Cuando nos encontramos con la intención expresa de los niños y adolescentes, con la negativa o el rechazo a lo que les decimos o sugerimos, vemos que “el recipiente” no quiere llenarse. Y es que la educación no es llenar, no es completar, sino que es la capacidad par formar, construir consciencias. Esa conciencia va a necesitar información, apoyo, seguridad, motivación y capacidad de sacrificio. Es decir, va a necesitar más emociones que información. Para poder encender la llama necesitamos trasmitir nuestros valores, mostrar nuestras llamas, capacidad para contagiar nuestro entusiasmo en la vida.
¿Te gustaría tener un profesional de confianza a mano en el campo de la psicología y la educación? ¿Encuentras que en muchos momentos si tuvieras la información precisa actuarías de otra manera, de forma más segura, con tus hijos, con tu pareja, con tus relaciones? ¿Siempre has tenido esa inquietud de saber el porqué de […] Ver más