¿Creéis que los juguetes sexuales están un tanto demonizados o, por el contrario, están idealizados? En los últimos años, los juguetes sexuales o eróticos han dejado de ser tan tabú como antaño. Esto se lo debemos a la llegada y visibilización del tan hablado y famoso satisfayer o succionador de clítoris en 2019. Fue un juguete erótico revolucionario para las mujeres o personas con vulva. Muchas mujeres descubrieron así lo que era tener un orgasmo. No solo se visibilizó el juguete en sí, si no que ayudó a que muchas mujeres despertaran una sexualidad que estaba dormida.
Al mismo tiempo, muchos hombres se sintieron amenazados (no hay más que leer las reseñas en internet en páginas que venden este producto), como si un aparato pudiera sustituirles. La sola idea de que un objeto puede ser sustituto de una persona me hace cuestionarme la idea instrumentalizada y mecanizada que tienen algunos del sexo. Muchos hombres sienten que son los responsables y están obligados a proporcionar orgasmos a sus parejas, cuando esto no es así. Se trata de una forma de ver el sexo como un intercambio (si tú me das yo te doy), una negociación y más como un compartir.
Y de esto os quiero hablar en este artículo, sobre mi opinión y experiencia en la consulta con los juguetes sexuales o eróticos, tanto a solas como en pareja, recomendaros algunos, así como hablar de las ventajas que pueden tener, pero también de las desventajas.
Ventajas y desventajas de los juguetes sexuales.
En general, siempre recomendaré el uso de juguetes sexuales o eróticos, ya que considero que son una herramienta más para descubrir nuestra sexualidad y salir del modelo coitocentrista que impera sobre el sexo. Sin embargo, para determinados contextos su uso no es que sea contraproducente pero sí debemos saber qué desventajas tienen.
Por un lado, las ventajas son:
- Permiten salir de la rutina en pareja.
- Pueden ayudar a intensificar las sensaciones durante el sexo, tanto a solas como en pareja.
- Pueden proporcionar sensaciones nuevas.
- Han permitido poner sobre la mesa el placer sexual femenino, el cual estaba acallado socialmente.
Por otro lado, las desventajas son:
- Producen habituación. Esto significa que el cuerpo se acostumbra a esas nuevas sensaciones y cada vez va a necesitar más intensidad o más sensaciones nuevas para conseguir la misma satisfacción.
- Impiden el contacto con la piel. He leído algunos testimonios, sobre todo de mujeres, que han decidido no utilizar juguetes sexuales o eróticos puesto que les desconectan del contacto de su mano con el resto de la piel de su cuerpo.
- Pueden generar cierta dependencia. Sobre todo, a la hora de alcanzar el orgasmo y por lo que he mencionado de la habituación, algunos juguetes sexuales tienen tanta estimulación que no se asemeja a la que puede conseguir una persona sola o su pareja sexual.
¿Qué juguetes sexuales recomiendo?
En terapia, a veces, recomiendo algún que otro juguete erótico, obviamente, según las necesidades de la persona o de la pareja. Estos son los que con más frecuencia recomiendo y te explico por qué:
- Satisfayer.
Rompe con la visión coitocentrista y pone un órgano importantísimo en el centro: el clítoris. Pequeñito pero gran dador de placer, el satisfayer o como se llaman también, los succionadores consisten en una válvula que transmite unas pequeñas ondas de aire que estimulan directamente el clítoris y que hacen llegar al orgasmo de forma rápida. Puedes ver los que más te gusten aquí.
- Balitas vibradoras.
Los vibradores son la opción ideal si te apetece recrearte un poco más en el paseo de tu erótica. Tanto a solas o en pareja, puedes pasarlo por cualquier zona de tu cuerpo. Dan mucho placer y, por supuesto, también lo puedes usar para la zona genital. Además, te recomiendo los pequeños, pues no pierden en potencia y se pueden llevar a cualquier parte. Puedes ver los que más te gusten aquí.
- Vibradores en remoto.
Para disfrutar y darle chispa a tus relaciones sexuales en pareja, también tienes aquí los vibradores en remoto. Están pensados para que los saques de casa. Te colocas el vibrador en la zona que más te apetezca y es tu pareja quien tiene un mando que puede accionar, apagar o cambiar la frecuencia. Este me parece ideal para experimentar y salir de la rutina.
- Anillos.
Los anillos para penes pueden proporcionar una experiencia diferente tanto para el portador como a la pareja. Se tratan de unos anillos (normalmente, de silicona) que se colocan en la base del pene y vibran. Esto hace que, además de darle una estimulación adicional al pene, durante la penetración, la pareja también se beneficie de esa vibración. Además, pueden servir también para cuando existen problemas en mantener la erección. Los tienes de diversos tipos aquí.
- Plugs.
Los plugs anales son una buena opción para salir del sota, caballo, rey. Te dan mucho margen de juego. Se introducen en el ano para estimular ese “punto g” del hombre, permitiendo mientras estimular el resto de tu piel de otras maneras. También los tienes aquí con vibración.
Entonces, ¿utilizo juguetes sexuales o no?
Ya conociendo sus ventajas y sus desventajas, ya es decisión tuya si utilizarlos o no o, si los vas a utilizar, cuándo, de qué manera o con qué frecuencia. Mi recomendación es que los puedes utilizar, pero tampoco pierdas el contacto con tu propia piel. Los juguetes sexuales o eróticos son un complemento en tu sexualidad, en ningún caso debería ser sustituto de nada. Están para eso, para jugar. Aunque en determinadas ocasiones pueden ser una ayuda (ej.: para alcanzar el orgasmo, conocer nuevas sensaciones, sacarte de la rutina, etc.) no debemos dejar de lado el contacto con nuestra piel y, sobre todo, tampoco con otro ser humano.
Pide cita.
Si te sientes estacado o estancada en tu sexualidad, te recomiendo mi libro sobre crecimiento erótico. Si, aun así, sientes que algo en la relación con tu sexualidad no va bien, quizás sea recomendable que inicies un proceso terapéutico. Para ello, ponte en contacto conmigo. La sexualidad nunca es un segundo plano ni se debe dejar para luego, forma parte de nuestro Yo y debemos hacerle caso.