El mundo en el que vivimos comprende miríadas de elementos y compuestos químicos. Estos compuestos pueden ayudar a nuestra vida o dificultarla de una forma u otra y para ello necesitamos inmunidad.
Por ejemplo, los alimentos y frutas nutritivos ayudan a mantener nuestro bienestar general. Por el contrario, los productos químicos nocivos pueden aumentar el riesgo de problemas de salud.
La inmunidad de nuestro cuerpo juega un papel vital para mantener a raya estos problemas de salud.
Sin embargo, en medio de la vida acelerada y el estilo de vida despreocupado, uno puede pasar por alto el desarrollo y mantenimiento de la inmunidad .
A través de este blog, intentamos presentar a nuestros lectores la inmunidad y sus tipos, con consejos para fortalecerla.
¿Qué es la inmunidad?
En términos biológicos, la inmunidad es la capacidad de resistir a los organismos nocivos, tanto unicelulares como multicelulares. En los humanos, se refiere a la fuerza que nos resguarda contra todo tipo de enfermedades.
Tipos de inmunidad
Hay principalmente tres tipos de inmunidad y la siguiente lista los cubre todos.
1. Inmunidad activa
Este tipo se activa cuando su cuerpo entra en contacto con un organismo patógeno. Esto sucede cuando el cuerpo crea anticuerpos cuando el organismo de la enfermedad lo ataca.
Puede desarrollar de las siguientes dos maneras:
- Naturalmente: varias enfermedades pueden afectar a los humanos solo una vez en su ciclo de vida, por ejemplo, la varicela. Cuando una persona se enferma con tal problema de salud, su cuerpo produce anticuerpos para combatir la enfermedad. La próxima vez que ocurra un ataque similar, los anticuerpos erradicarán la infección antes del efecto.
- Vacunación: en India, la vacunación contra la poliomielitis para niños es un ejemplo de este tipo de inmunidad. Se ingiere una variante débil o inactiva del virus. Esto permite que el cuerpo desarrolle anticuerpos para combatir el problema cuando puede atacar.
Tenga en cuenta que la inmunidad activa también se conoce como inmunidad adaptativa.
2. Inmunidad pasiva
La inmunidad pasiva se desarrolla cuando una persona ingiere anticuerpos para una enfermedad, en lugar de esperar a que su sistema inmunológico desarrolle inmunidad.
Los ejemplos incluyen bebés recién nacidos que desarrollan inmunidad pasiva de su madre a través de la placenta. Además, los productos sanguíneos como la inmunoglobulina pueden ayudar al mismo tiempo que brindan protección inmediata contra una enfermedad.
Sin embargo, hablando de inmunidad activa e pasiva juntas, la inmunidad pasiva solo dura unos pocos meses o incluso semanas. La activa dura más tiempo.
3. Inmunidad innata
Este es el tipo de inmunidad con la que todos nacemos. Esto se refiere a la fuerza y capacidades naturales del cuerpo humano para combatir enfermedades.
Ejemplo: viejas enfermedades y fiebres que regresan y el sistema inmunológico nos protege contra ellas.
Para mejorar su fortaleza inmunológica innata, es recomendable mantener una dieta sana y equilibrada, ejercicios físicos y respiratorios regulares. Y tambien con hierbas naturales.