La comunicación es el pilar central para que una relación de pareja funcione. Por eso, en las terapias de pareja es lo primero que evalúo e insisto mucho en mejorarlo. Es vital en todas las etapas de la relación. Al inicio de la misma debe haberla, ya que dos personas que se están conociendo no conocen las expectativas y deseos de la otra parte, por lo que, comunicarlos ahorrará muchos quebraderos de cabeza a todo el mundo. Por otro lado, a lo largo de la relación es cuando más tenemos que cuidar, fomentar y mejorar la comunicación. Es normal que a lo largo de ella se hayan cogido ciertas manías o ciertos “dejes” que en una terapia de pareja se pueden corregir.
En el artículo de hoy os quiero hablar de por qué tendemos a descuidar la comunicación, por qué es tan importante en las terapias de pareja y por qué una buena comunicación en pareja ayuda a que el resto de patas de la relación no se tambaleen. Si quieres saber más sobre las patas que sostienen una relación de pareja sana puedes pinchar en el siguiente enlace:
Claves para superar los desafíos en tu relación: terapias de pareja como solución
La comunicación en las terapias de pareja: ¿por qué es importante?
Muchos estudios científicos han confirmado que la comunicación está positivamente relacionada con la satisfacción con la relación. Esto quiere decir que a mejor es la comunicación, más felices vamos a ser dentro de nuestra relación de pareja. Resulta lógico. Pero, entonces, ¿por qué hay parejas que empiezan a hablarse mal, no hablarse o dejan de escuchar a la persona que quieren?
En las terapias de pareja, me encuentro más a menudo de lo que me gustaría con dificultades de la pareja que tendrían una solución más sencilla si ambas partes hablaran de cómo se sienten respecto al problema. Comunicarnos así supone que nos sintamos vulnerables y, por desgracia, la vulnerabilidad no es algo por lo que mucha gente esté dispuesta o preparada para pasar por ella. Entonces, nos encontramos contra un muro. Piden técnicas de comunicación, pero suelen poner pegas. Piden técnicas que no supongan desnudarse y hablar de sus sentimientos. Sin embargo, mucho me temo que eso no es posible.
Una comunicación sana no es solo poder conversar tranquilamente con tu pareja. La comunicación más sana que conozco es aquella en la que cada parte habla desde su “Yo”, sin acusar, y abordando los problemas (el famoso y temido “tenemos que hablar”), en lugar de dejarlos pasar. Te dejo aquí abajo algunas tablas para que sepas cómo hacerlo.
Terapias de pareja: 10 técnicas para mejorar la comunicación.
- Expresa lo positivo.
Se nos olvida muy a menudo expresar lo que sí nos gusta de la pareja. Es muy valioso cuando una pareja aprende a expresar de forma honesta y directa sus sentimientos, peticiones o elogios. Por ejemplo, ¿por qué no decir cosas del tipo: “me ha puesto muy alegre que hayas aceptado el plan que te he propuesto” o “¿me das un abrazo?”?
- Pregunta, no des por hecho.
Tendemos a dar por hecho lo que la otra persona va a hacer o espera que hagamos. Cada cual tiene sus expectativas y conocemos tanto a esa persona que ya sabemos cómo va a reaccionar o lo que va a querer. Sin embargo, nos podemos equivocar. Por lo tanto, es mucho mejor preguntar, aunque algo parezca obvio. No se puede adivinar siempre lo que la otra persona quiere o espera.
- Especifica lo que deseas o lo que te molesta.
Si tenemos en cuenta que tu pareja no adivina y no te lee el pensamiento, entonces tendrás que ser tú quien se exprese. Ej.: “Me gustaría que saliéramos a cenar”. Eso de si lo tengo que pedir, ya no lo quiero, … ¡ojo! Con esta creencia entorpecerás la comunicación y, además, te frustrarás. Por otro lado, a la hora de expresar lo negativo, evita los valores absolutos como el “siempre” o el “nunca”, o generalizar. No es lo mismo decir: “eres muy desagradable” que “me ha molestado que me hayas ignorado cuando te he dicho …”.
- Si hay un problema, abórdalo.
Antes mencionaba la temida frase de “tenemos que hablar”. Desconozco por qué estas palabras nos asustan tanto o por qué nuestra primera reacción es pensar que algo malo va a suceder. De todas maneras, no hace falta que te expreses de esta manera cuando creas que hay un tema o problema importante que se ha quedado en el aire. Quizás no habéis encontrado el momento adecuado y, por tanto, se puede decir: “Creo que deberíamos hablar de esto en algún momento, cuando tengamos más tranquilidad”.
- Habla de lo que te ocurre a ti.
Sin acusar. Cuando queremos hablar de algo que nos ha molestado tendemos a acusar sin darnos cuenta. Cuando tú acusas a alguien lo más probable es que la otra persona tienda a defenderse. Os metéis en un juicio donde hay una defensa, pero no hay juez intermediario, con lo cual acaba siendo una lucha por ver quién lleva la razón. Esto es completamente inútil y frustrante. Por eso, cuando hablamos de lo que nos ocurre (por ejemplo: “te siento más distante últimamente”, en lugar de “es que vas a lo tuyo”), ponemos a la otra persona en un lugar seguro desde el cual nos puede escuchar.
- Escucha activamente.
No todo en la comunicación es hablar. También es escuchar y escuchar de manera activa. Para asegurarte de que estás escuchando de verdad, asegúrate de que estás escuchando para entender y no para ver qué es lo mejor que puedes decir a continuación. Un error muy común que se comete en las terapias de pareja es responder a las críticas con más críticas. Si escuchas para responder nunca lograrás empatizar con tu pareja.
- Recuerda decir: por favor, perdón y gracias.
Tres palabras que se nos olvidan soltar por la boca. Tiene mucho que ver con el dar por hecho. No agradecemos porque damos por hecho que nuestra pareja siente nuestro agradecimiento, no pedimos perdón porque lo dejamos pasar y no pedimos las cosas por favor porque tenemos la idea metida de que nuestra pareja tiene que estar para todo. Aunque eso esté ahí, se generan emociones muy agradables cuando una pareja emplea estas palabras a menudo. Sobre todo, se fomenta el cariño.
- Acoge el silencio.
Siempre digo que, aunque una conversación pueda parecer artificial, antes de decir algo de lo que nos podamos arrepentir después, muchas veces es mil veces mejor que esperes, pienses lo que vas a decir, te plantees que lo que vas a decir es para aportar o para dañar y elegir si lo dices o no. Como esto lleva tiempo y hay que hacerlo en silencio, puede que parezca que te has quedado sin palabras o que no tienes nada más que decir. Sin embargo, podemos aprender a interpretar el silencio de una manera diferente: a nuestra pareja le importamos y se preocupa por lo que quiere comunicar y se responsabiliza de ello.
- Time-out.
Como última opción, podéis recurrir a esta técnica, la cual consiste en parar la conversación e ir cada cual por su lado. Debéis utilizarla cuando la conversación esté muy caldeada, empecéis a notar que se está elevando el tono de voz o os percatáis de que os habéis metido en un bucle porque no llegáis a un acuerdo. Digo como última opción porque si una de las personas la emplea sin avisar la otra puede sentir muy invalidada y que no se le escucha. Si veis esta técnica como una buena idea, es importantísimo que consensuéis que cuando se está en una discusión está permitido emplearla.
- Palabra de seguridad.
Si en la dinámica de tu relación se suelen disparar discusiones por cualquier tontería y veis que el disgusto no merece la pena, una buena consigna (utilizada en las terapias de pareja) es la siguiente: poneos de acuerdo en elegir una palabra. Esta tiene que ser algo gracioso o que, al menos, no tenga nada que ver con el contexto. Cuando la tengáis, acordad que cuando una de las partes o ambas caigan en la cuenta de que la conversación está subiendo de tono digáis esa palabra con la intención de parar y establecer la paz. El objetivo es salir de una discusión que no os lleva a nada. Puede que incluso os dé la risa (no sería la primera vez que pasa).
Conclusiones.
Tras estas técnicas tan recomendadas en las terapias de pareja, he de decir que la teoría parece fácil. Sin embargo, estas pautas te sacan de tu zona de confort. Si a lo que tienes por costumbre es no hablar, dejarlo pasar o acabar discutiendo desmesuradamente, estas técnicas van de cambiar justo esa mala costumbre. Como he dicho al principio, no existen varitas mágicas o algo que puedas hacer sin que te incomode.
No se trata de que estéis tú y tu pareja de acuerdo en todo sino que aprendáis a abordar los problemas y a salir de las discusiones sin destrozaros mutuamente. Por otro lado, una comunicación fluida, honesta y amena, prevendrá una comunicación difícil o inexistente.
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La comunicación en pareja es algo que se puede solucionar en terapias de pareja. Si crees que tienes una mala comunicación dentro de tu relación de pareja lo más recomendable es que acudas a terapia de pareja. Puedes pedir cita aquí o poniéndote en contacto conmigo.
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