“Es gracioso porque los únicos momentos en que pienso en el VIH son cuando tengo que tomar mis medicinas dos veces al día”.
“El VIH cambió mi vida, pero no me impide vivir”.
Aprender, crecer, hacer pequeños cambios, ser un poquito más feliz cada día. Si este contenido que te he escrito ha puesto su granito de arena, entonces ha valido la pena.
Mi parte está hecha, ahora depende de ti. Si quieres seguir creciendo interiormente y mejorar tu bienestar, te propongo seguir en contacto.
Te enviaré por email mis nuevos contenidos. Solo tienes que dar un pasito más.