Hola a tod@s,
mi nombre es Alicia Manzano y me apetece compartir este articulo con vosotr@s e invitaros a la reflexión.
¿Por qué nos cuesta tanto comunicarnos y gestionar nuestras emociones en la actualidad?
¿Te ha pasado alguna vez, que te has sentido abrumad@ por tus emociones, sin saber exactamente que hacer con ello? ¿Y que en lugar de expresar lo que realmente sientes, terminas en una discusión que parece no tener fin?
En la sociedad actual, millones de personas, desde niñ@s hasta ancian@s, enfrentan el desafío diario de manejar sus emociones y comunicarse de manera efectiva.
Vivimos en un mundo que NUNCA para. Todo va a mil por horas. Tenemos el acceso a toda la información del mundo en la palma de nuestra mano, pero ¿realmente sabemos como procesarla?. La Tecnología ha hecho que estemos más conectad@s que nunca, pero a la vez ha creado una desconexión emocional muy profunda. Nos sentimos más sol@s, más imcomprendid@s, y en muchos casos, más frustrad@s.
¿Cómo nos afecta y se manifiesta todo esto en nosotr@s?
L@s niñ@s son cómo esponjas: absorben todo lo que sucede a su alrededor, incluyendo las emociones y formas de comunicación de l@s adult@s que les rodean. Sin embargo, en muchos hogares, el tiempo de calidad entre padres e hij@s se ha reducido drásticamente. En lugar de jugar, conversar o explorar el mundo junt@s, much@s niñ@s pasan horas frente a una pantalla.
L@s niñ@s necesitan interacción humana para aprender a reconocer y manejar sus emociones. Si no tienen la oportunidad de expresar cómo se sienten y recibir una respuesta empática, pueden comenzar a internalizar sus emociones, , lo que podría llevar a problemas como la ansiedad o el aislamiento social en el futuro.
Pregúntate, ¿Cuántas veces has dejado que un niño a tu alrededor exprese libremente lo que siente? ¿Le das el espacio necesario para que explore sus emociones y aprenda a manejarlas? ¿Cómo pueden manejar sus emociones si no tienen a alguien que les enseñe con paciencia y amor? ¿Qué ocurre cuando en lugar de escuchar a un niño, le damos una tablet o un móvil para que se entretenga?
Los jóvenes también tienen su parte. La Adolescencia ya es lo suficientemente complicada, pero ahora los jóvenes también tienen que lidiar con la presión constante de las redes sociales. Todos parecen estar viviendo la Vida Perfecta…..menos ellos. Esto hace que se sientan inadecuad@s o que nunca están a la altura de las expectativas. Esta percepción puede erosionar su autoestima y hacerles sentir que sus emociones no son válidas o importantes.
Cuando los jóvenes sienten que no pueden hablar abiertamente sobre sus luchas internas, comienzan a encerrarse en sí mism@s. La falta de comunicación asertiva puede llevar a conflictos con los padres, amig@s y profesores, lo que agrava aún más la sensación de desconexión y soledad.
¿Cómo puedes ayudar a un joven a sentirse escuchado y comprendido? ¿Qué haces para mostrarle que sus emociones son válidas y que no necesita compararse con los demás? ¿Estás dispuest@ a tener conversaciones difíciles pero necesarias sobre sus sentimientos y desafíos?
Por otro lado, l@s adult@s se encuentran atrapad@s en una rutina diaria que muchas veces deja poco espacio para la auto-reflexión o el cuidado emocional. Entre las responsabilidades laborales, las obligaciones familiares y las expectativas sociales, es fácil perderse a un@ mism@ en el proceso.
El estrés y la falta de tiempo pueden llevar a una comunicación superficial o reactiva. En lugar de abordar los problemas desde la empatía y la comprensión, es común que las discusiones surjan de la frustración o el cansancio acumulado. Esto no solo deteriora las relaciones, sino que también aumenta la sensación de aislamiento y descontento personal.
¿Te paras a escuchar tu cuerpo? ¿ Cuándo fue la última vez que lo hiciste? ¿Te permites expresar tus verdaderos sentimientos o te los guardas por miedo a complicar las cosas?
¿Y los ancianos, que pasa con ellos? A medida que las personas envejecen, enfrentan desafíos emocionales únicos. La pérdida de seres queridos, la disminución de las capacidades físicas y la sensación de que el mundo se mueve demasiado rápido, pueden generar sentimientos de soledad y desorientación. Además, muchos ancianos sienten que su voz ya no es tan valorada como antes, lo que les llevan a reprimir sus emociones y necesidades.
Cuando las personas mayores no tienen a nadie con quien hablar o no se sienten escuchadas, su salud emocional puede deteriorarse rápidamente. La falta de una comunicación abierta y honesta puede llevarlos a sentirse invisibles, lo que además de afectar a su bienestar mental, también lo hace a su salud física.
Yo me pregunto: ¿ qué hacemos para asegurarnos de que las personas mayores de nuestras vidas se sientan escuchadas y valoradas? ¿Cómo puedo mejorar la comunicación con ellos para que puedan expresar sus necesidades y sentimientos sin temor?
Cada etapa de la vida tiene sus propias luchas y victorias en cuanto a la gestión emocional y la comunicación. Pero independientemente de la edad, tod@s compartimos la necesidad de ser comprendid@s, de expresar lo que realmente sentimos y de conectarnos de manera genuina con los demás. La clave está en reconocer estos desafíos y estar dispuest@ a trabajar con ellos, día a día, con empatía y paciencia.
¿ Qué pasaría si le diéramos a estos aspectos la importancia que realmente merecen? ¿Cómo cambiarían nuestras vidas, nuestras relaciones y nuestra sociedad si todos nos esforzáramos un poco más en entendernos a nosotr@s mism@s y a los demás?
Es momento de hacernos algunas preguntas importantes: ¿Estamos realmente conectad@s con quienes nos rodean? ¿Cuanto tiempo dedicamos a escuchar, no sólo con los oidos, sino con el corazón? Y quizás lo más importante, ¿estamos dispuest@s a hacer el trabajo necesario para mejorar la forma en que gestionamos nuestras emociones y cómo nos comunicamos?
Nunca es tarde para comenzar.
Ya sea que estés criando a un niño pequeño, apoyando a un adolescente, manejando las presiones de la vida adulta, o acompañando a una persona mayor, siempre hay una oportunidad para mejorar. Cada interacción es una oportunidad para ser más consciente, más empátic@s y más auténtic@s.
Te invito a que después de leer este artículo, te tomes un momento para reflexionar sobre cómo manejas tus propias emociones y cómo te comunicas con los demás. ¿Qué pequeños cambios podrías hacer hoy para crear un impacto positivo en tu vida y en la de quienes te rodean?
El camino hacia una mejor gestión emocional y una comunicación más efectiva no siempre es fácil, pero es, sin duda, uno de los viajes más gratificantes que puedes emprender.
¿Te atreves a dar el primer paso?
Gracias por leerme
Alicia Manzano
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