La hermandad depende de la capacidad de nuestros padres de atender nuestras necesidades individuales sin Rotularnos, sin adjudicarnos a cada hijo un personaje determinado.
Mama instaura la distancia emocional entre los hermanos. conocemos a nuestros hermanos a través de las palabras de mamá – “mi hermano el revoltoso” o “mi hermana es la inteligente”, “él mimado”.
Las madres, dividimos, separamos, polarizamos. La polarización entre hermanos también lo instala mamá, en la medida que mamá distribuye los roles a cada hijo. Estos roles suelen ser opuestos. Muchas veces mama nombra estos roles para dividir la hermandad – “dividir para reinar”. Cuando solo hay dos hermanos, se ve más claramente la polarización. Uno es el inteligente, el otro es el tonto; uno el guapo y el otro el feo; uno el bueno y el otro el rebelde, etc. y estas etiquetas son contrarias y es la necesidad inconsciente de la madre para poder comprender, y los hijos somos prisioneros de la polarización de mamá. Luego queda la sensación de que nuestros hermanos han recibido más mirada de mamá o tuvieron más privilegios que nosotros, pero en realidad ambos sienten esto. Y esto, imposibilita la capacidad de crearse una intimidad emocional entre hermanos.
Cuando solo hay dos hermanos, se ve más claramente la polarización. Uno es el inteligente, el otro es el tonto; uno el guapo y el otro el feo; uno el bueno y el otro el rebelde, etc… Muchas veces mamá nombra estos roles para dividir la hermandad – “dividir para reinar”.
Los hijos únicos no están polarizados por supuesto. Hay ventajas y desventajas, no hay con quien compartir las migajas de amor, pero tampoco hay con quien jugar, ni reír, no se compite, pero estamos solos en seguir el mandato de mamá y complacer, PARA SER AMADOS.
¿Y los hermanos son más afines si son más cercanos de edades?
La cercanía de edades no garantiza la cercanía emocional. Mama instaura la distancia emocional entre los hermanos. El vinculo está mediatizado por mama, entonces conocemos a nuestros hermanos a través de las palabras de mamá – “mi hermano el revoltoso” o “mi hermana la obediente” . Entonces entiendo que mi hermano es diferente de mí, es alguien que me está quitando las “migajas de amor”, la poca mirada que tengo de mama aun la tengo de compartir con mis hermanos.
Entonces no somos iguales, ni pares, somos nombrados completamente distintos, hay un mundo entre mi y mi hermano y siento que tengo de competir con él la escasez que tengo de amor. Luego queda la sensación de que mihermano ha recibido más mirada de mamá o tuvieron más privilegios, pero en realidad ambos sienten que el otro recibe más o ha sufrido más. Solo cuando podamos ir a ver que paso en nuestra infancia ( BH ) y como nos rotularon seremos capaces de ponernos en el lugar de nuestros hermanos y entender los lugares donde están y cuál es el nuestro, aquí empieza la hermandad.
Si nosotras, como madres, o la persona que nos materno, hubiéramos instaurado el amor, la hermandad entre los hermanos, daría igual la diferencia de edades y no habría competencia. Sino que tendríamos intimidad emocional, intimidad emocional que se genera en la infancia. Los roles que ponemos a nuestros hijos, muchas veces, los atribuimos aun en el vientre materno. O sea que cuando nacemos ya llegamos etiquetados.
Y solo desde esta conciencia (BH) de los padres de atender las necesidades individuales de cada hijo sin Rotularles , sin adjudicarles a cada uno un personaje determinado, se podrá instaurar la hermandad entre ellos.