculación precoz desde otra perspectiva: ¿por qué ocurre?.El porno no ayuda a rebajar estas expectativas, así que, si lo ves, recuerda que es ficción.
- Cambia de postura.
Una vez tengas más identificadas las sensaciones de tu cuerpo y las sensaciones pre-eyaculatorias, darse un tiempo, parar, besarse o acariciar, o cambiar de postura durante el coito hará que pare la estimulación y que des la oportunidad a tu cerebro de escuchar al cuerpo y ver qué necesita en ese momento. Puede que me digas que esto es cortar el rollo a la otra persona. Por eso, la comunicación es un ingrediente que no debe faltar en las relaciones sexuales. Además, puedes probar otras maneras de tener sexo, en lugar de la típica y reducida hoja de ruta de besos-caricias-preliminares-coito-fin.
- Utiliza lubricantes con efecto retardante.
Existen geles, cremas, lubricantes o preservativos que se componen de ingredientes naturales que disminuyen las sensaciones. Mi recomendación es que si lo utilizas lo hagas por jugar de una manera diferente, erotizando el momento y de manera puntual, cuando traigas a la consciencia todo lo que tenga que ver con lo corporal. Si los empleas como un remedio tu problema de control de la eyaculación precoz NO desaparecerá ni la podrás dar por curada. Aun así, pueden ser un complemento interesante dentro de tus relaciones eróticas. Te dejo aquí el link a algunos de ellos.
- Practica la técnica “parada y arranque”.
Esta técnica se recomienda hacerla durante la masturbación, a solas y en un entorno donde estés cómodo y tengas toda la intimidad del mundo. Consiste en que, mientras te masturbas, cuando identifiques las sensaciones pre-eyaculatorias, pares de estimular y focalices es esas sensaciones. Lentamente, vuelves a estimular hasta que vuelvas a identificar esas sensaciones. Atención: El objetivo de esta técnica no es durar más sino familiarizarte con las sensaciones del cuerpo.
- Réstale importancia a la penetración.
El resto de prácticas eróticas que no son la penetración también son sexo. De hecho, son enormemente placenteras. Además, si lo que te agobia es la penetración lo vas a pasar mal, y ¿para qué lo vas a pasar mal? Si te das margen para permitirte no dar la talla o no hacer todo lo que se espera de ti, tu sistema nervioso y, por ende, tu cuerpo, se relaja. De esa manera, podrás disfrutar de tus encuentros sexuales mucho más. En mi ebook de Crecimiento Erótico, te explico más sobre esto.
- Haz ejercicios Kegel.
Los ejercicios Kegel consisten en contraer la musculatura del suelo pélvico. Estos son los músculos pubococcígeos, los que entran en juego en el reflejo eyaculatorio. Con estas contracciones podemos fortalecer la musculatura y también hacerse con las sensaciones de control de la eyaculación. De todas maneras, una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico puede informarte mucho más y mejor.
- Comunícate con tu pareja.
Habla de lo que te ocurre. De todas las pautas que doy en consulta, esta es la que más rechazo produce.
—Pero ¿cómo le voy a decir eso? —me dicen, casi con las manos en la cabeza —¡La espantaría!
Hablar de cómo nos sentimos, sobre todo, cuando algo nos da miedo, nos pone en una situación de vulnerabilidad que no nos gusta y que puede ser bastante desagradable. Sin embargo, hablar de lo que hay también ayuda a rebajar las expectativas y, por encima de todo, las presiones.
Conclusiones.
He de advertir que estos consejos no garantizan curar la eyaculación precoz. Lo que pueden hacer es ayudarte en algún momento. El tratamiento psicológico de la eyaculación precoz consiste en embarcarse en un proceso donde se exploran el origen de esa anestesia de tu cuerpo, cómo se generaliza a otras áreas de tu vida (no solo en la sexualidad). Así, el trabajo con el apego y las emociones también será necesario. Al margen de que pongas lo anterior en práctica, lo mejor que puedes hacer es ir a terapia.
¿Buscas tratamiento para la eyaculación precoz?
La principal causa de la eyaculación precoz, como en muchas otras disfunciones sexuales, es la anticipación y la rumiación sobre lo que va a ocurrir. Parece una tontería, pero el miedo al fracaso lo somatizamos y, claro, alteran el funcionamiento natural de nuestro cuerpo, jugándonos malas pasadas. La terapia te ayudará a trabajar con esa parte obsesiva de ti y a llevarte con ella de otra manera. Si quieres empezar terapia conmigo, puedes contactarme aquí.
Referencias bibliográficas
Lombardía, A. (2022). Hablando con ellos: La sexualidad de los hombres hetero. Oberon.
Asmat Calle, D. C. (2023). Eyaculación precoz asociado a estilos de vida en estudiantes universitarios de Piura.
Tene, N. F. C., Aguilera, C. P. C., & Ramírez-Pérez, T. (2023). Frecuencia de la disfunción sexual masculina en estudiantes de Medicina Universidad de Cuenca. Revista Unidad Sanitaria XXI, 3(10).