La primera vez que lei esta frase me encantó. La segunda vez también. La tercera vez me entraron dudas……
Parece, o al menos yo entendí, que «no me iba a faltar de nada». Que iba a estar cubierta, atendida,…. que tan solo tenía que contactar con mi necesidad y….
El cielo se abriría y sobre una nube blanca, hermosa, bajaría JUSTO eso que necesitaba llenándome de alegría, felicidad…………… todo maravilloso.
Si, esto entendí
Pero cual fue mi angustia cuando recordé: El ser humano aprende por «ausencias»
Entonces……… ¿Qué es lo que necesitaré y que el universo, la vida me entregará en el momento y lugar perfectos?
Y entonces temblé, y mi pies se anclaron al suelo. Recordé.
Recordé que este es un viaje para aprender, para poder llegar a una plenitud. Y en este viaje desconozco cual tiene que ser mi aprendizaje.
Desconozco, pero creo.
Y se, que sea lo que sea lo que la vida me da, ESO es justo lo que preciso en ese momento.
Así que abro mucho los ojos, respiro profundamente y busco como vivirlo lo mejor posible, agradeciendo todo lo aprendido para afrontarlo y rodeada de todos los seres que amo.
¿Has sentido alguna vez impotencia ante la vida? ¿Que no puedes hacer nada para cambiar tu situación actual? Mi nombre es Eva de la Piñera, ayudo a las personas que están pasando por situaciones límites, cansadas y con sentimiento de impotencia en la resolución de sus conflictos. Ofreciendo entusiasmo, motivación y ganas de disfrutar la […] Ver más
La experiencia me ha enseñado y lo que transmito a los demás través de mi trabajo, es que nada ni nadie puede cambiar lo que ha pasado – ojalá se pudiera – pero lo que sí podemos hacer es aprender a vivir con ello sin dolor, a ver las cosas de otra forma. Hay tantas cosas a nuestro alrededor… y un día descubres que merece la pena seguir con vida, que afortunadamente no te quedaste en el camino.