Ya he hablado en numerosas ocasiones sobre las relaciones no monógamas, cómo funcionan y cómo se pueden gestionar. Hoy me gustaría revisar cuáles son los mitos que rondan sobre las relaciones abiertas, el poliamor u otros tipos de relaciones no monógamas. Es decir, qué se dice de ellas y que no son verdad. La mayoría sobre los que aquí escribo suelen ser prejuicios más propios de las personas monógamas, aunque algunos también se dan dentro de la propia comunidad no monógama.
7 frases que vas a escuchar si estás en una relación no monógama.
- Si abres tu relación es porque no estás bien con tu pareja.
La gente piensa que si abres tu relación es que estás poniendo un parche a tu relación principal. En consulta me he encontrado a varias parejas que han planteado abrir la relación como solución a sus dificultades. Yo siempre se lo desaconsejo y animo a que primero resuelvan lo suyo y luego ya, si quieren, pueden plantearse la no monogamia. Pero las batallas de una en una. Cuento esto porque las personas que creen que la no monogamia está para cuando te aburres con tu pareja de toda la vida están equivocadas. La no monogamia solo es un modelo relacional que tú eliges y en el que crees que vas a estar más a gusto que en el que te han impuesto: la monogamia.
- Eso es infidelidad con permiso.
Que si son los cuernos de siempre, pero con permiso. Que si las personas no monógamas no son personas fieles, o peor, no son leales. En las no monogamias, la lealtad, el compromiso y el respeto son valores fundamentales para que se sustente. Las no monogamias no tienen nada que ver con la infidelidad. De hecho, hoy día, está menos estereotipado y menos castigado socialmente el poner los cuernos que tener una relación poliamorosa. Se entiende mejor que alguien sea infiel a que ese alguien sea capaz de amar a varias personas a la vez. Además, en las no monogamias todo es pactado, consensuado y se puede ser infiel de muchas maneras, no solo teniendo una relación física con otra persona.
- Si eres no monógama es que te gusta mucho el sexo.
Siempre, a todas horas, de todo tipo, con cualquier persona y en cualquier circunstancia. Si te cruzas con una persona no monógama no des por hecho que va a estar disponible sexualmente en todo momento. Puede que esté en una mala racha de su vida y no tenga ganas o puede que simplemente ese día no le apetezca. Como nos ocurre a todas las personas, nuestro deseo sexual va fluctuando según muchas variables contextuales, es decir, según nuestros niveles de estrés, según nos encontremos, según el momento en el que no hallemos y un largo etcétera. Que una persona sea no monógama no quiere decir que tenga ganas siempre.
- Si conoces a una persona no monógama no tienes que comprometerte con ella.
Total, ya tiene a su pareja principal u otras personas con las que comprometerse. Si no eres una persona no monógama y te topas con una persona no monógama que te gusta y quieres tener algún tipo de relación con ella eso no te exime de tener responsabilidad afectiva y de brindar ciertos cuidados. No es un objeto sexual. Nadie te pide que te cases con esa persona, solo que tengas en cuenta sus sentimientos si eres tú la persona que quiere relacionarse con ella. Una relación, sea del tipo que sea, conlleva una responsabilidad.
- La no monogamia es antinatural.
No olvidemos que la monogamia es un constructo social. Un invento de la sociedad occidental para organizar a los seres humanos. Existen culturas y sociedades en otras partes del planeta que son no monógamas. De hecho, algunos estudios antropológicos confirman esta idea y hablan de que la no monogamia es más efectiva para la supervivencia de las tribus y, por ende, de la especie humana.
- ¿No será que temes al compromiso?
En primer lugar, al compromiso puede tenerle miedo tanto una persona monógama como no monógama. En segundo lugar, tener una relación abierta o poliamorosa tampoco te exime de comprometerte con las personas con las que te relacionas. El compromiso abarca muchas cosas. No es solo estar ahí incondicionalmente. Es respetar el tiempo de la otra persona, sus ritmos o, sencillamente, contestar a sus mensajes.
- Si estás en una relación no monógama no puedes sentir celos.
Y si los sientes, tú te lo has buscado. Los celos son una emoción más que forma parte de la vida. Una vez más, es una emoción que pueden sentir tanto personas no monógamas como monógamas. Los celos no se tienen, ni se es una persona celosa, los celos se sienten. Como tal, es una emoción más que hay que aprender a manejar, pero es válido que la sientas.
En conclusión…
Es complejo salirse de cualquier forma de normatividad. Cuando lo haces, te tienes que enfrentar a los prejuicios, pero, sobre todo, a la ignorancia (puesto que de ahí nacen los prejuicios). La no monogamia rompe con todo lo que nos han enseñado sobre cómo funciona o debería funcionar el amor. Rompe con la posesividad, la demostración de amor a través de los celos, la creencia de que el amor todo lo puede o de que solo hay una persona en el mundo que te complemente, tu media naranja.
Si quieres abrir tu relación pero temes como se lo vaya a tomar tu entorno, primero trabaja tus creencias, tus necesidades, tus inseguridades y tus límites tú. No puedes controlar las reacciones de los demás, pero sí puedes elegir el modelo relacional que a ti te encaje.
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Referencias bibliográficas
Ryan, C., & Jethá, C. (2010). En el principio era el sexo: Los orígenes de la sexualidad moderna. Cómo nos emparejamos y por qué nos separamos. Barcelona: Ediciones Paidós.
Easton, D., & Hardy, J. W. (2020). Ética promiscua. Melusina.
Taormino, T. (2008). Opening up: A guide to creating and sustaining open relationships. Cleis Press.