- En cuanto a los sistemas energéticos que posee el ser humano, un gran sistema que necesita bastante aporte de energía vital es el Sistema de Eliminación de toxinas, formado por los órganos de eliminación: riñones, pulmones, aparato digestivo y piel. La función de eliminación es una actividad fundamental para el mantenimiento de una buena salud. El cuerpo humano no está sano si sus células mantienen una gran cantidad de sustancias de desechos y tóxicas. Tanto para el Sistema de Nutrición como para el de Eliminación es necesario el buen funcionamiento del Sistema Circulatorio (arterias, venas, etc.). A la par del trabajo de eliminación se efectúa el de regeneración (reparación) de las zonas afectadas por la intoxicación y la falta de energía, consecuencia de una forma de vida desequilibrada (malnutrición) y con poco contacto con los cuatro elementos de la naturaleza y los demás seres humanos.
- Durante el día gastamos nuestras energías y por la noche las recuperamos. Mientras descansamos por la noche nuestro cuerpo elimina las sustancias tóxicas acumuladas y las originadas por el metabolismo normal del organismo (urea, ácido úrico, colesterol…), igualmente renueva sus tejidos y realiza una “puesta a punto” de sus órganos. Especialmente por la mañana, tras el descanso de la noche, hay un aumento de la eliminación de toxinas (tenemos la boca seca, la lengua blanca, la primera orina expulsada es más oscura y olorosa, tos y eliminación de flemas). El “ayuno” que realizamos al mantenernos varias horas sin comer facilita estos procesos de eliminación, “limpieza” y regeneración. Cuando no ingerimos alimentos, el cuerpo vive de sus propias reservas, no gasta energía en la digestión y asimilación de sustancias nutritivas ingeridas, y toda esa energía “ahorrada” se utiliza en la eliminación de tóxicos y en la “reparación” de las zonas alteradas y enfermas.
- La excesiva y prolongada centralización de la energía en el Sistema de Eliminación puede provocar la disminución o la falta de dicha energía en el crecimiento y la reproducción. Cuando el cuerpo se encuentra demasiado atareado en eliminar las sustancias tóxicas que ingerimos y las que se generan por nuestra forma de vida estresante y competitiva, no hay energía suficiente para que el crecimiento (en el niño) y la reproducción (en los adultos) pueda llevarse a cabo de forma satisfactoria. Aparecen de esta manera los problemas de crecimiento en el niño pequeño. Puede ocurrir también una formación anormal del feto y sus órganos, una malformación. No olvidemos que la herencia genética incumbe en un 50% al hombre y la salud de sus futuros hijos depende también de su salud y sus cuidados.
- La inteligencia interna y el instinto del cuerpo dirigen el reparto de la energía en el organismo. Hacen aumentar cada sistema de la manera más conveniente, en el caso de la persona enferma aumentará la desintoxicación y la curación, a cambio de la disminución de las demás actividades normales (las de digestión, relación, crecimiento y reproducción). Hay una interiorización de la energía y junto con ella se interioriza también la sangre hacia los órganos de eliminación y las zonas más dañadas y enfermas. El frío que acompaña con frecuencia a la enfermedad indica la interiorización de la energía y la sangre desde las zonas más periféricas hacia los órganos centrales y más vitales.
- En conclusión, la inteligencia interna y el instinto del cuerpo son los que en último lugar envían y equilibran la energía entre los diferentes sistemas del cuerpo dependiendo del momento, las circunstancias y la edad de la persona.
- Si tienes problemas de salud y necesitas asesoramiento no dudes en contactarme. La terapia higienista es una terapia basada en dejar nuestro cuerpo totalmente libre de tóxicos (esto es, de fármacos y alimentos nocivos) a la vez que le damos el alimento adecuado para que la energía que habita y fluye en nosotros pueda hacer el proceso de sanación.
VEHYS.